Se ha ido acostumbrando la gente a quejarse de vicio, o por costumbre, que no es otra cosa que hablar por hablar y sin documentación alguna en la que se amparen las palabras que salen por la boca de la incultura y la desinformación. Y así, día tras día, lamentaba el pueblo la tardanza en la resolución de un contencioso que duraba mucho, demasiado. Ni hablar, oiga, quia, eso han sido cuatro días. La sentencia del magno y excelso intérprete constitucional sobre el famoso estatuto no pone fin a tres o cuatro años de recursos, mangoneos y trapicheos varios para decidir algo tan básico como el ajuste y encaje de una norma en otra superior y rectora de todo un ordenamiento: es ni más ni menos que la culminación de un proceso, aquella transición tan glorificada por muchos y entendida por pocos, que ha durado algo más de treinta años. Se ha cerrado, por fin, toda una época, la que trajeron los señoritos del franquismo con sus traumas freudianos en connivencia con una izquierda irresponsable y guerracivilista y unos nacionalistas que ya asomaban la patita. Se emprende ahora otro camino sin rumbo ni objetivo y sin que valga ya aquel viejo romanticismo de Cela cuando afirmaba qué hermoso era ser soldado de infantería y sentirse el amo del mundo a pie y sin dinero. Triste e inútil retórica para los tiempos que corren. Lástima que algunos, padres de la criatura retirados en una suerte de olvido permanente, ya no tengan luces para contemplar y admirar sus obra ni memoria para felicitarse.
miércoles, 30 de junio de 2010
lunes, 28 de junio de 2010
Camaradas
Fuero del Trabajo
Renovando la tradición católica de justicia social y alto sentido humano que informó la legislación de nuestro glorioso pasado, el Estado asume la tarea de garantizar a los españoles la Patria, el Pan y la Justicia.
Para conseguirlo atendiendo, por otra parte, a robustecer la unidad, libertad y grandeza de España acude al plano de lo social con la voluntad de poner la riqueza al servicio del pueblo español, subordinando la economía a la dignidad de la persona humana, teniendo en cuenta sus necesidades materiales y las exigencias de su vida intelectual, moral, espiritual y religiosa.
Y partiendo de una concepción de España como unidad de destino, manifiesta, mediante las presentes declaraciones, su designio de que también la producción española, en la hermandad de todos sus elementos, constituya una unidad de servicio a la fortaleza de la Patria y al bien común de todos los españoles.
El Estado español formula estas declaraciones, que inspiraran su política social y económica, por imperativos de justicia y en el deseo y exigencia de cuantos habiendo laborado por la Patria forman, por el honor, el valor y el trabajo, la más adelantada aristocracia de esta era nacional. Ante los españoles, irrevocablemente unidos en el sacrificio y en la esperanza, declaramos:...
Para conseguirlo atendiendo, por otra parte, a robustecer la unidad, libertad y grandeza de España acude al plano de lo social con la voluntad de poner la riqueza al servicio del pueblo español, subordinando la economía a la dignidad de la persona humana, teniendo en cuenta sus necesidades materiales y las exigencias de su vida intelectual, moral, espiritual y religiosa.
Y partiendo de una concepción de España como unidad de destino, manifiesta, mediante las presentes declaraciones, su designio de que también la producción española, en la hermandad de todos sus elementos, constituya una unidad de servicio a la fortaleza de la Patria y al bien común de todos los españoles.
El Estado español formula estas declaraciones, que inspiraran su política social y económica, por imperativos de justicia y en el deseo y exigencia de cuantos habiendo laborado por la Patria forman, por el honor, el valor y el trabajo, la más adelantada aristocracia de esta era nacional. Ante los españoles, irrevocablemente unidos en el sacrificio y en la esperanza, declaramos:...
Días atrás, en una de esas tediosas jornadas que sólo el parlamento puede ofrecer, se producía una situación extraña, anormal allí donde siempre reina el prietas las filas: el camarada Alonso exhortaba al camarada Gutiérrez a votar a favor de la derogación del Fuero del Trabajo como último y definitivo paso- ahora que ya no quedan estatuas ecuestres que derribar- en la liquidación del franquismo y sus instituciones. Gutiérrez, posiblemente el último camarada, decidía abstenerse y romper, al menos un poquito, la disciplina de voto y partido, quizá por añoranza de un pasado combativo en las barricadas de la burocracia, quizá por no querer cepillarse tan exhaustiva protección al trabajador. Malos tiempos, camarada Gutiérrez, para la lírica.
viernes, 25 de junio de 2010
El bueno
El bueno, el que pone las cosas en su sitio, el que siempre garantiza un final feliz: que nadie nos robe la sonrisa, pues hemos pagado la entrada.
martes, 22 de junio de 2010
El feo
El feo de Expaña se planta y presenta un concurso que no es precisamente televiso, sin viajes al Caribe ni azafatas macizas que te den el premio de consolación, y ya se caga la perra, que es un can futbolero y ladrador. Y es que en este país de pandereta, con una inminente remodelación de gobierno que hará que muchos se acuerden de la Albania de Enver Hoxha, ya nada es lo que parece desde que el estado decidió explotar la máquina de papel dinero, que es como esa maquinilla de liar los cigarros de la crisis con boquillas de algodón y sin grifa que alegre la existencia. El feo de la secta se planta y dice que no fabrica más papel y que pleitos tengas y los ganes, que lo mismo se compra un club de fútbol que se logra seducir a cuatro o cinco ropones de los de tres mil eurillos al mes, pagas extras al margen, con el sutil argumento de que la cosa, ya lo dijo aquel PP tan liberal, es de interés general. Hasta ahora, y con más pena que gloria, de aquel pan y circo sobrevivían los gladiadores en tardes dominicales: ya veremos lo que deja el feo tras la batalla. Menos mal que nos queda el bueno.
sábado, 19 de junio de 2010
El malo
Como este país es un sainete y el personal no tiene más preocupaciones que el Mundial y la rojilla, hemos parido un malo oficial, un tipo chungo, peligroso y poco recomendable al que ponerle cuernos y rabo y darle estopa. No quiero ser menos y voy a subirme a este carro del oportunismo y del ajuste de cuentas:
Apreciado Eduardo,
Has sido malo, muy malo, malísimo, y además, como bien dices, no has honrado la memoria y figura de tu padre: ¿qué es eso de pedir perdón cuando se tiene la razón? Y aunque no se tenga, qué más da, tampoco los agraviados y ofendidos, pobrecillos, se disculparían a la inversa. Jamás lo harían, ya los conoces. Malo, Eduardo, has sido malo y desmemoriado, ¿cuántos crees que pidiendo perdón, o permiso, se habrían plantado en la Plaza del Castillo, te sonará, aquel día que muchos glosaron?
Malo, muy malo.
P.D: Como sé que te gustan las citas y gastas cultura, seguro que recuerdas a Churchill escupiendo a Chamberlain aquello del deshonor y la guerra tras Múnich: recuérdalo cuando te emplace un juzgado.
Malo, muy malo.
P.D: Como sé que te gustan las citas y gastas cultura, seguro que recuerdas a Churchill escupiendo a Chamberlain aquello del deshonor y la guerra tras Múnich: recuérdalo cuando te emplace un juzgado.
jueves, 17 de junio de 2010
No hay cojones
No es lo mío, no tengo huevos.
Todo un alarde de sinceridad, de honradez, de dignidad, o aquel glorioso si no sabes torear...pa que te metes. Ay, si nuestro José Luis hubiese hecho lo mismo...pero ha venido a salvarnos, por sus cojones, por sus niñas góticas, por su abuelo mártir, sin avisos que valgan. Olé.
martes, 15 de junio de 2010
Servidumbre
No sé qué es lo más curioso de la noticia, si la oferta curativa o la intervención en el asunto de la autoridad competente en la delicada materia. Cuando autores adscritos a un liberalismo más o menos militante, unos ultras de mucho cuidado que andan ahora descojonándose ante el castañazo universal, se quejan del exceso de intervención del estado en el ámbito económico, social, cultural, e incluso moral, no lo hacen por vicio ni tampoco por molestar. Y es tan divertido como surrealista y contradictorio que una consejería que tiene mucho interés en orientar sexualmente a jóvenes y niños se oponga a que se orienten, o reorienten, otras conductas o apetitos, con lo divertida que es siempre la experimentación y las risas que nos íbamos a echar en este valle de lágrimas. Lo dicho, y con la que está cayendo, intervención pura y dura y nada de libertad de empresa: ya no es que vayamos camino de servidumbre, es que dicho destino se alcanzó hace tiempo y en él nos hemos instalado tan a gusto, pues como dice la consejera para justificar un expediente que a buen seguro acabará en sanción, nos ha costado mucho llegar hasta aquí. Y aquí estamos.
lunes, 14 de junio de 2010
viernes, 11 de junio de 2010
Armas
A Don Chippewa
Tengo la extraña costumbre de releer muchas cosas, tal vez demasiadas para los réditos que luego se obtienen, una vez cerrado el libro, la revista o el ordenador. Repaso textos, y ahí nunca fallo, de Arturo Pérez-Reverte y me topo-oh, casualidad-con un artículo no muy viejo, de hace un par de años, pero más actual que nunca. Lleva por título Nostalgia del AK-47, y extracto su párrafo final, su último latigazo:
Y ahora viene la paradoja. En este siglo XXI que empezó con torres gemelas cayéndose e infelices degollados ante cámaras caseras de vídeo, el Kalashnikov sigue presente como icono de la violencia y el crujir de un mundo que se tambalea: este Occidente viejo, egoísta y estúpido que, incapaz de leer el destino en su propia memoria, no advierte que los bárbaros llegaron hace rato, que las horas están contadas, que todas hieren, y que la última, mata. Pero esta vez, el fusil de asalto que sostuvo utopías y puso banda sonora a la historia de media centuria, la llave que pudo abrir puertas cerradas a la libertad y el progreso, ha pasado a otras manos. Lo llevaban hace quince años los carniceros serbios que llenaron los Balcanes de fosas comunes. Lo empuñan hoy los narcos, los gangsters eslavos, las tribus enloquecidas en surrealistas matanzas tribales africanas. Se retratan con él los fanáticos islámicos cuyo odio hemos alentado con nuestra estúpida arrogancia: los que pretenden reventar treinta siglos de cultura occidental echándole por encima a Sócrates, Plutarco, Shakespeare, Cervantes, Montaigne o Montesquieu el manto espeso, el velo negro de la reacción y la oscuridad. Los que irracionales, despiadados, hablan de justicia, de libertad y de futuro con la soga para atar homosexuales en una mano y la piedra para lapidar adúlteras en la otra; mientras nosotros, suicidas imbéciles, en nombre del qué dirán y el buen rollito, sonreímos ofreciéndoles el ojete.
Lástima de Kalashnikov, oigan. Quién lo ha visto. Quién lo ve.
No está mal la andanada, por lo que me meto en la cama hasta con un cierto optimismo, sin la bilis habitual que genera la basura en la que hay que revolcarse cada día, guste o moleste, sí o sí. Y es aquí, en este Occidente cobarde y decadente, en esta España viva imagen del buen talante y alianzas de paz y amor bañadas en mierda multicultural y revestidas de prendas extrañas, con manifiestos y manifestaciones constantes en favor de los parias de la tierra, que siempre son los mismos patanes, donde más cachondo se pone uno, hasta el punto de montarse sus propias batallitas, de ficción por el momento, con ganas de engrasar un buen hierro y echarse al monte. Así que, por si acaso, y rememorando aquellos tiempos nuevos y salvajes, ármese el que pueda, que pintan bastos y no es cuestión de dar facilidades a la hora de ser enculados, pues como bien dice Reverte el ojete está ofrecido.
Lástima de Kalashnikov, oigan. Quién lo ha visto. Quién lo ve.
No está mal la andanada, por lo que me meto en la cama hasta con un cierto optimismo, sin la bilis habitual que genera la basura en la que hay que revolcarse cada día, guste o moleste, sí o sí. Y es aquí, en este Occidente cobarde y decadente, en esta España viva imagen del buen talante y alianzas de paz y amor bañadas en mierda multicultural y revestidas de prendas extrañas, con manifiestos y manifestaciones constantes en favor de los parias de la tierra, que siempre son los mismos patanes, donde más cachondo se pone uno, hasta el punto de montarse sus propias batallitas, de ficción por el momento, con ganas de engrasar un buen hierro y echarse al monte. Así que, por si acaso, y rememorando aquellos tiempos nuevos y salvajes, ármese el que pueda, que pintan bastos y no es cuestión de dar facilidades a la hora de ser enculados, pues como bien dice Reverte el ojete está ofrecido.
miércoles, 9 de junio de 2010
Vuelva mañana
Estamos, estábamos, estuvimos...Toda huelga, desaparecido ya cualquier tono revolucionario de antaño y perdida la más mínima intención de cambiar y transformar, sólo genera una guerra de cifras que resulta indiferente al común de los mortales, aunque en esta ocasión la cosa puede resultar tan interesante como ilustrativa, y no precisamente para las más o menos legítimas aspiraciones de los convocantes. Si se da por bueno un elevado seguimiento, seamos generosos y sigamos la corriente a la casta sindical y recelemos de un desgobierno que siempre miente, es la suprema y definitiva confirmación de que sobran la mitad de funcionarios y asimilados, amén de una buena pasta para las arcas públicas. Si, por contra, se acepta que se han sumado pocos y han funcionado los servicios mínimos, quizá sea eso, se llega a la misma conclusión. Nadie ha notado esto, si estaban o no, si entraban o salían, nada se ha paralizado más de lo que ya estaba, simplemente el café fue un poco más largo de lo habitual y el vuelva usted mañana más certero que nunca. El próximo paro, si se atreven, será contra empresarios, jóvenes y parados. Más de lo mismo: a contar.
lunes, 7 de junio de 2010
Languidecer
En un tarde que amenaza lluvia llega El Juli a Barcelona para reivindicar el toreo, y lo hace con brillantez, consciente quizá de que esto, aquí por lo menos, se acaba, bien por obra y merced de los políticos, bien por el desinterés de un aficionado que apenas cubre media entrada, si llega, y gracias también a un buen puñado de franceses que hasta aquí se desplazan para mirar con desprecio a los antitaurinos de siempre, maquillados con pintura roja en su estúpida y animalista cruzada, y ello a pesar de un cartel más que interesante al que tampoco acompañan unos toros de escaso trapío. Salida a hombros con una senyera que languidece, como la Fiesta, como esta España pastueña y tristona, la roja la llaman ahora.
viernes, 4 de junio de 2010
Pazzz, amor y otras cosillas
Cambian los tiempos y también los ejércitos, salvo el del estado de Israel, claro, que entiende la defensa como una cuestión de supervivencia y dignidad nacional. Fuera rollos recios y viriles y anacrónicos: al paso cambiado con el que vamos hacia la victoria final, y al margen de repartir leche y bizcochos en el culo del mundo, se impone un nuevo modelo de fuerzas desarmadas en el reino de España. A formar, valientes.
miércoles, 2 de junio de 2010
Ay, Carmela
Refiriéndose a los escritores falangistas, afirma Andrés Trapiello en Las armas y las letras:
Su vida cotidiana contrasta, sin embargo, con la de los escritores en zona republicana. Mientras a éstos les acucian las circunstancias desfavorables de una guerra que iban perdiendo, aquéllos, mejor pagados o ricos por su casa, empiezan a repartirse el botín: comen mejor, gozan de permisos frecuentes y no van al frente como no sea a arengar a la tropa y a repartir papeles.
Comen mejor y no van al frente...Me imagino a Rafael Alberti y su inseparable María Teresa León, la señorita la llamaba Azaña, o a la intratable Nelken y otros, todos juntos y apretados y muy mal alimentados intentando cruzar el Ebro bajo fuego de artillería, qué estampa, y me domina y hasta embarga la emoción. Ay, Carmela.
Comen mejor y no van al frente...Me imagino a Rafael Alberti y su inseparable María Teresa León, la señorita la llamaba Azaña, o a la intratable Nelken y otros, todos juntos y apretados y muy mal alimentados intentando cruzar el Ebro bajo fuego de artillería, qué estampa, y me domina y hasta embarga la emoción. Ay, Carmela.
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