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martes, 30 de julio de 2024

El pacto catalán

 


Es evidente que el tórrido verano deja secuelas allá por donde pasa, sin que el personal sea consciente de que las altas temperaturas nublan el conocimiento. Un calor desatado nos deja el llama pacto catalán, que además de un más que posible gobierno para esa comunidad autónoma es también un pacto fiscal, una suerte de concierto económico a la vasco-navarra. Muchos, ya sean socialistas ingenuos o peperos andaluces y madrileños, ponen el grito en el cielo por lo que tiene de discriminatorio para el conjunto del país, pero los más audaces, por decirlo de una manera suave, han sido los inspectores de Hacienda al afirmar que ese supuesto concierto económico y fiscal para Cataluña no está recogido en la Constitución, como sí lo están el vasco y el navarro. Acabáramos. Ya sabemos quién se encarga de que todo quepa, si es menester, en la magna carta. Cándidos.


viernes, 26 de julio de 2024

Qué cuca

 


Parece evidente que el Partido Popular no tiene remedio, o simplemente que, como aseguran muchos, es una copia mala del Partido Socialista del camarada Sánchez: socialdemocracia al uso, centro centrado muy moderado. Si Feijoy fue tibio en la condena del atentado contra Trump, la fiel Cuca va más allá y nos dice que Kamala Harris es esa mujer con fuerza que aparece en las crisis-¿será el atentado?-y que además ha revolucionado la política. Dejando a un lado el guiño al feminismo, uno se pregunta qué política ha revolucionado una señora que como vicepresidenta del país más poderoso del mundo-con permiso de China-ha pasado totalmente desapercibida a la sombra de una caricatura de presidente que no daba una a derechas. Quizá Cuca lo sepa pero no da muchos más detalles.

En cualquier caso, y más allá de agradar a los de siempre, la fiel Cuca soslaya la explicación más sencilla, que no es otra que esa que nos dice que la Divina Providencia siempre nos manda a alguien, sea hombre o mujer, que nos salvará en situaciones de crisis. Así lo hizo cuando nos mandó a Feyjoy, ese hombre del que Salvador Sostres dice que tiene cara de lechuga abandonada en la nevera durante muchos días. Pero tengamos paciencia: si ha llegado la hora de Kamala, por qué no la de Feyjoy. O la de Cuca.


jueves, 18 de julio de 2024

Libertad de prensa

 


El camarada Sánchez, siguiendo por la senda venezolana y tras amnistiar- vía Pumpido el de los desamparados-a los gerifaltes socialistas del caso de los ERE, ha decidido meter en cintura a los medios de comunicación que no le son adictos, y para ello no hace más que pronunciar la expresión fake news cada vez que toma la palabra y siempre al compás de la investigación judicial sobre los negocios de su cónyuge. Por si fuera poco, promete un chorro de dinero para digitalizar la prensa, como si Internet acabase de llegar a España hace cuatro días, una añagaza para favorecer a los medios afines, para darles aliento y motivación para que sigan difamando con más saña si cabe al juez que investiga a su amada esposa.

En realidad, al camarada Sánchez no aporta nada nuevo en el marco europeo en el que uno tiene la desgracia de vivir. Alemania, a través de su ministerio del Interior, acaba de cerrar una revista, Compact, porque servía a la extrema derecha difundiendo opiniones antisemitas, racistas y favorables a teorías de la conspiración. Y qué es conspiración, se pregunta el pueblo llano mientras cuadra cuentas para pagar impuestos. Pues decir, que las vacunas del Covid son un timo y nocivas para la salud o que a Trump le robaron unas elecciones y después han querido asesinar, o que Europa sufre una inmigración masiva que consagra el gran reemplazo que unos desalmados idearon hace años. Lo que el camarada Sánchez definiría como fake news, ni más ni menos. Curiosamente, poco antes de la clausura de esta revista la tía Ursula, la de la laca y también alemana, había dicho que los partidos ultras son contrarios al espíritu de la Unión. Más claro…

Al final veremos al camarada Sánchez tal que Hugo Chávez buscando las sedes de los medios díscolos, que no son tantos, y diciendo aquello de ¡exprópiese! Lo peor y más grotesco es que los expropiados, tan morigerados como acomplejados, buscarán amparo en el Constitucional, y si no en el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Acabáramos.


jueves, 11 de julio de 2024

Fariseos

 


Vivimos una época de eufemismos y lenguaje políticamente correcto que no tiene parangón: ya no se debe decir minusválido sino persona con discapacidad, ya no cabe hablar de extranjeros que llegan de manera ilegal a nuestro país sino de personas migrantes. Y así, la decisión de VOX, por aquello de hablar claro, de romper los gobiernos que comparte con el PP a cuentas de los menas, o sea, menores no acompañados, ha desatado la indignación, no en la izquierda, eso es obvio, que ya se sabe lo de divide y vencerás, sino en los tertulianos afines al centro centrado muy moderado que encarna Feijoy. Éstos se han lanzado en tromba contra la negativa de Abascal a seguir tragando con una invasión que, al margen de salir muy cara, hace trabajar a destajo a jueces y policías.

Ahora lo correcto, como hacen esos tertulianos tirando de términos rimbombantes, es invocar, átenme esa mosca por el rabo, la solidaridad interterritorial para que esas criaturas se vayan repartiendo entre todas las comunidades autónomas, que Canarias está saturada. Tiene gracia que se invoque esa solidaridad entre regiones con esta cuestión y se ignore con otras, como puede ser el privilegio fiscal de vascos y navarros, por no hablar de la discriminación que sufre la lengua española en Cataluña o Baleares. Y qué podemos decir de la falta de humanidad que se achaca al líder de VOX, que en esta cuestión da voz a muchos españoles hastiados de tanta inseguridad en las calles. A todos esos tertulianos y juntaletras, hay que responderles como hizo Marine Le Pen con la intrépida reportera Ana Pastor: ¿a cuántos inmigrantes, o migrantes, acogen en sus casas?


jueves, 4 de julio de 2024

Días de sol y playa

 


Como bien dice mi admirado Ignacio Ruiz Quintano, y no me cansaré de repetirlo, en el Estado de Partidos todo es mentira menos lo malo. Viene a cuento la cita porque siempre hay que echar mano de la hemeroteca para recordar, en muchos casos, cómo hemos llegado hasta aquí y de dónde venimos. La fotografía tiene unos años, casi cuatro, pero está de rabiosa actualidad: una playa de Cádiz, el entonces ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, su pareja, Meritxell Batet, a la sazón presidenta del congreso, y Manuel Chaves, por todos conocido.

En aquel tiempo Chaves esperaba, junto al resto de la tropa socialista de Andalucía, la sentencia del caso de los ERE que debía dictar el Tribunal Supremo y que pondría fin al mayor caso de corrupción política de la historia de este maltrecho país. Y con quién mejor se puede esperar esa decisión que con el ministro del ramo. El Supremo se pronunció y confirmó las condenas a toda la camarilla de la Junta, entre ellos Chaves, pero la película no había terminado, y quizá sobre eso departían Campo, Chaves y Meritxell mientras tomaban el sol gaditano, que la justicia, además de lenta, es un mercadillo donde todo se compra y se vende cuando a ella se acercan los poderosos. Y así es: ahora Campo es magistrado del Constitucional, y alineado con esa mayoría progresista que lidera Don Cándido va dando amparo a los condenados por los ERE y enmendando la plana al Supremo. Ya te lo decía yo, Manolo, aquel día de playa, que había que tener paciencia y saber mover las piezas. Qué país, Miquelarena.