Pese al final de las vacaciones,
sigue el tórrido verano dando la lata, de ahí que el personal continúe ocupando
las terrazas ligero de ropa. Y sobre esa cuestión ha hablado Díaz Ayuso, que
pretende ser un verso suelto en el PP de Feijoy pero que luego se queda a la
mitad del trayecto. Dice Ayuso en una entrevista que la inmigración puede
provocar un choque cultural, y que si tiene una hija quiere que, si le da la
gana, salga a la calle con su falda corta.
La afirmación, y también deseo,
de la presidenta de Madrid ha recordado a José Antonio Primo de Rivera, quien
soñaba con una España alegre y faldicorta. En fin, si vamos solucionando el
problema de la inmigración, bien podremos decir que por estos pagos volverá a
reír la primavera.