A falta de medidas más
ingeniosas, el gobierno pide ayuda a los propietarios para que bajen los
alquileres, y lo hace a través de la ministra del ramo. No es mala idea
viniendo en una persona que posee unos cuantos inmuebles. En este caso la ayuda
recibe el nombre de solidaridad, que los caseros sean solidarios y pongan las
rentas más baratas y asequibles. ¿Más solidaridad? Eso deben preguntarse
aquellos que ponen una vivienda en alquiler y sólo encuentran trabas y disgustos y escasas satisfacciones.
Porque si la legislación ya era generosa
para el moroso y el ocupa, unido a unas raquíticas ayudas fiscales para que el
propietario que arriesga, ahora tenemos los conceptos de personas vulnerables y
soluciones habitacionales, que frenan los desahucios hasta que llegue 2025, y
luego ya veremos. ¿Y qué es persona vulnerable? Pues la que no es socialista.
¿Y qué una solución habitacional? Pues aquello que tienen en abundancia los ministros
de este gobierno. Otra ministra con importante patrimonio inmobiliario
dice que sí, que la solidaridad es un
valor admirable, pero que es la ley-cuidado-la que garantiza la justicia
social. En fin, pobres caseros.