El delirio del prusés nos deja otra perla sin
desperdicio. El cantautor Lluís Llach amenaza con castigar a todos los
funcionarios, da igual la Administración a la que pertenezcan y de la que
cobren, que no acaten la legalidad
catalana, esa entelequia que regirá el Ostfront una vez decretada la
desconexión por la autoridad competente. Como no parece que el Fiscal General
del Estado vaya a dar órdenes para que por delitos varios y presuntos se proceda
contra Don Lluís, ni que tampoco un juez lo incapacite por razones evidentes,
mejor tomarlo a risa y recordar aquella canción tan suya, la del Bandoler Joan
Serra, e imaginar a los pobres funcionarios desobedientes reclamando piedad
ante tamaña amenaza: no em mateu, que
tinc dos fills i una esposa,us daré tot mon diner, però no em claveu eixa daga.
No em mateu...pietat, pietat.
miércoles, 26 de abril de 2017
lunes, 24 de abril de 2017
La desmemoria
Ha muerto el que fuera ministro
falangista José Utrera Molina, suegro de Ruiz Gallardón, y ha sido despedido
como mandaban sus cánones, con el canto del Cara
al sol por algunos falangistas allí presentes. Como también mandan los cánones de la
estupidez, unas juventudes socialistas han denunciado el cántico ante la
fiscalía por entender que ello vulnera la ley de memoria histórica. No parece
tener mucho recorrido la denuncia, pues ese cántico en la despedida
al exministro no era otra cosa un escrupuloso respeto a la memoria del finado y a la historia
en la que se encuadró. Más bien parece un simple pero doloroso ataque de
envidia de unos jóvenes que veían a Utrera como mucho más socialista que
ellos. Y en unos tiempos más difíciles. La desmemoria, o la incultura, si no es
lo mismo.
jueves, 20 de abril de 2017
El delirio
Francisco Marhuenda anda siendo
investigado-que no imputado, pues su querido PP así reformó la ley ritual
penal para no estigmatizar-por coaccionar, presuntamente, a Doña Cifuentes, que es también del PP,
aunque podría ser de cualquier cosa con tal de saborear el poder. A uno se le
hace cuesta arriba imaginar al melifluo Marhuenda coaccionando a alguien, ni siquiera
a un canario enjaulado, pero vamos, cosas más extrañas se han visto. Como por
ejemplo, y no es baladí, a un eufórico Ferrreras narrando en directo la
detención de Ignacio González y soslayando la investigación, que no imputación,
de Paquito y un tal Casals en la misma operación, pues el grupo Planeta, dueño
de La Razón, paga la nómina de Ferreras y su esposa. Mientras, los tertulianos del Régimen,
ante un PP que se parte en dos, andan como los generales la noche del 23-F, sin
saber por qué bando tomar parte a la espera de que el jefe dijese mus o cortase por lo sano.
Esto es un delirio al que sólo
sobrevive el clan Pujol, cuyo patriarca ya lo sentenció hace tiempo: ¿qué coño es esto de la UDEF? ¿Y la UCO?
Quia.
martes, 18 de abril de 2017
jueves, 13 de abril de 2017
La Contra
Viejos amigos y conocidos han montado una web al servicio del club de sus amores, el Real Club Deportivo Español, La Contra Deportiva. Información independiente, sin pasteleos de clase alguna, y opinión de calidad al alcance de todos los periquitos que por allí quieran pasar. Por cierto el otro día se estrenó el amigo Tolerancio. Aquí, con esta pieza. Larga vida, pues, a la Contra.
lunes, 10 de abril de 2017
El final
Ahora que la banda terrorista ETA
entrega su arsenal, escenificando así el final de una larga historia criminal,
bueno es hacer alguna clase de balance de un fenómeno que, guste o no, forma
parte de nuestras vidas. Y como el relato de esa historia, en los más variados sentidos, ya está más que
escrito, sin que poco nuevo ni interesante se pueda añadir, habrá que buscar
algún detalle que resuma lo más reciente, ese final anunciado y que los
optimistas voluntariosos definen como derrota y que los más escépticos, como Jon Juaristi, asocian a la impunidad.
Para glosar ese final me quedo
con dos gestos, decir opiniones sería excesivo, del Presidente del Gobierno,
que a fin de cuentas es el que ha lidiado, por llamarlo de alguna manera, con el evento. El
primero fue cuando se dio suelta a Bolinaga, vergonzoso episodio que el propio
gobierno de Rajoy propició al otorgar el tercer grado penitenciario, paso
previo a la libertad condicional, al secuestrador de Ortega Lara. Pues yo lo veo muy flaco, dijo el gallego
al ser preguntado por la espinosa cuestión. El segundo vino con el fallo de
Estrasburgo que tumbaba la doctrina Parot y provocaba la liberación inmediata y anticipada de
un montón de asesinos en serie. Ahí el Presidente se mojó todavía menos, pues
al ser de nuevo requerido por los periodistas se metió raudo y veloz en el
coche no sin antes liquidar la cuestión con aquel célebre parece que llueve. Queden ahí esas perlas de indolencia, muy útiles
para soportar la impunidad de la que habla Juaristi.
jueves, 6 de abril de 2017
La rebeldía
Confieso que siento una cierta
debilidad por Andrea Levy, quizá por esa relación directamente proporcional que existe en la política española entre la vacuidad intelectual y el cargo que se
ostenta, pero son las cosas del páramo cultural de la piel de toro, una seña de
identidad como el jamón de pata negra o la paella en el chiringuito playero. Esta vez la cosa viene de la mano de una de esas entrevistas ridículas que hacen los suplementos de los periódicos y que pretenden crear
empatía entre los políticos y el pueblo llano, como cuando sacaron a Soraya SS
en postura sexy y luciendo piernas, si bien aquello generó más antipatía que otra cosa.
Andrea nos cuenta cómo suena su
vida a través de las canciones que forjaron su carácter. Reconozco que me he
quedado en la segunda pieza, pues descubrir que un grupo tan melifluo como
Oasis puede hacer sentir rebelde a alguien es algo que me supera y desborda,
casi tanto como cuando descubrí quiénes eran en realidad los Reyes Magos o que
la Transición fue un abrazo de reconciliación entre españoles. Conociendo ya ese
concepto de la rebeldía que atesora Andrea se entiende que la señora nos venda el carácter social
de los presupuestos generales que presenta su gobierno y que entre otras cosas
se resumen en que sube la cotización de los autónomos. Y ello con el apoyo de
Ciudadanos, otros emprendedores y rebeldes al estilo Rivera cuyos gustos musicales prefiero no
imaginar.
lunes, 3 de abril de 2017
De las eximentes
No hace mucho, y en relación con
el caso Cassandra (también Ramón Vera Paz, al menos para el Tribunal), cuyo
juicio por un delito de humillación a las víctimas del terrorismo se aproximaba,
resaltaban los medios que la acusada había renunciado a su abogado de oficio
porque éste no la atendía lo suficiente, y cuando lo hacía era para decirle que
él era un admirador del almirante Carrero Blanco, destinatario de las bromas
macabras de Cassandra, y que en todo caso su línea de defensa pasaría por alegar
un trastorno mental, como eximente, o subsidiariamente como atenuante.
Celebrado el juicio y leída la
sentencia que la condena a un año de prisión por ese delito, descubrimos que su
nuevo abogado planteó esa circunstancia eximente en el juicio. En concreto, la de sufrir alteraciones en la percepción
desde el nacimiento o desde la infancia, que implique una grave alteración de
la conciencia de la realidad. Y todo parece indicar que la acusada, dada su
trayectoria en las redes sociales, es una perturbada. Pero el tribunal no lo ha
apreciado así, entre otras razones, tal como explica en su fundamentación
jurídica, porque ninguna prueba se propuso para acreditar ese extremo. Un
cierto varapalo al letrado, quien guiado por un exceso de optimismo procesal
quizá pensó-no se puede entender de otra manera la estrategia-que la sola pinta de Cassandra, amén de muchísimos otros tuits en
la misma línea demencial, acreditaría su trastorno. Pero como es sabido, el
proceso es mucho más de pruebas que de impresiones.
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