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martes, 26 de febrero de 2019

El odio




De un tiempo a esta parte se han puesto de moda los llamados delitos de odio, martingala que el Código Penal regula bajo el rimbombante nombre de Delitos cometidos con ocasión del ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas garantizados por la Constitución. De hecho, existe una fiscalía especial para este tipo de delitos, y poco a poco se va generando una jurisprudencia al respecto que ya pronto se mostrará en las facultades de Derecho, y así los avezados alumnos recitarán que las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la costumbre y los principios generales del odio.

Presumo, si bien es presunción iuris tantum, luego admite prueba en contrario basada en la más elemental experiencia, que la fiscalía de Málaga habrá emprendido acciones fulminantes contra el centro escolar que expulsó a una alumna por llevar una pulsera de VOX, joven que ya era increpada y llamada nazi de mierda por alumnos y, tal vez, por algún docente. Y si no, ahí estará el nuevo gobierno andaluz, que ha venido para revolucionarlo todo, al quite torero, limpiando la indecencia de los indocentes con mano de hierro. O no, pues como es tradición en los populares desde los tiempos de Pío Cabanillas, y en ello siguen empeñados, rige siempre la máxima de cuerpo a tierra, que vienen los nuestros.  

sábado, 23 de febrero de 2019

¿Y tú que propones, compa?




Corre un vídeo de Errejón visitando un popular barrio de Madrid, aunque en realidad lo que hace es toparse con unos jóvenes de un llamado Frente Obrero y sufrir un escrache, eso que Pablo Iglesias definió como el jarabe democrático de los de abajo. Y así es, porque esos jóvenes del Frente Obrero están bien abajo, al menos si se les compara con Errejón, un niño bien de Pozuelo, ya no digamos Iglesias, el del casoplón en la sierra.

Tenía la escena algo entrañable y conmovedor, con unos ingenuos revolucionarios que de su desengaño hacen partícipe al líder que visita el barrio pobre y que, lanzados por la pendiente, ponen el dedo en la llaga con el lamento más doloroso: ¡ya hasta los obreros votan a VOX! Descolocado quedó Íñigo ante el reproche, aunque con la cara de Kérenski que ya lucía debió responder que sólo los ricos pueden permitirse el lujo de ser de izquierdas, y que la verdad está en la socialdemocracia que todo lo diluye, pero no estaba el horno para bollos y el hombre sólo pudo balbucear ¿y tú que propones, compa? El compañero de viaje en segunda o tercera clase exigió mejores condiciones de vida para la gente, ignorando que la izquierda, si gobierna, sólo sube el nivel de vida de los líderes, que para eso están arriba. Y luego dicen que no hay mayor tonto que un obrero de derechas.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Donaciones fraudulentas




El juicio del prusés nos dejó ayer la declaración del procesado Jordi Turull, quien siguió el guion establecido por la gran mayoría de defensas, estrategia procesal que consiste en largar una declaración política que allane el terreno para solicitar una nulidad del juicio en esa ultimísima instancia que es Estrasburro. Venía a decir Jordi que todo lo que hizo era legal, con el amparo del mandato del pueblo de Cataluña, que es al único al que debía fidelidad. Se echó de menos una pregunta por el Ministerio Fiscal referente a la mitad de un inmueble que antes del inicio de las llamadas leyes de desconexión el procesado donó a su mujer, artimaña ya vieja que roza el delito de alzamiento de bienes, si bien en su día, por aquello de la duda en favor del reo, fue exonerado por una justicia, la española, que no vio ilícito penal en su actuación.  

Si todo era tan legal, ¿para qué montar un chiringuito que ocultase bienes? Si la independencia estaba chupada, ¿cómo iba la justicia española a proceder contra él y su donación a la esposa? Otra prueba más de que todo el prusés ha sido una ficción, evidencia a la que deberían agarrarse las defensas para buscar la clemencia del Tribunal. Mejor eso, por endeble que sea, que declaraciones políticas que sólo firmaría Puigdemont, que para eso está en rebeldía.

lunes, 18 de febrero de 2019

La conga de Berga



Por Tolerancio

Hará cosa de un par de años fuimos los amigos de excursión por los senderos de la serranía llamada, en habla autóctona, “dels tres Hereus”, muy cerca de Berga. Es una comarca de bonitos paisajes, cielos limpios y de abruptas montañas donde el viajero se topará, al llegar el otoño, un disperso batallón de “boletaires” huroneando por sus bosques tras el preciado trofeo en forma de níscalo.

La recolección de setas supone un sano y moderado ejercicio al aire libre, desprovisto en principio de graves peligros mecánicos, pero, atenta la guardia… que no olvide el anónimo buscador de píleos comestibles, pertrechado con su cachava para remover el musgo, la pinaza y la hojarasca, su navajita para segar el esponjoso pie, lo que sería el tronco, y su cesta de mimbre, que tras el sombrerillo del hongo puede aparecer un ente mucho más dañino que un elfo o un pitufo: el abominable Quim Masferrer con una cámara de TV3 al hombro y llevarse el incauto un susto morrocotudo, probablemente mortal.

Tras la caminata que nos llevó unas buenas horas decidimos llegarnos a Berga para refrescarnos el gaznate. No era la primera vez que visitamos esa localidad. Pero nos pareció entonces muy cambiada. El recibimiento al forastero no era lo que se dice muy cálido y cordial. Pintadas, murales, puños crispados, llamadas a la rebelión, proclamas que aludían a sangre vertida, derramada heroicamente en incógnito conflicto contra un supuesto ejército de ocupación del que, por incomparecencia, no tenemos noticia. Aquello parecía el Goyerri, la Barranka alsasuarra. Acaso Belfast en los años de plomo de las balaceras intercambiadas entre IRA y UVF. En la recoleta plaza del ayuntamiento, pancartas, banderones estrellados y una veintena de jóvenes de aspecto batasunoide que montaban un concierto de música estridente sólo para ellos, enseñoreados de lo que un día fue el más noble espacio público del municipio. Como para no volver. 

Por eso no sorprende, en todo caso algo sí por su inocuidad, la performance lazi de la conga del Berguedá que circula por las redes sociales. Queda establecido que Berga es territorio aborigenista y que por esos predios la tribu de los “yellow ribbon” (los “lazoamarillo”) sienta sus reales de manera incontestable.

La verdad, entre la cartelería y las pintadas en las paredes que instan al combate y el divertimento dominical de la conga con gran afluencia de abueletes (un saludable ejercicio gimnástico tan conveniente para mayores aparcados en el geriátrico) y aires de actividad extraescolar, como de juego campamental en la más arraigada tradición escultista, un servidor se queda con lo segundo. Sólo tienes que apartarte y dejar el paso expedito a la patética comitiva. Y rezar para que ninguno se nos trastabille y rompa la cadera, o la emoción incontenida le acelere el corazón y le provoque un parraque.


Por otro lado, muchos de los participantes se regresan a su casa contentos, henchidos de esa fuerza interior que al alma confiere el rito comunal, llenos de gracia, por así decir, sabedores de su pertenencia al pueblo elegido, alistados, como un solo hombre, y bajo las estrellas, en la bandería del bien. No pocos de los danzantes de la conga, por imperativo de la edad, no verán la independencia, pero su energía quedará aquí, entre nosotros encapsulada, y alimentará los sueños y las esperanzas de los suyos en su epopeya futura, en su agotadora travesía del desierto. Pizca más o menos como el “finik”, una suerte de fuerza intangible, de aliento vital heredado de los antepasados que, en la cosmovisión de los bimin-kuskusmin de Papúa-Nueva Guinea, anima los movimientos de sus deudos. Bimin-kuskusmin de los que se hablará en otra ocasión. Quedémonos hoy con otros indígenas, nuestros adorables “yellow ribbon”, y su conmovedora y dramatizada conga de Jalisco.     

miércoles, 13 de febrero de 2019

Un parque temático




Se inició ayer el llamado juicio de la democracia española y todo discurrió según lo previsto. Las defensas de los procesados montaron su particular parque temático de la indefensión y vulneración de derechos constitucionales, de esa Constitución que sus clientes quisieron liquidar con el dinero del resto de españoles. Una estrategia, todo hay que decirlo, que está pensada para impresionar a los sacamantecas de Estrasburgo, unos tipos indecentes que le tienen tomada la medida a la justicia española y que acabarán pronunciándose sobre este asunto, salvo que los procesados sean indultados por el gobierno de turno, medida de gracia que va a depender mucho del calendario electoral.

Como nota graciosa del acto inaugural, resaltar la presencia del intrépido Torra y el desprecio con el que le obsequió Junqueras, quien no se giró para saludar al valido de Puigdemont, el gran ausente en una liturgia que va a durar más que un día sin pan y que, sobradamente acreditada la rebelión, tiene un interés jurídico más bien escaso, tan poco interés que las defensas han propuesto a Rajoy como testigo, un tipo que hasta el último instante no se enteró de nada de lo que ocurría en una parte del territorio. Como para ilustrar al tribunal. ¿Jura o promete decir verdad? Mire usted…  

sábado, 9 de febrero de 2019

Déjà vu




El ungido por la suerte Moreno Bonilla ha tardado poco tiempo en decir que la promesa de bajar impuestos quedaba aplazada sine die por culpa de la herencia recibida, que es la misma excusa que usó Rajoy para subir la mordida fiscal tras llegar al poder en 2011, cuando no tuvo reparo en gravar la hasta entonces sagrada lotería. Es curioso que Moreno apele a la herencia, institución, que no derecho, con una función social reconocida en la Constitución, pues es en Andalucía donde el impuesto en la materia es auténticamente salvaje. Mas ese legado recibido de manos socialistas también brilla y parece intocable en otros aspectos, como ese chorro de inútiles asesores de la Junta que parece que van a tener garantizada la jubilación en la mamandurria pública, que entre bomberos socialdemócratas no nos vamos a pisar la manguera.

Pero las herencias, como las desgracias, nunca vienen solas, y de esta guisa al joven Javier Arenas le vuelve a tocar la lotería de ser senador por designación autonómica. Andalucía necesitaba un cambio, y ya lo tenemos, el del eterno retorno. ¡O nosotros o el caos!: ¡Arenas! ¡Arenas!

miércoles, 6 de febrero de 2019

Las autoridades judiciales advierten



Es evidente que el tabaco es malo para la salud, algo que las autoridades sanitarias advierten en cada cajetilla de tabaco con mensajes de dudoso gusto, pero ahora, tras una resolución judicial, también el humo es nefasto para las relaciones entre padres e hijos. Si el padre es fumador compulsivo puede perder la custodia de sus hijos menores, sanción que también se puede imponer si ese mismo progenitor los maltrata de palabra u obra, paralelismo que nos puede abocar al planteamiento de otras demandas que invoquen la protección de la salud de los hijos, y no sólo la física sino también la mental.

¿Se puede retirar la custodia si el progenitor, digamos B, tiene siempre puesto el Sálvame en la televisión? ¿Y si el niño tiene que soportar permanentemente el Salvados del Ébola? ¿Qué hay de Gran Hermano y otras inmundicias nacionales y autonómicas? Y así hasta una casuística infinita. Aunque el interrogante mayor que plantea esta sentencia es el siguiente: ¿se tomaría la misma y drástica decisión si el fumador compulsivo y poco respetuoso con los hijos hubiese sido la madre? Deliberen, pero sin fumar, que tampoco se necesitan horas para responder.

lunes, 4 de febrero de 2019

Observadores




El Tribunal Supremo ha señalado fecha para el juicio contra los golpistas catalanes, y ha tirado de fina ironía para rechazar la presencia de los mediadores internacionales propuestos por las defensas:

La Sala coincide plenamente con la defensa a la hora de subrayar la importancia de observadores que conviertan su presencia en un sano elemento de fiscalización del ejercicio democrático de la función jurisdiccional. Precisamente por ello ha autorizado -superando así restricciones históricas todavía vigentes en la mayoría de los países de nuestro entorno- que las sesiones del juicio sean televisadas en directo y mediante streaming en la web. La consecuencia inmediata es que todo ciudadano que quiera convertirse en observador, nacional o internacional, del desarrollo del juicio podrá hacerlo. Y no en el limitado número de cinco que sugiere la defensa. No existirá, por tanto, límite numérico alguno para el seguimiento permanente y sin interrupción de las sesiones del juicio mediante señal de televisión en directo o en streaming. La Sala opta así por una fiscalización incondicionada de todas y cada una de las sesiones del plenario".

Igual suerte corre la pretensión de que declaren como testigos sesudos intelectuales como Noam Chomsky, que no sabe situar España en el mapa, y Paul Preston, que aprovecharía para divagar sobre el holocausto franquista, o pescaderas célebres como Pilar Rahola, que aspiraba a una tertulia madrileña . Para compensar un poco se admite que los reos declaren en catalán. En fin, saben aquell que diu…

viernes, 1 de febrero de 2019

Política exprés




Merced a tener el aliento de VOX en el cogote, Pablo Casado va lanzado por la pendiente de las propuestas novedosas y bien aceptadas por la gente de a pie. Así, y como ataque frontal a esa lacra que es la ocupación de inmuebles, y además de imponer penas de prisión, el líder popular propone que la policía pueda echar a los ocupantes ilegales en 24 horas con el único requisito de que el propietario presente un título de propiedad. La propuesta, que no deja de tener una loable intención, merece alguna consideración.

Casado, que sigue hablando de faltas cuando éstas desaparecieron del Código Penal en el año 2015, lamenta la blandenguería de una ley que es la del Partido Popular, pues era el gobierno de Rajoy el que impulsó una reforma de calado en materia penal con ese nuevo Código actualmente vigente. Pero no pediremos coherencia a un político, ni tampoco memoria, pero sí algo más de detalle en sus propuestas. ¿Seguirá precisando la policía mandato judicial para sacar de la oreja a los ocupas en ese tiempo récord? Porque sí es así, ya vamos introduciendo a más sujetos, algunos tan poco de fiar como los ropones, en el operativo, y el tiempo pasa volando y siempre en contra del consenso. Por otra parte, la propuesta dice que basta exhibir el título de propiedad, a lo que un registrador como Rajoy podría alegar que lo más fiable-mire usted-es la información  más actual, que no es otra que la que brinda al instante el Registro de la Propiedad. ¿Pueden acogerse a esa revolucionaría medida aquéllos que no sean propietarios pero sí usufructuarios? Si son varios copropietarios, ¿han de acudir todos de la mano a la comisaría más cercana? Si el ultrajado por la usurpación no encuentra la escritura, ¿se apaña la policía con una fotocopia?

Demasiadas incógnitas, y más que se pueden encontrar si se buscan, que certifican una vez más que no hay profesión más injustamente retribuida que la de asesor de políticos en la oposición. Toda una lacra. Como la ocupación.