Pues parece que sí, que España tiene solución; ya no diremos que en ella empieza a amanecer, pues estaría mal visto y sería políticamente incorrecto. Solución, simplemente, y no final, que peor suena. Eso nos cuenta Espinosa, que huyó de Vox para fundar algo, esa tragedia se masca en el ambiente, aunque de momento se ha quedado el hombre en un libro: hijos ya tiene y presumimos que habrá plantado algún árbol. In dubio pro reo...
De su obra no puedo hablar, sólo diré que anda bien colocada en librerías y que, dado mi volumen de lecturas pendientes y mi falta de tiempo, no creo que llegue a degustarla. Así que me conformo con reseñas como la que dejo aquí de Javier Bilbao en Posmodernia. No tiene desperdicio y nos demuestra una vez más qué podemos esperar-¡no se puede!- de aquellos vendedores de crecepelo que llegaron dispuestos a revolucionar el infierno.
De la ironía del autor destaco este párrafo, literal del libro y con todos sus gazapos, que invita a pensar que hay formas mejores de gastar el tiempo y el dinero:
"Quizá sea por el contraste que supone ver a Pilar Alegría balbuceando excusas, pero uno siempre consideró a nuestro autor un notable orador —más allá de esa forma tan liberal de pronunciar la erre—, alguien capaz de articular un discurso con elocuencia y del que por tanto cabía esperar que exhibiese tal destreza también en su escritura. No es el caso. Nadie esperaba que fuera a convertirse en un ensayo a incorporar en cualquier colección de clásicos del pensamiento político, pero es que se percibe cierta desgana en su tono y contenido, como si la Wikipedia y ChatGPT fueran coautores y el proceso de elaboración no hubiera requerido más de tres semanas. Por poner un ejemplo, en el comienzo del capítulo La oportunidad de la tecnología leemos acerca de «aquella compañuestro mercadopaencasmiles de ador de Sacyr, Luis del Rivero, de aranceles ue he usado en tiía» [sic], lo que entendemos que será alguna invocación en una lengua secreta o que el libro se ha editado deprisa y corriendo sin siquiera revisar el contenido."
Dejo la reseña: pinchen, pero no en hueso como Espinosa.