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viernes, 29 de diciembre de 2017

Retirada



Coincidiendo con el final del año, el Gobierno ha decidido practicar una retirada lo más ordenada y silenciosa posible del frente catalán, siendo la miserable cena de Nochebuena servida a los agentes desplegados en Barcelona el presagio de una hazaña que no por esperada es menos ridícula. El 155 que nunca se quiso aplicar dice adiós de la mano de esos policías, una suerte de soldados lanzados a una batalla sin épica, mientras en el otro frente, el judicial, se va cocinando la manera más edulcorada posible para ir dando suelta a los pocos rebeldes que quedan presos o huidos, sin descartar, por imposible que parezca, la investidura telemática del paseante de Bruselas, que hasta Forcadell puede repetir como presidenta de un nuevo parlamento cuyo bautismo debería ser apadrinado por el juez Llarena. Tocan retirada, pero como la ofensiva nunca fue muy grande todo queda, más o menos, tal que estaba: quizá de eso se trataba. 

viernes, 22 de diciembre de 2017

El paisaje



Que un 155 suave era garantía de fracaso sólo lo negaban los turiferarios de la calle Génova entre tertulia y tertulia y trincando el sobre habitual del fondo de reptiles. Añádase al drama nacional, y local por extensión, una ley electoral que es más perversa que cualquiera de los engendros de un régimen a la deriva que ha tenido en el proceso separatista uno de sus más logrados epítomes, lo que de manera inexorable nos lleva otra vez a la casilla de salida. Pero la estupidez explica más y mejor las cosas que la maldad y, como dijo Forrest Gump, otro corredor de fondo con muchos seguidores, tonto es el que hace tonterías, por lo que dejaremos que sea el insuperable Méndez del Higo el que pinte el paisaje después de la batalla mientras el vulgo se consuela con la buena, o mala, suerte de la lotería.

jueves, 21 de diciembre de 2017

A votar



Con todo, los seísmos provocados por el independentismo catalán han roto protocolos de convivencia que costará restablecer y para los que la interpretación mayestática que hacen algunos del artículo 155 como una deidad recentralizadora, no ayuda.

Esta pieza, plagada de pedantería y atropellada sintaxis, viene firmada por el inefable Lassalle, uno de los think tanks del Partido Popular. Queda claro que el 155 nunca fue del agrado del gobierno y sus cabezas pensantes, con María Soraya, la de la operación diálogo, en primera línea de los renuentes. Como muestra un botón: TV3 reventó ayer la jornada de reflexión con un sondeo favorable a ERC. Con estos bueyes hay que arar y, lo que es más importante, votar. 

martes, 19 de diciembre de 2017

Fake



La  vicepresidenta asegura en el Senado que el prusés es un fake en toda regla. Como consecuencia de tamaña afirmación, y a modo de correlación de fuerzas, surge la pregunta inevitable: ¿y el 155 qué es?

jueves, 14 de diciembre de 2017

Odia el delito



La máxima socialdemócrata en el ámbito penal vuelve a cobrar triste protagonismo tras el asesinato de una persona por llevar unos tirantes con los colores de la-todavía-bandera nacional. El presunto criminal, pura coincidencia, pasó cuatro años entre rejas por dejar tetrapléjico a un guardia urbano de Barcelona, y una vez reinsertado asesina, presuntamente, a golpes a un hombre al que consideraba un franquista, que ya es sabido que Franco no ha muerto hasta que lo diga el duopolio televisivo. Cuatro años, curiosamente, es la pena impuesta a uno de los que entraron en la librería Blanquerna a dar unas voces y algún empujón, pero con el agravante de odio, martingala legal que nos llevará, en espiral infinita y ridícula, a castigar con saña incluso a los que odian el delito y compadecen al delincuente: ¡será por pleitos y ropones!

Dicen que la muerte iguala a todo el mundo, pero ello sólo es así en lo puramente biológico, no en lo jurídico, y menos en lo político, donde la relevancia reside en haber luchado mucho-doctrina sorayesca-para traer la democracia a España, méritos que no atesora aquel franquista que luce tirantes rojigualdos. Descanse en paz Víctor Laínez, y que la tierra de un país miserable le sea leve.

lunes, 11 de diciembre de 2017

De la falsa intervención



Que la aplicación suave del 155 traería situaciones surrealistas era una verdad incuestionable que hasta los flabelíferos del gobierno reconocían entre tertulia y tertulia. La televisión autonómica en permanente agitación, los maestros con el agit-prop de toda la vida y hasta los bomberos catalanes, a lo Fahrenheit 451, acudiendo en procesión a Bruselas para homenajear a un Fuigdemont que todavía puede ganar unas elecciones que jamás debieron convocarse: la vida sigue igual. Ya decía Rajoy que el dichoso artículo era muy complicado, de ahí que acorralado por las circunstancias y haciendo gala de su talante morigerado optase por meter sólo la puntita, nada más.

Y surrealista, entre otros, es el episodio de las obras de Sijena, ya que una autonomía presuntamente intervenida no debería permitir que uno de sus delegados de cultura amenace con quitar servicios sanitarios a Aragón si el traslado se consuma. Pero así esta España autonómica del Estado de partidos, la misma que propicia que si un padre exige que su hijo se escolarice en castellano en la región valenciana reciba como respuesta del director del colegio que lo mejor es que se lleve al niño a Cuenca, que también existe. Tamaña y gentil recomendación encierra en sí misma una idea de nación que, desprovista de mecanismos de defensa, no es que esté invertebrada, es que está descabezada. Pero lo importante, cantan los flabelíferos, es el traslado a Sijena, que demuestra que la ley se cumple, y se acata, como los excarcelados por el juez Llarena acatan el 155.

jueves, 7 de diciembre de 2017

Déjà vu



La decisión del juez Llarena de retirar la euroorden contra Puigdemont y resto de fugados nos aboca a un limbo jurídico y político de difícil solución que puede eternizarse. En otra época ya muy lejana, con el prófugo muy lejos de la vieja Europa, quedaba el recurso de montar una película barata de espías, falsos papeles y entregas pactadas por televisión, pero hoy día, cuando todo se ventila con esa asepsia de la que hace gala el citado juez, las cosas resultan mucho más complicadas. Queda la esperanza de que el tránsito por ese limbo sea amenizado por alguna fotografía de los huidos en situaciones embarazosas, algo que si bien es complicado, véase la pinta de casta que luce la señora Ponsatí, no debe descartarse del todo, que del seny a la rauxa sólo hay un paso. 

viernes, 1 de diciembre de 2017

La memoria



Hay que reconocer que el presidente del gobierno es una mina, ya sea por su indolencia sin límites, ya sea por ese estilo tan campechano que muchas veces lo hace naufragar, aunque sin graves consecuencias, en la mayor de las torpezas. Aprovechó el hombre su visita a Costa de Marfil, un destino poco amable, para dirigirse a los militares allí destinados, en especial a los de la Armada, a los que recordó que había vivido muchos años al lado de la Escuela Naval de Marín, en la calle Salvador Moreno, para añadir con ese tono jocoso tan suyo que no sabía por qué ahora le habían cambiado el nombre, pero que él la seguía llamando así. Obviamente, el cambio de nombre obedece a las imposiciones de la Ley de Memoria Histórica, pues el citado Salvador Moreno fue un almirante que se alzó el 18 de julio y que llegó a ser ministro de Marina.

La chanza del gallego en el frente africano no tendría mayor trascendencia si no fuese porque esa infame ley pudo haber sido derogada por el gobierno hace ya años, cuando llegó al poder con aplastante mayoría, volviendo esa calle, si el municipio así lo quería, a lucir el nombre de antaño, tan querido por el presidente y su memoria. Ocurrió lo mismo con la ley del aborto, otra promesa incumplida que provocó la dimisión de Gallardón como ministro de justicia. Pero es más fácil encogerse de hombros, alegar desconocer el motivo y afirmar que, en todo caso, uno sigue llamando a la calle como quiere, tal que uno de Bilbao, que nace donde quiere. Pragmatismo e indolencia a partes iguales, la marca de la casa.      

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Un balance poco vistoso



La otra noche el presidente del gobierno concedió una entrevista a una de las televisiones del duopolio que con el que hace tiempo decidió obsequiarnos  el Estado de partidos. Como era de esperar la cosa giró en torno al apaciguado separatismo catalán y al inefable 155, criatura que cumplía un mes de vida y a la que había que homenajear. Como el entrevistador era malo y tonto a partes iguales, la entrevista fue una suerte de baño y masaje, nada de incomodidades-qué pasa con TV3 y los Mossos-para nuestro estadista registrador, que el hombre pudiera lucirse con esa coletilla tan suya, la ley, la ley y otra vez la ley.

Lo único relevante fueron tres perlas que demuestran el talante del presidente y lo que de él se puede esperar, o tanto se ha esperado, porque la intervención suave de la autonomía catalana ha llegado cuando ya no había más remedio. Una, que para Rajoy en Alemania sólo existe un estado, Renania del Norte-Westfalia, al que siempre cita como ejemplo de hipotéticas  secesiones  que la Unión Europea nunca autorizaría. Dos, que su concepto de los catalanes y españoles, como si fuesen entes diferentes, es muy similar al que tiene Junqueras o cualquiera de los Jordis, llegando a poner como ejemplo de ello el hecho de que gentes de otros lugares de España llegadas a Cataluña se hubiesen emparentado con catalanes de rancio abolengo, no pasando nada, oiga, como si una de las partes, adivinen cuál, fuese subsahariana. Y tres, y más emotivo, Rajoy estaba muy afectado por la muerte reciente del fiscal jefe de esa región, uno de los peones togados en los que se parapetó para no dar la cara más allá de lo que fuese imprescindible. Como es de ver, nada nuevo bajo el sol, todo muy previsible y anodino, como ese 155 que ya nació para poquita cosa.

lunes, 27 de noviembre de 2017

Acogedores



Cuando se dice que tenemos unos políticos que no merecemos-quizá sí que los merezcamos y es mejor no hacer autocrítica-sin duda se piensa en el inefable Zoido, un hombre que tiene pinta de cualquier cosa menos de ministro. La última, ahora que hay relativa calma con la independencia catalana, ha sido aprovechar la presentación del nuevo modelo de centro de internamiento de extranjeros para afirmar-presumimos que hinchando su generosa panza cual cortejo entre pajarracos-que ello permitirá ampliar capacidad de acogida. Y nos reíamos de Zapatero y Caldera con sus efectos llamada. Todo empeora.

Y es que al pancista sólo le ha faltado detallar todas las comodidades de las que gozarán aquellos que sean internados por el plazo máximo que marca la ley, porque enumerar aquellos países que no tienen convenio de repatriación con España es innecesario, pues las mafias lo saben de sobra y es lo que venden en origen. Nada igual se veía desde que la Armada española empezó a usar Twitter para detallar los salvamentos que llevaba a cabo y hacer autobombo de su eficacia en la recogida de pateras. Queremos acoger,  prometían no hace mucho los progres catalanes; estamos acogiendo, sube la apuesta Zoido.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Los derechos de los territorios



En un gesto de cara a la galería Albert Rivera ha pedido que se derogue el cupo-más bien cuponazo-del que desde tiempos inmemoriales disfrutan vascos y navarros. Cara a la galería y pose demagógica a la que tiene derecho, porque sabe perfectamente que nadie está por esa labor que igualaría un poco, al menos en el bolsillo, a todos los españoles. La martingala del llamado concierto tiene en el gobierno del Estado a su principal defensor, pues supedita ese interés general a sus trapicheos cortoplacistas con los siempre poco leales nacionalistas vascos y también, ahora más que nunca, navarros. Ciudadanos estos últimos a los que, con mayoría absoluta, prometió derogar su posible anexión al País Vasco y que ya poco esperan al respecto. 

Por mucho que Ciudadanos proponga medidas innovadoras, hay cosas que ya están metidas en ese melón constitucional al que ahora todos quieren meter mano: el Rey para serlo debe jurar respetar los derechos de los ciudadanos y ¡de las comunidades autónomas! Un eufemismo morigerado para no decir que debe jurar los fueros. Aunque, quién sabe, quizá el partido de Rivera nos sorprende con su experto en esa comisión de jurisconsultos, el siempre brillante Carreras, un hombre que ha nacido para crear constituciones y que se ofrece para lo que sea, aunque sus credenciales no son precisamente muy liberales. Pero qué más da: quién es liberal en este país de foralistas.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Elogio del pollo



El llamado exilio catalán nos deja esta bonita y tierna imagen de los fugados con su abogado: una distendida comida con el pollo como protagonista. No nos extenderemos en la bondad de ese alimento, ni tampoco en su maldad, que también la tiene, como advirtió hace tiempo Evo Morales, y no señalaremos a nadie de la mesa, pero sí nos centraremos un poco en las caras de felicidad que transmiten los comensales, lo que evidencia que ese exilio, como era de esperar, no tiene nada de traumático y sí mucho de chiripitifláutico. 

Porque parafraseando a Carlos Semprún con París, bien podemos decir que el exilio de Bruselas está resultando una fiesta. Políticos de todo pelaje y leguleyos que van y vienen, entrevistas de Fuigdemont y sus secuaces en diferentes medios y unas autoridades belgas que se ríen del gobierno de España solicitando información sobre sus prisiones, cuando todo parece indicar que las de  Bélgica-donde desconocen la máxima de odia el delito y compadece al delincuente-son una porquería. Aunque al paso que va el sainete, y si tenemos en cuenta el interés del gobierno por no tener presos en las listas electorales del 21-D, no parece que los fugados vayan a pisar una cárcel española, y si lo hacen será el tiempo justo hasta depositar una fianza. Todo un pollo el del 155.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Numeritos indoloros



El último numerito montado por el diputado Rufián luciendo unas esposas que vaya usted a saber dónde las compró ha evidenciado lo que es la aplicación práctica del artículo 155, esa entelequia que Rajoy nunca quiso sacar del cajón del consenso del 78 y que cuando salió como conejo de la chistera los flabelíferos del Régimen cantaron como si fuese el Gordo de Navidad. Ver la forma trabajosa y fatigosa con la que se puso de pie el interpelado Zoido para responder al diputado separatista muestra a las claras cómo se gestiona este trance delicado en la España actual: despacito y con buena letra pero con escasos, nulos resultados. Y todo para que el requirente te deje con la palabra en la boca y abandone el templo de la soberanía con esa chulería que sólo ostenta el que se sabe impune.

Porque la soberbia del rufián Romero y las fatigas de un ministro con pinta de bedel explican muy bien lo que está siendo esta intervención de la autonomía catalana: mucho ruido y pocas nueces. Los docentes catalanes, esos que con amparo constitucional convirtieron al diputado de Santa Coloma de Gramanet en fanático nacionalista, siguen impartiendo su doctrina en dura porfía con la propaganda que emite a todas horas la televisión autonómica, y todo mientras los policías de Trapero, otro charnego que ahora se dedica al papeleo, eso dicen, en la comisaría de Les Corts, miran al tendido como si la cosa no fuese con ellos. Todo un numerito, como el 155.


lunes, 13 de noviembre de 2017

Un panorama



Vino Rajoy a Barcelona y dijo que tendríamos elecciones, y además un jueves, porque él, presidente de España, las había convocado. En justa reciprocidad, uno espera que pasado el día de marras, y si la cosa no sale bien, vuelva el hombre y diga que él, y sólo él, ha perdido las elecciones. Porque a fin de cuentas, y con el 155 en la mano, él y nadie más que él es en la actualidad el presidente de Cataluña. Poco importa que la televisión autonómica continúe en manos de los rebeldes, o que la policía autonómica vaya a lo suyo en la no persecución del delito, o que los maestros digan que ellos seguirán aleccionado y sumergiendo a los niños en catalán desde la más tierna infancia, como si al presidente le importase algo esto y todo lo relacionado con el nacionalismo. Pero son las cosas de la intervención suave, que es y no es a la vez.

No en vano y una vez pase la tormenta, el presidente y los suyos y los otros ya tienen decidido reformar la Constitución para, en palabras del locuaz Dastis, buscar el soñado encaje de los catalanes en España. Y a eso vamos: una vez liberados los encarcelados y retornados los exiliados, que ojalá, según el gobierno, puedan hacer campaña, tendremos elecciones que dejarán el panorama más o menos igual aunque, vista la abjuración de Carme Fortasec, un poco más domesticado. Tras ello, se abrirá el último melón del 78 y salga lo que salga tendremos otros cuarenta años de relativa tranquilidad. Pero sobre todo serán años y años de absoluta monotonía, porque Cataluña seguirá igual, aunque ya sin un molesto e incómodo 155. He ahí el encaje.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

Vuelo 155



Qué es, o qué era, el 155, se pregunta el vulgo mientas acude a los bancos catalanes a sacar sus ahorros y observa el corte de carreteras y vías de tren ante las narices de unos policías presuntamente intervenidos por la autoridad, siempre dudosa, del pancista Zoido. Depende, diría un gallego como el presidente del gobierno. Una piltrafa, sospecha el contribuyente mosqueado.

En realidad, el 155 ha sido suave, soft, tal que ese cine pornográfico que se puede emitir en abierto, de ahí que Junqueras y compañía hayan acabado en una cárcel contra el criterio de los tertulianos del Régimen, que nos cuentan que la medida es demasiado dura, y sólo porque una juez díscola ha visto reiteración delictiva y riesgo de fuga. Nada que no pueda resolver el Tribunal Supremo en una macrocausa-ésas que siempre mueren de asco en el laberinto de la justicia-con cientos de alcaldes en el banquillo, ellos y sus respectivas varas, los mismos que con cargo al erario público cogieron un avión, el vuelo 155, con destino a Bruselas. Ya decía el presidente que el 155 era muy complicado: tanto lo era que han tenido que ir dos centenares de sediciosos a explicarlo por esos mundos. 

lunes, 6 de noviembre de 2017

Quo vadis, Alonso?



De las muchas reacciones histéricas que está deparando el prusés me quedo con la del abogado Alonso Cuevillas, que lo es de unos cuantos de los sediciosos- no diremos rebeldes por ser motivo de honda polémica jurídica-encarcelados. Como Rajoy ha querido un artículo 155 tan blandito como él mismo y su gobierno, Alonso se pasa más tiempo en TV3 y sus terminales que en su propio despacho preparando esa complicada defensa ante la que él, reputado jurista, considera una justicia poco democrática.

El hombre-que compareció con sus clientes a lo Reservoir Dogs y portando una descomunal maleta donde, cual mago ambulante, guardaba todas sus artimañas legales-no ha encajado muy bien la prisión incondicional de sus defendidos, de ahí que vierta toda su bilis en los medios afines, cambiando la faceta de letrado por la de propagandista sin escrúpulos y sin vergüenza. Él ha sido el que ha propagado la especie de los malos tratos presuntamente sufridos por sus clientes en su traslado a la prisión, soslayando el onus probandi, que en el foro obliga a probar todo aquello que se alega. Quizá en esa abultada maleta-además de un osito de peluche para Junqueras-contenga las pruebas de las presuntas sevicias que de momento oculta, como se ocultó su principal cliente en tierras belgas. Entre prestidigitadores anda el juego.

viernes, 3 de noviembre de 2017

Déjà vu



La repetición de la historia como farsa, un tópico de manual. Queda por ver si la repetición será completa y, condenados los culpables, vendrá un gobierno con alguna medida de gracia. De hecho, la turba podemita ya anunciaba ayer que en su programa electoral llevaría la amnistía para los rebeldes, soslayando que dicha martingala no tiene cabida en el ordenamiento jurídico, aunque para ser justos tampoco cabría la amnistía fiscal y vaya que sí, que cabe, es otro clásico con el que nuestros próceres nos obsequian de vez en cuando.

La única diferencia, de momento, es que el Presidente cesado de la autonomía, otro ciclotímico como aquel mártir, ha puesto tierra de por medio y se ha refugiado en tierra de pasteles y chocolates, lo que a modo de magdalena de Proust le habrá transportado a su más tierna infancia. ¿Y qué es la infancia, magro consuelo, sino la única y verdadera patria? Todo terriblemente nostálgico y melancólico, como la particular historia de esta infamia que, como es tradición, volverá por sus fueros con un aroma que no será precisamente dulce.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Franco, Franco, Franco



Uno de los aspectos más grotescos del llamado prusés ha sido ese sacar en procesión una y otra vez y en alegre comandita a la figura de Franco. En el bando nacionalista esa invocación es algo de lo más normal, toda una seña de identidad, porque el invicto Caudillo siempre fue una suerte de trasunto de Felipe V, un fantasma que nunca había muerto del todo, un espectro que aparecía de vez en cuando, ya fuese para clausurar colegios electorales el 1 de octubre, curiosamente el Día del General, ya fuese para poner a buen recaudo a los sediciosos Jordis en Soto del Real.

Más chocante ha sido esa misma invocación por el llamado bloque constitucionalista: desde una María Soraya que airada nos contaba cuánto costó, que se lo digan a las Cortes franquistas, traer la democracia a España, hasta una intrépida Arrimadas, nacida en 1981, que exhortaba a los separatistas a no declarar la independencia con parecido y vacuo argumento. Si en el separatismo esa obsesión responde al sectarismo y a la manipulación de la Historia, en el otro lado idéntica fijación sólo puede obedecer a una profunda incultura y a la falta de formación. O eso, o nuestras chicas no han leído a Lakoff y siempre piensan en el elefante.

lunes, 30 de octubre de 2017

A divertirse



Decía Lafargue que al día siguiente de la revolución habría que pensar en divertirse. Y eso es lo que han hecho los rebeldes catalanes tras la falsa proclamación de una república que, como esos fetos inviables, ya nació muerta. Se proclamó y todos se fueron de fin de semana, empezando por Puigdemont, que tiró para su Gerona natal a tomarse un aperitivo rodeado de devotos. Y como él, uno tras otro, todo el resto de una camarilla que ni siquiera fue capaz de votar dando la cara, como si el gobierno de la nación fuese a proceder contra ellos por algún tipo penal de ésos que, como dice el Fiscal General, son muy complicados de probar. Acabáramos.

Los que no se tomaron fiesta y siguieron al pie del cañón fueron las gentes de TV3, quienes sabiendo que el Gobierno no los había intervenido continuaron con la fiesta de la república, así que emitieron las palabras de Puigdemont mientras le seguían dando el tratamiento de President, quizá animados por las palabras de Méndez de Vigo, el locuaz portavoz de la cosa, referentes a que el Gobierno vería con buenos ojos que el destituido se presentase otra vez a las elecciones. Y luego nos cuentan que el 155 sirve para reponer la legalidad en Cataluña, cuando lo que se busca es reponer lo mismo que había, o algo muy parecido. Días de gloria y diversión se avecinan, y TV3 nos lo contará.

jueves, 26 de octubre de 2017

Todos los primos



Pocas imágenes atesoran más y mejor la categoría de metáfora que la de unos Jordis eufóricos subidos encima de un coche de la Benemérita. Esa fotografía, que a la postre y junto con otros clamorosos indicios ha llevado a la cárcel a la pareja inseparable, ha sido el clímax del proceso separatista, pero también de la posible reacción contra una sedición en toda regla, el fin de fiesta que presagia una terrible resaca. 

A partir de esa noche, el independentismo no ha hecho otra cosa que rodar y rodar por la pendiente hasta el día de hoy, o de mañana, cuando Puigdemont se la envaine, diga nones a una declaración de independencia y convoque unas elecciones autonómicas que, posiblemente, aúpen a su compadre Junqueras a la poltrona que él dejará libre y expedita. El precio a pagar, obviamente por los no nacionalistas, y esto es lo peor, será volver a meter el dichoso 155 en el polvoriento cajón del que nunca quisieron sacarlo. En el camino quedarán el mensaje del Rey, la gran manifestación del 8 de octubre y la ingenua sensación de que por fin algo podía cambiar, y a fondo, en un régimen corrupto: la melancolía, y con ella la peor nostalgia, la de añorar lo que nunca jamás sucedió. No parece que en esta historia sean los Jordis los únicos primos. Al menos a éstos les han dedicado unas camisetas.

lunes, 23 de octubre de 2017

Escraches



Días atrás, y guardando cierta relación con el prusés catalán y sus efectos colaterales, Mónica Oltra, mandamás de la Generalidad Valenciana, sufrió un escrache. Ya dijo Pablo Iglesias, cuando estas prácticas las sufrían las gentes de orden, que el escrache era el jarabe democrático de los de abajo. Y algo de cierto hay en esa máxima, pues los que se apostaron frente al domicilio de Oltra eran diez o doce fascistas valencianos pertrechados con una bandera nacional y el Viva España del ya eterno Manolo Escobar. Porque el fascismo son los de abajo, la clase media baja y obrera  que no se levanta los emolumentos de la señora y su casta. Aunque visto el aspecto habitual de Oltra y el escaso número de fascistas allí congregados, bien puede decirse, en  términos penales, que aquello no pasó de una tentativa absolutamente inidónea, que siempre quedaría impune. Todo lo demás son ganas de enredar.

miércoles, 18 de octubre de 2017

La respuesta



Es muy posible que la tan esperada respuesta del rebelde Puigdemont sea de esta guisa, como la misiva que un niño de la Costa Brava-publicada, cómo no, por el diario del Conde de Godó-envía al Presidente del Gobierno. En fin, Sr. Rajoy, que no moleste usted más a los catalanes, grandes y chicos, padres y niños, todas y todos. ¿Habrá otra prórroga para saber si el rebelde ordenó el código rojo? El mundo en vilo a la espera de las medidas del Presidente.

lunes, 16 de octubre de 2017

Un lunes más



Andaba el pueblo emocionado con este lunes atípico: que si Puigdemont diría que sí, que proclamó la república, que si en justa reciprocidad se aplicaría el 155 y hoy mismo se cerraba TV3, que si Trapero y los Jordis dormirían en prisión, que el Mayor hasta iba de paisano y los barbudos con mochila por si las moscas...Al final el lunes resultó como todos los lunes, una cosa anodina que pasó, o casi ha pasado, sin pena ni gloria, por lo que todo salió según lo previsto, que bien puede resumirse en una nueva versión de la gracieta de antaño referida al Real Madrid: ¿y Trapero qué, otra vez campeón de Europa?

Y es que resulta tan extravagante el delito de sedición, que un ropón examina los indicios de su comisión, los considera sólidos, le pide opinión al fiscal y le dice al reo que se vaya a comer y que vuelva dentro de un rato, a ver qué hago con usted. ¿Y qué hace su señoría? Pues no jugarse la carrera, darle suelta con retirada del pasaporte y decirle que vaya a verla cada quince días, de paisano o de uniforme, como le venga en gana. Sostienen los optimistas, para justificar la libertad y no la prisión provisional, que en todo caso la sedición ya se ha consumado, por lo que no cabe hablar de reiteración delictiva, pero uno se pregunta si entonces no estamos ya en la antesala de lo otro, que es la rebelión.

Son los mismos optimistas que hasta hace bien poco decían, y siguen diciendo, que para esto no hace falta el 155, que es una cosa muy farragosa, sino el Código Penal. Pues ya lo ven, no parece que la sedición esté en ese texto legal: ni está ni se le espera, como aquel general del único golpe-o autogolpe- de Estado que hemos conocido. Porque lo de Cataluña parece un golpe pero no lo es, como certifica María Soraya cada vez que toma el micrófono y habla a Puigdemont: nadie ha tenido tan fácil evitar que se aplique la Constitución. Insuperable, sin duda. A estas horas de este lunes  que tanto prometía quedan por declarar los dos Jordis, pero a estas alturas elucubrar sobre su suerte procesal es ya obsceno: sólo hay que ver la cara de felicidad con la que ambos hacen el paseíllo en la Audiencia Nacional. ¿Y las mochilas? Quia, recuerdos de su época cumbayá.

Adenda: Dos horas después de escribir estas líneas se conoció que los Jordis iban camino de Soto del Real, lo que no deja de causarme una cierta, aunque gozosa, sorpresa. Si bien no habrá que dejarse llevar por la euforia y sí preguntarse por qué estos tipos dan con sus huesos en la cárcel y no corren la misma suerte Trapero, Junqueras y Puigdemont. Habrá que esperar. 

viernes, 13 de octubre de 2017

El sobre



Anda el personal alborozado porque María Soraya ha mandado un burofax de correos al sedicioso, y ya rebelde contumaz, Puigdemont para que aclare si ha proclamado la república catalana independiente de su casa. Más procedente y contundente hubiera sido mandar el requerimiento metido en un sobre y entregado por un motorista, pero eso olería a rancio franquismo y ya se sabe que María Soraya aborrece un régimen-curiosamente de abogados del Estado como ella-que según la señora costó mucho esfuerzo derribar, tanto que ella gateaba con chupete cuando falleció el Caudillo.

Tiene la cosa un aire de opereta chusca que es presagio de todos los males y que no viene sola sino acompañada de una serie de nefastos augurios: acuerdo con los socialistas para una reforma constitucional que nadie quiere, alegría desmadrada de los tertulianos aprovechando un desfile militar y un deseo irrefrenable por evitar la aplicación del dichoso artículo 155. Quedamos a la espera de la respuesta del rebelde pero mucho tememos que nos metamos de lleno en un terreno que ya no será jurídico sino puramente semántico: proclamé pero no proclamé, suspendí pero no suspendí…Qué nostalgia de aquellos tiempos del motorista y el sobre, anticipo metafórico de un cese fulminante, pero es lo que tiene este régimen de partidos y leguleyos, que nada es lo que parece: ni siquiera los golpes de Estado. 

viernes, 6 de octubre de 2017

Hilitos de una tragedia



Algo hemos ganado con el serio conato de independencia catalana, y es que el Presidente del Gobierno se ha vuelto un hombre más cercano al pueblo que ha tenido a bien depositar en él su confianza: del frío plasma hemos pasado a una entrevista en la Agencia EFE para explicarnos que la unidad de España no se negocia y que se tomarán todas las medidas necesarias-que no las detalla-para garantizar un orden constitucional que naufraga en las turbulentas aguas de un régimen en descomposición.

Requerido por la cuestión en su reciente visita a Estados Unidos, el hombre dijo que no había peligro, que eso de la independencia era muy complicado y que además, ahí nada es nada, los sediciosos no tenían papeletas para votar. Luego se comprobó que tenían papeletas, urnas donde depositarlas y policías que las custodiasen para su posterior recuento, lo que nos trajo a la memoria sus inolvidables hilitos de plastilina para valorar el desastre del Prestige. Dirán, seguirán diciendo, sus gregarios que sabe administrar los tiempos. Y es cierto, pero son los tiempos de los demás, los de los jueces, fiscales, policías…y hasta los del Rey.

lunes, 2 de octubre de 2017

Qué buen vasallo



De la jornada de ayer, y a modo de corolario, debe traerse el qué buen vasallo sería si tuviese buen señor referido al Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil en la defensa de una ley que por estos pagos ni rige ni está ni tampoco se la espera. Y muy especialmente tras la comparecencia del presunto señor, negando lo evidente y ofreciendo diálogo. Todo lo demás que ya se pueda decir, excepto el aplauso a esos agentes, es superfluo, inane y hasta subnormal. Como el presunto señor.

viernes, 29 de septiembre de 2017

Un coronel



Parecía que el gobierno había colocado a un coronel para poner firmes-coordinar, nombre técnico-a los mozos de Trapero, y decimos parecía, fracasos al margen, porque el coronel acude a las reuniones de rigor sin lucir uniforme, estrellas y condecoraciones, lo que sí que hace el Mayor de Santa Coloma. Es esta desnudez, la de ir de paisano siendo militar, el perfil bajo que hasta aquí nos ha traído y del que difícilmente nos van a poder sacar. De los Cobos es hermano de aquel Presidente del Tribunal Constitucional que decía que el intento de secesión catalana era un problema político y no jurídico, y en eso parece estar también el coronel, que acude a sentarse con los rebeldes vestido con el siempre sobrio traje de los políticos. No sabemos si nuestro hombre ha leído a Spengler, pero si lo ha hecho da una nueva interpretación a la máxima del pensador alemán y considera que si al final un pelotón de soldados tiene que salvar la civilización que lo haga, qué remedio, sin ensuciarse mucho el traje.

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Sin ofender mucho



En este trance de un prusés que enfila su recta final hay que reírse ya de todo sin tener mucha compasión por aquellos que puedan darse por ofendidos: donde no rige la ley, que impere el humor. Conocida es la anécdota del embajador británico que en 1942, y ante la avalancha de estudiantes falangistas que se manifestaban frente la embajada británica en Madrid reclamando la soberanía española sobre Gibraltar, pidió a Serrano Suñer, a la sazón ministro del Interior, que no le enviase más policías sino menos manifestantes.

De esa historia, salvando alguna distancia, se acuerda uno cuando lee la noticia de que el ministerio del pancista Zoido desautoriza los actos de despedida-a por ellos, oe, canta el personal-a los agentes del orden que partan para el Ostfront. Parece como si el rebelde Puigdemont hubiese llamado a Rajoy para decirle que si le tienen que mandar muchos guardias, vale, pero que no vengan con la moral alta y sí un poquito avergonzados, de tapadillo, sin ofender. Esto no se le ocurre ni al que asó la manteca, pero sí al del barco de Piolín. Y el Presidente en USA, donde se manda al Ejército para que se cumplan derechos civiles, mientras él se apaña con unos ropones del Constitucional y un despacho para Soraya en Barcelona. Qué poco nos pasa y cuánto merecemos. Oe.

lunes, 25 de septiembre de 2017

La revolución



El pasado viernes estuve en la Ciudad de la Justicia-por la cafetería andaba un circunspecto Junqueras-y pude ver a unos cientos, no muchos, de separatista esperando a que el juez del 13 diera suelta los detenidos del Prusés. Al marchar, y mientras cruzaba un paso de peatones, puede escuchar como un motorista a lomos de una Harley-Davidson increpaba a un hombre de mediana edad envuelto en una estelada: ponte a trabajar, cabrón, y paga impuestos, mamón, subnormal. El hombre calló ante los improperios y siguió alegre la senda del paso de cebra en pos de la multitud en la que diluirse.

He ahí el quid  de la cuestión: que esta es una historia de muchos desocupados que tienen todo el tiempo del mundo para manifestarse, o de funcionarios que reciben libranza de sus jefes para la misma tarea, por no hablar de estudiantes que amenazan con huelgas que no atacan ningún sistema productivo. Queda claro que estamos ante una revolución de pijos y funcionarios, de ahí el apoyo de Comisiones Obreras-no hay obreros sin industria-a la charlotada, por lo que aquí no puede aplicarse la máxima de Lafargue, al día siguiente de la revolución habrá que pensar en divertirse: estos fulanos llevan toda esta revolución divirtiéndose. Tanto, que más que una revolución parece una gymkana. Lástima no tener un Tom Wolfe que lo cuente.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Un hombre sin Estado



Ayer noche, en hora de máxima audiencia televisiva, d el Presidente del Gobierno compareció de manera solemne para dar cuenta de las medidas adoptadas contra el desafío separatista. Aseguran algunos que vivimos un momento histórico pero lo cierto es que el único que está haciendo historia es Felisuco. De la comparecencia resaltar que Rajoy usó dos veces la expresión podemita la gente, una vez dijo parlamén y otra cheneralitá, lo que evidencia que al menos en lo relativo al lenguaje, casi siempre perverso, nuestro hombre va en la onda de los enemigos del Estado, que son legión y que ya hasta se manifiestan en la Puerta del Sol.

Por otra parte, y no es baladí, las entradas y registros y las detenciones practicadas ayer obedecen a una orden de un juez de Barcelona como consecuencia de una denuncia de VOX, partido por el que el Presidente no siente gran simpatía, y no por una orden del Gobierno a la Guardia Civil. De Fraga se decía que era un estadista sin Estado y de Rajoy bien se puede decir que es un hombre sin Estado-aunque lleve toda su vida amorrado a sus ubres-al que un vulgar rufián le exige que saque sus sucias manos de una parte de la nación. Por ello resulta preocupante su exigencia final a los rebeldes para que eviten males mayores: ¿la independencia, tal vez?

lunes, 18 de septiembre de 2017

El precio de la farsa



La última aportación de María Soraya al problema catalán ha sido, como es marca de la casa, una boutade: para afear a los rebeldes una conducta sufragada por el Estado que consiste en liquidar a su manera y en su feudo el Régimen del 78, la señora les ha dicho ¡con tanto trabajo que nos costó conseguir las libertades! Obviamente, y al  margen de que María Soraya usa el plural mayestático, pues cuando el Caudillo fue llamado por el Altísimo ella gastaba chupete, el reproche no tiene un pase, pues las libertades llegaron solitas, o de la mano de las Cortes franquistas, tras la muerte en la cama del Jefe del Estado.

Se principia falseando la Historia para encubrir extraños complejos de culpa y se acaba haciendo el juego a los enemigos del propio sistema, que de la falacia del coste de las libertades y la lucha antifranquista-que fue una oposición tan dura como la que sufre el régimen norcoreano de Kim Jong-Un-a la afirmación de que con Franco no se podía hablar catalán sólo hay un paso, el de la perversión del lenguaje, pero María Soraya es abogada del Estado, y colegas suyos fueron los amanuenses de un texto constitucional que nos legó el engendro perverso de nacionalidades y regiones. Y qué es una nacionalidad sino una nación, se pregunta el vulgo inocente mientras escucha aterrado a sesudos tertulianos hablar sin parar de un 155 que brota de la misma fuente que las nacionalidades. Todo, pues, es una farsa, una estafa, o un disfraz.

viernes, 15 de septiembre de 2017

La procesión del silencio



Javier Arenas, del que no se conoce oficio pero sí mucho beneficio, ha dicho sobre el contencioso catalán que la minoría silenciosa tiene que reaccionar ante la minoría extremista. La sentencia no deja de tener su gracia viniendo de un senador que si por algo se caracteriza desde hace muchos años es por ir a tan ilustre cámara de próceres a trincar el sobre mensual y no abrir la boca, pero también es una demostración de la actitud de su partido y del gobierno en este cansino problema: no hacer nada y que sean los afectados los que planten cara al desafío separatista.

Uno pensaba, en la tradición más liberal de las grandes naciones y asumido que los ciudadanos carecen del monopolio de la fuerza legal y tampoco tiene derecho a portar armas, que la cosa era al revés, que es la mayoría silenciosa la que se encomienda al gobierno para que no se impongan los extremistas, pero para el ínclito e incombustible Arenas-en la misma senda que su compadre Albiol, que se va del escaño abandonando la bandera-ha de ser esa mayoría silente y doliente la que se enfrente a los rebeldes sin más coraza que su excelente talante democrático, cara bonita y anchas espaldas. Sólo la gracia andaluza de nuestro senador tolera tamaña estupidez.

martes, 12 de septiembre de 2017

El cafelito



Pensarán ustedes, queridos compañeros de esta Legión, que me he aficionado a la inefable Sánchez Camacho, pero es que si uno debe resumir este sainete de la independencia tiene muy complicado hacerlo de manera gráfica sin recurrir a la fotografía de esta señora, amén de la no menos inefable Levy, con el rebelde Puigdemont y el cafelito de marras. Y decimos sainete porque visto el buen rollito y las risas y aplausos entre los actores, mucho de cómico tiene esta historia, tanto que uno ya duda del numerito consistente en abandonar los escaños y dejar las banderas, inclinándose por creer que era otro elemento más de un atrezzo ya insoportable, en este caso para la hazaña de una vieja podemita que, con cachondeo generalizado, trincaba esos símbolos en una sala que ya era un manicomio.

Quizá quede gente que todavía, con un poco de razón pero con mucha ingenuidad, invoque a Churchill con el reproche a Chamberlain, deshonor y guerra a la vez, pero es algo demasiado  serio, por histórico, acudir a personajes que son patrimonio de grandes naciones. Aquí, mucho más mediocres, tras un intento de secesión en toda regla, unos y otros toman un café que, para desgracia del vulgo, no es para todos, sólo para ellos, por lo que la única cita de la que se puede echar mano es, mutatis mutandi, la de aquel ilustre catalán, Josep Pla: ¿y esto quién lo paga? Fácil es la respuesta.

jueves, 7 de septiembre de 2017

El pelotón



El esperpento de ayer en Cataluña ha tenido una justa réplica por parte del gobierno: convocar una comisión de subsecretarios y poner firme al Tribunal Constitucional para que sea éste, al menos hasta que acabe la Vuelta Ciclista a España, el que empitone a los sediciosos, o al menos lo intente. No por esperado habrá resultado menos decepcionante para muchos ingenuos que esperaban un golpe de efecto que pusiese fin a la farsa, pero es lo que tiene invocar una y otra vez el imperio de la ley, que un día descubres con desencanto que ese imperio es la banda de Soraya y sus abogados del Estado-a su manera estadistas-y unos cuantos tertulianos de TVE que siguen en la pantalla desde la Transición. Unos y otros y en alegre comandita son ese pelotón de torpes que al final siempre acaba hundiendo una civilización. Es la tradición. Y la historia.


lunes, 4 de septiembre de 2017

La sinécdoque perfecta



Más allá del atentado de las Ramblas, sobre el que ya se ha escrito casi todo, el tórrido y felizmente acabado agosto nos deja una imagen impagable, la de una se esas reuniones veraniegas del Congreso que para nada sirven, una fotografía con unos curiosos protagonistas y que atesora una enorme plasticidad. Un diputado del PP que parece confesarse con otro colega, o socio, de Ciudadanos, la grotesca Camacho con una pata ortopédica que es metáfora de una España quebrada y un diputado nacionalista vasco que se parapeta junto a lo que parece un extintor, quizá una manguera, de incendios y espía a los que considera, seguramente, sus enemigos. Podrá decirse que faltan Tardá y Rufián-que estarían en el bar-o un socialista y un podemita, que tanto monta, pero lo bueno que tiene esta España del Consenso es que unos cuantos de sus próceres representan a todos los demás. Es la sinécdoque perfecta y permanente, la que no descansa ni en agosto y que se reinventa, ya están ahí, cada septiembre.

miércoles, 30 de agosto de 2017

Más demencia



Catalonia, a la vista está, anda más demente que nunca, aunque sea agosto, si bien el inminente día 1 de octubre no entiende de calor ni de vacaciones. Por eso, bueno es dejar aquí la entrevista-quién sabe si también para la Historia-que para El Catalán hizo Sergio Fidalgo al amigo Tolerancio a cuenta de su Demens Catalonia. 



jueves, 27 de julio de 2017

De la prueba testifical



Ayer paso por la Audiencia Nacional, en calidad de testigo, el Presidente del Gobierno en el juicio de la Gürtel. Como era de esperar, el gallego se fue de rositas, lo que para un testigo en un proceso es lo habitual, ya que lo contrario equivale a ser empapelado por ofrecer falso testimonio. Para los apologetas del Presidente, que son los mismos del Consenso del 78, el hombre salió airoso y rumboso; para los detractores, que se reúnen todos en las televisiones del duopolio, aquello fue una colosal estafa que contó con el apoyo del presidente del Tribunal, quien no tenía empacho en no permitir aquellas preguntas que resultaban a todas luces improcedentes o directamente estúpidas, si bien tampoco llegó la pregunta del millón y a gritos: ¿ordenó usted el Código Rojo?

Entre los más airados, cómo no, el amigo Echepenique, consejos vendo que para mí no tengo, que desde su púlpito cibernético soltaba la bilis habitual, quizá porque pensaba que de esa pantomima Rajoy salía esposado camino de Soto Real. Tanto desconoce el podemita el foro, que se quejaba con amargura de que con ese magistrado cortante Rajoy no necesitaba abogado defensor, como si los testigos fuesen a juicio con asistencia letrada. Supina ignorancia jurídica, la de tanta garantía de defensa, que sorprende en alguien que no deja de ser un aprendiz, minúsculo en todos los sentidos, de aquel fiscal Vyshinski. Para mandarlo a la Lubianka, y cuesta abajo.

martes, 25 de julio de 2017

De culo



Superado lo grotesco, hay algo obsceno en todo el prusés catalán que va más allá de lo disparatado de la propuesta y los medios empleados. Lo último, justo cuando aquellos que todavía atesoran un poco de cordura abandonan el barco, ha sido meter en danza a la ínclita Yoko Ono, un personaje sobre el que uno no tenía del todo claro si seguía en este mundo o había pasado a mejor vida, las mismas dudas que le embargan referentes a si esta mujer sabe dónde está Cataluña, aunque público y notorio es que la mayoría de manifiestos, aquí y allá, se firman sin leer su contenido. El caso es que Ono, toda una especialista en rupturas, está a favor del derecho a decidir de los catalanes, como también, si se le pone delante el papel para que figure como abajofirmante, estará a favor de la autodeterminación de los riojanos.

Más que visto el culo de Yoko Ono, uno de los más feos de la historia humana, y como acicate para aquellos  que todavía tienen dudas de cara al 1 de octubre, no estaría nada mal que mostrasen el suyo musas del prusés como Pilar Rahola o Nuria Feliu, acompañadas del inefable Lluís Llach y su inseparable estaca. Qué mejor metáfora para la apasionante aventura que se emprende.

viernes, 21 de julio de 2017

Autocrónica




  Presentación del libro Demens Catalonia

Crónica de Tolerancio


El pasado martes 18 de julio, el mismo día en que los chicos de CUP engalanaban las calles de Barcelona con un cartel de Franco y la leyenda NO VOTES, extravagante contrasentido pues el citado general estaba abonado a los referéndums, tuvo lugar en la Casa del Libro de Rambla de Cataluña la presentación del libro Demens Catalonia, de Javier Toledano, patrocinado por la Asociación por la Tolerancia.

La presentación corrió a cargo de Eduardo López-Dóriga, presidente de la Asociación, y de primerísimos espadas como Pablo Planas y Ramón de España. Lo cierto es que el evento fue la excusa perfecta para disfrutar de los parlamentos de ambas personalidades. Pablo Planas desglosó algunos de las entradas del libro, presentado en forma de diccionario (entradas que por voluntad del autor se denominan electrochoques en atención a la materia psiquiátrica tratada), y demostró con brevedad, ingenio y una capacidad de análisis sucinta y certera, saberse mejor el contenido del libro que el propio autor.

Ramón de España deleitó a los asistentes con sus chanzas y chascarrillos y su retrato irónico y vitriólico, de la insufrible realidad política propiciada por el régimen aborigenista. Tabarra fue la expresión más utilizada por el mordaz ensayista. Ambos ponentes compartieron la opinión, generosa e indulgente a buen seguro, de las bondades de la obra presentada. Y cedieron la palabra al autor que, para sus adentros se dijo ésta es la mía, agarró el micrófono con hambre lobuna y atizó una chapa considerable al auditorio, de tal suerte que uno de los asistentes, condenado ilustre de esta legión, no pudo evitar sestear en su localidad con los brazos cruzados sobre el pecho con gesto de beatitud abacial.

El autor abordó varios asuntos, como la redacción anterior de un manual de autoayuda para socorrer a los acomplejados, que rebautizó como amontillados, ante el nacionalismo indígena, el por qué de la elección del título y de la ilustración de la portada, una somera revisión de algunas de las entradas (o electrochoques) elegidas y la inclusión, en una hipotética y futura reedición, de otras nuevas con motivo de la abundante producción de gansadas y disparates de nuestro latoso particularismo. De esas futuras entradas fue celebrada con profusión de risas la que tituló tanque, en su acepción de carro de combate, y que reproducimos a continuación como punto final a esta crónica.    

Tanque: “Vehículo blindado que dispone de mecanismos de disparo de munición artillera que los nacionalistas más exaltados desean ver entrar en BCN por la Diagonal”.

“Para los nacionalistas, los tanques de la Acorazada Brunete devienen fetiches eróticos de gran poder afrodisíaco. Nuestros aborigenistas gimen, suspiran, levitan, se licúan, se deshacen en una torrentera de jugos… al soñar que una columna de blindados se desliza con su rechinante frezar de oruga metálica por el asfalto de la Diagonal… es el éxtasis… ni que decir tiene que muchos de nuestros nacionalistas abrigan el inconfesable deseo de ser abruptamente sodomizados por el apuesto oficial que emerge de la torreta con sus lentes polarizadas, bigotito recortado, pañuelo de seda al cuello y acento marcadamente extremeño”.

“Los adeptos a esa extraña parafilia, “el tanquismo” , conjugan esas fantasías voluptuosas inspiradas por el fálico cañón del carro de combate, escupidor de fuego y lava, con una suerte de épica suicida y martirial pensando que harán frente al invasor con las manos desnudas, como hiciera Jan Pallach, el héroe de la revuelta de Praga que se quemó a lo bonzo ante las divisiones soviéticas, o emulando el valiente desplante de aquel héroe anónimo de la plaza de Tiananmen que detuvo la marcha de un blindado del Ejército Popular”.

“En resumidas cuentas, el tanque ingresa en el devocionario masoquista indígena en el que forma trinidad iconográfica con la cabra de la Legión y la pareja de la Guardia Civil caminera con tricornio, capota y carabina Máuser al hombro”.

PS.- Cabe añadir que el autor distribuyó entre los asistentes un test (10 sencillas preguntas con tres respuestas posibles cada una) de resolución voluntaria destinado a medir el grado de acomplejamiento del examinando ante el nacionalismo indígena. Como quiera que dicho test obra en nuestro poder, y también el baremo de puntuación, no dudaremos en ponerlo a disposición de todo condenado de esta legión que quiera someterse al experimento. Se garantiza discreción. No descartamos hacer gestiones ante don Reinhard para que éste, si lo estima oportuno, lo publique en su blog.


Tolerancio para La Legión de los Condenados
Casa del Libro, Barcelona, 18/07/2017… estado de la mar, marejadilla.


miércoles, 19 de julio de 2017

Más memoria



Está claro que en este país cuando se legisla es para recaudar: ley que nace, multas por su incumplimiento que surgen como apéndices de la criatura. El bodrio de la memoria histórica no podía ser una excepción, de ahí que una taifa, la de Aragón, vaya a sacar una ley en la dirección de aquella otra que nos legó Zapatero.

Esta nueva castigará con severas multas expresiones que ofendan la dignidad de la víctimas de la Guerra Civil; obviamente, sobra decir que las víctimas son las de uno de los bandos, no los dos. Así, se multará cantar el Cara al Sol, saludar a la romana y decir ¡Viva Franco!, entre otras expresiones. Puestos a hilar fino, y de cara a posibles pleitos, que los habrá, es discutible que cantar el Cara al Sol sea una alabanza del pérfido franquismo, pues los falangistas auténticos fueron purgados debidamente y sin compasión por el General, lo que los convierte en otras víctimas a los que esta ley debería proteger.

Aunque lo mejor, como no podía ser de otra manera, son las multas que trae la norma, o su incumplimiento: hasta 150.000 euros por estas cosillas. No me los sacarán a mí, que no voy por Aragón salvo que sea de camino a La Rioja, ni canto canciones románticas, aunque en realidad-triste realidad que debo reconocer y que tanto duele-tampoco los tengo, pues de tenerlos hasta me podría dar para montar otro Alzamiento y hacer la gracia completa.

lunes, 17 de julio de 2017

Irse



El omnipresente Pérez-Reverte, que gusta mucho prodigarse en las redes sociales y treinta sitios más a la vez, algo consustancial a la ubicuidad de la que está dotado, acaba de anunciar que la RAE ha aceptado el iros como imperativo del verbo ir, por lo que ya podrá usarse sin complejos (sic). Y si bien es cierto que poca gente usaba el idos, menos aún el íos, estamos ante otra de esas extravagancias de una institución que se acomoda a los tiempos que corren, esto es, a la imbecilidad. A todos estos académicos tan sensibles al entorno la lengua española debería decirles lo que Lola Flores a los fans que entorpecían notablemente la boda de su hija: si me queréis, irse.