Coincidiendo con el comunicado etarra, Gallardón recibía una entrevista/masaje en el panfleto de Marhuenda, lo que aprovechó para decirnos que ningún terrorista será indultado: nos han jodido, faltaría más, que una cosa es indultar políticos corruptos y otra muy distinta otorgar la gracia a los amigos del coche bomba. Puestos a chapotear en lo obvio, el ministro podría haber dicho que no esperen los proscritos amnistía al estilo de la Transición, lo que a buen seguro habrían jaleado los paniguados del régimen como una muestra de firmeza. No hace falta ningún indulto para que los etarras vayan saliendo de prisión en un plazo razonable. Es cuestión de tiempo, voluntad de las partes implicadas, y ahí no pintan nada las víctimas, y una buena pinza en la nariz. Por ahí andan los Urrusolos, Lasartes y otros más o menos arrepentidos con permisos preparatorios para la vida en libertad. No obstante, cuando los más de quinientos convictos empiecen a solicitar beneficios penitenciarios, el ministro y su gobierno apelarán a esa heroica que trajo consigo el fallo de Estrasburgo: que decidan los ropones, que lo nuestro es acatar.
martes, 31 de diciembre de 2013
sábado, 28 de diciembre de 2013
De la inocencia
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
jueves, 26 de diciembre de 2013
San Esteban
El día de San Esteban es una festividad muy tradicional en Cataluña que se caracteriza por opíparas comidas en un entorno más o menos familiar, por lo que en muchos casos, y dada la crisis que nos azota, es la ocasión para que más de un invitado haga un extra y se eche al estómago algo más de cantidad y calidad de lo que habitualmente le permite su bolsillo. Para otros, prisioneros de ese palacio llamado España que tanto les roba, esclavos de un Estado opresor que no les comprende, siempre es San Esteban, Navidad y otras fiestas de guardar, servidumbre que llevan con cristiana resignación mientras buscan, sin éxito, un pobre al que sentar a su mesa.
martes, 24 de diciembre de 2013
domingo, 22 de diciembre de 2013
jueves, 19 de diciembre de 2013
De la cohesión
Uno de los mantras más sobados en los tiempos actuales es el de la cohesión social: así, en el Ostfront se recurre a esa martingala progresista para justificar la inmersión lingüística en catalán desde la más tierna infancia, por no hablar de la concesión de determinadas y arbitrarias ayudas o subsidios en algunos taifas autonómicos. El fiscal Horrach va más allá y apuesta por la cohesión familiar: de la real familia, por supuesto. No de otra manera puede interpretarse su obstinación en la defensa a ultranza de la no imputación de la Infanta en el caso de su marido, porque para Horrach, al igual que algunos medios, Nóos es el caso de Urdangarín y su socio.
Días atrás, el fiscal se despachaba sobre el tema en una empalagosa revista y afirmaba que en una familia normal la esposa desconoce los negocios del marido, firma lo que se ponga por delante y trae las zapatillas al cónyuge cuando éste llega a casa tras una dura jornada de trabajo. Es una buena tesis para el caso del Rey y su azarosa vida social, si bien es evidente que la Reina no juega ese papel sumiso por devoción, limitándose a vivirlo con resignación. Para el locuaz Horrach, un sentimental disfrazado de asistenta social, la misión de promover la acción de la justicia queda superada por la búsqueda de la cohesión familiar: no más traumas en una familia desestructurada y no sujeta a responsabilidad.
martes, 17 de diciembre de 2013
De los confusos poderes del Estado
Si no estuviésemos curados de espanto, nos escandalizaríamos con esta exhibición impúdica: un ropón de la Audiencia de Barcelona participando en un acto de ERC a favor de la consulta secesionista. Pero con la judicatura patria ocurre lo mismo que con los homosexuales salidos del armario tras un largo encierro, que de la autorrepresión se pasa a la ostentación sin solución de continuidad, de tal forma que la sexualidad se vive de cara a la galería y sin el más mínimo rubor. ¿Puede asustar la osadía del ropón Vidal, con su apelación a la voluntad de un pueblo, a la hora de manifestar sus opiniones políticas? Difícilmente, máxime si se tiene en cuenta cómo se reparte el poder judicial entre los partidos políticos, con luz y taquígrafos y absoluta alevosía. Curiosamente, es en el poder ejecutivo, el del gobierno del Estado, donde no se aprecia idéntica beligerancia en una cuestión tan delicada, asomando, por contra, una tibieza que se asemeja mucho a la neutralidad que debería presidir-siempre en teoría-la justicia. No en vano, el presidente del gobierno venía a decir días atrás que no podría autorizar la consulta...aunque quisiera. Así que, mientras nuestro hombre aclara sus querencias, remisión al Tribunal Constitucional de la patata caliente para que éste dictamine lo obvio mientras contiene la risa: que la soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los poderes del Estado.
domingo, 15 de diciembre de 2013
¡Eureka!
Aquel hombre entrañable que era Vujadin Boskov acuñó unas cuantas perla referidas al tinglado futbolístico: fútbol es fútbol, ganar es mejor que empatar y empatar mejor que perder. En ese plan se ha puesto el parlamento balear al aprobar una resolución que indica que els Països Catalans no existeixen, los Países Catalanes no existen. Ya puestos, y para justificar emolumentos, sus señorías podrían haber aprobado otra resolución que afirmase que los ingleses detestan a los irlandeses, que fumar causa adicción, o que los pantalones pata de elefante ya no están de moda. Ante tamaña contundencia, es probable que el montaraz Joan Tardà deje de incordiar con su sueño independentista y, en lo que a los baleares se refiere, pancatalanista. Aquí paz y después gloria, a fin de cuentas ese mismo parlamento aprobó una enseñanza trilingüe por falta de arrestos para acabar con la inmersión lingüística en catalán.
Todo esto no es más que otra demostración de esa indigencia intelectual tan española para encarar los problemas, siendo en la batalla contra el nacionalismo donde esas carencias rozan el esperpento. Si Cataluña amenaza con independizarse, antes de soltarles más dinero, se les dice que eso no será aceptado por Europa, como si esa unión de mercaderes y burócratas fuese garantía de algo; que se organiza un simposio que reza España contra Cataluña, se fía todo a denuncia de particulares, a ver si se excita el celo del fiscal de turno y, ya puestos, que toque un ropón severo con ganas de meter en cintura a los díscolos. Nula pedagogía y vana retórica, en fin, las de unos y otros, como ese Rajoy que se escuda en la soberanía del pueblo español para ponerse de perfil ante el desafío separatista. Nos queda, magro consuelo, el mensaje navideño del monarca, quien para no equivocarse y tener que pedir perdón, algo empieza a ser costumbre inveterada, nos dirá que El Almendro vuelve a casa por Navidad.
viernes, 13 de diciembre de 2013
miércoles, 11 de diciembre de 2013
Matar al padre
Días atrás tocábamos el palo de los Panero y El Desencanto de Jaime Chávarri como todo un ejercicio freudiano de ajuste de cuentas y asesinato del padre. Viene a cuenta el recordatorio de esa metáfora porque fuentes dignas de toda insolvencia-que en la ciénaga nacional son las que siempre aciertan-aseguran que la banda de Montoro tiene puesto el ojo, y hacia allí irá la bala, en la deducción fiscal por vivienda, y en el único sentido-principio jurídico contra contribuyente-de suprimirla; si bien no acaba ahí la cosa, y esto es lo mejor: con carácter retroactivo. He ahí una forma retorcida, y muy socialdemócrata en lo referente a la recaudación, de matar al padre, ese Aznar rencoroso que con sus dardos a Mariano demuestra una y otra vez que aquí el único presidente de verdad retirado, por fortuna y prescripción facultativa, es Suárez.
No es que la deducción por vivienda fuese un invento de Josemari, pero sí es evidente que bajo su glorioso liderazgo toda la actividad económica, y con ella parte la legislación tributaria, se centró en cebar la burbuja inmobiliaria, imagen visible de una España que iba bien. Ahí es donde tan gustosamente se utilizaba esa deducción como un gancho para que todo hijo de vecino pudiese tener la casa de sus sueños. De rebote, la farsa motivó la necesaria llegada masiva de una mano de obra barata y extranjera-sin olvidar a su parentela vía reagrupamiento familiar-que sería la que pagaría las pensiones de unos españoles que se jubilarían, al menos, en una playa del Caribe. Roto el sueño, y con viviendas vacías que nadie quiere, toca el penoso ejercicio de cuadrar números, algo que siempre va en perjuicio del contribuyente y de la seguridad jurídica.
Ante la amenaza, que se dulcificaría con una rebaja fiscal tan falsa como la ideología del gomierdo, es inevitable que sesudos expertos afirmen que dicha medida sería ilegal, e incluso inconstitucional; podría ser cierto, pero es indiferente, ¿o acaso por aquí impera la ley?
lunes, 9 de diciembre de 2013
El desencanto
Reconozco ser devoto de los Panero, especialmente de Leopoldo María, y en esa devoción incluyo, por supuesto, al padre, Leopoldo, un gran poeta al que hijos y esposa ajusticiaron al modo freudiano en esta película de Jaime Chávarri que nunca me cansaré de ver. De todos ellos, actores brillantes en un documento que tiene mucho del sacramento de la confesión, ya sólo queda vivo Leopoldo María, arquetipo de un malditismo que tanto en la literatura como en la vida ha desaparecido. Queda el adocenamiento, el desencanto.
viernes, 6 de diciembre de 2013
Los tiempos están cambiando
Días atrás, y aprovechando una de las sandeces habituales del diputado Tardá, un cierto cachondeo corría por twitter y otras redes sociales. Según el diputado Tardá, siempre abonado a ese cojonudismo tan asociado al nacionalismo catalán, si el presidente Mas, o el que fuere, no tenía arrestos para declarar la independencia por la brava y desde el balcón de palacio, tal vez debería ser el pueblo el que tomase la iniciativa en ese sentido y convirtiese Sant Jaume en la Plaza Tahrir. Algunos detractores del diputado y su sandez se tomaban a guasa la propuesta y hacían coñas con lo atinado de la comparación, afirmando que los cientos de miles de musulmanes que viven en Cataluña pueden montar una Plaza Tahrir cuando les venga en gana.
Podemos especular y hacer política ficción con la reacción del Estado ante un desafío de esas características, sobre todo si hay una marea humana en plan primaveral. Sin duda, los cojonudistas de la moribunda nación española apelan a la sinécdoque de los tanques para meter en cintura a los herederos y legatarios del ciclotímico Companys, ya sean éstos moros o cristianos: es una propuesta como cualquier otra que cada vez parece tener más adeptos al otro lado del Ebro. Llegado el caso, y para que una operación que promete ser un paseo no acabe en desastre, que vengan los mejores tanquistas, los más capaces y condecorados.
martes, 3 de diciembre de 2013
Fantasmas
No se habían separado de él desde las últimas semanas que había pasado
en la prisión de Maze, hacía poco más de siete años. Acababan de comunicarle la
fecha de su excarcelación, impresa en un folio dentro de un sobre sellado, que
Fegan había abierto con la boca seca. Los políticos que estaban fuera habían
negociado su libertad, junto con la de centenares de hombres y mujeres. Los tipos
como él eran calificados de presos políticos. No asesinos o ladrones,
extorsionadores o chantajistas. No les consideraban criminales, sino víctimas
de las circunstancias. Al alzar la vista de la carta vio a los que lo seguían,
observándolo.
Los fantasmas de Belfast, Stuart Neville: Ediciones Plata, 2010.
En esta novela, escrita sin concesiones y con pocos miramientos, Stuart Neville se adentra en el Ulster actual y, bajo el prisma de la venganza de un antiguo terrorista, plasma la fragilidad y la impostura de una paz largamente esperada y los fantasmas que tras ella se esconden.
No es que no se pueda trazar un paralelismo entre el conflicto del Ulster y el mal llamado problema vasco, que no se puede ni tampoco de debe, entre otras razones porque en los seis condados se mataban dos bandos en, más o menos, igualdad de condiciones, pero sí que se puede esbozar una sonrisa de maldad ante ese párrafo de la novela de Neville: presos que redimen su condena mucho antes de lo previsto, políticos que negocian su libertad y la consideración de esos sujetos como presos políticos, o al menos como presos que habían delinquido con una clara motivación política, y sobre todo una rotunda voluntad institucional de olvidar.
Es el Ulster, evidentemente, aunque bien podría ser la España actual: a fin de cuentas, la célebre hoja de ruta no deja de ser una negociación política en toda regla y sólo por presos muy especiales, nada comunes, sale un ministro del Interior a revolcarse por ese barro que debía manchar, y así ha sido, las togas de jueces y fiscales. Con la primera gran suelta de presos se podía invocar el cumplimiento de la ley y las sentencias, y eso se ha hecho; con la segunda, y tal vez definitiva, ya nada se podrá invocar más allá de la oportunidad política, de la búsqueda de una paz extraña que para nada se compadece con la justicia ni con la derrota de una banda terrorista. Quizá entonces, como en la novela, aparezcan los fantasmas en busca de alguna clase de reparación.
Es el Ulster, evidentemente, aunque bien podría ser la España actual: a fin de cuentas, la célebre hoja de ruta no deja de ser una negociación política en toda regla y sólo por presos muy especiales, nada comunes, sale un ministro del Interior a revolcarse por ese barro que debía manchar, y así ha sido, las togas de jueces y fiscales. Con la primera gran suelta de presos se podía invocar el cumplimiento de la ley y las sentencias, y eso se ha hecho; con la segunda, y tal vez definitiva, ya nada se podrá invocar más allá de la oportunidad política, de la búsqueda de una paz extraña que para nada se compadece con la justicia ni con la derrota de una banda terrorista. Quizá entonces, como en la novela, aparezcan los fantasmas en busca de alguna clase de reparación.
domingo, 1 de diciembre de 2013
miércoles, 27 de noviembre de 2013
De los asuntos catalanes
El ministro británico para los asuntos escoceses dijo recientemente que una hipotética secesión catalana debería ser votada por todos los españoles y no sólo por los españoles-que sientan como tales es otra cuestión-residentes en Cataluña. Es una opinión interesante de alguien que afrontará en breve un plebiscito de esta naturaleza, pero me quedo con su cargo, quizá porque siempre he pensado que algo se puede aprender de los británicos: así, y dado lo irresoluble del problema catalán, como bien certificó Oretga, y para bien conllevarlo, que es el objetivo, debería existir en España un ministerio para los asuntos catalanes. Serviría, entre otras cosas, para que cualquier iniciativa, decisión, opinión, etc, se canalizase a través del mismo sujeto, evitándose de esta forma el ridículo constante que tiene soportar el contribuyente cuando cualquier ministro salta a la arena para aportar su granito de arena en este disparate.
Bien es cierto que, dada la natural torpeza nacional en cuestiones complicadas, un ministerio para los asuntos catalanes no sería garantía de éxito en la batalla contra los nacionalistas, pero siempre habría una voz autorizada, al menos en teoría, a la hora de emitir el parecer del gobierno, con lo que el ciudadano sabría que opina al respecto el presidente sin necesidad de que este se moje más allá de lo razonable dentro de su dontancredismo natural. Imaginen el ahorro en sal de fruta al no tener que escuchar al ministro del Interior glosar las bondades de la inmersión lingüística, o al de Economía decir que los catalanes nos sacarán de la crisis, o al de Exteriores afirmar que la Diada ha sido un éxito y que hay que reflexionar. Ese silencio, dejando que trabaje a destajo el ministro para asuntos catalanes, debería extenderse a cargos activos o retirados del partido en el gobierno, como la estólida Sánchez Camacho o esa Gracita Morales rediviva que es Esperanza Aguirre.
Ya puestos, y partiendo de la base irrenunciable de que el ministro para asuntos catalanes debe tener claro dónde reside la soberanía nacional, soñemos despiertos, que no cuesta nada, y apostemos porque sea un tipo del talante y estilo del reverendo Ian Paisley.
domingo, 24 de noviembre de 2013
La checa
Ahora que parece que Madrid se pone a recoger la basura esparcida por doquier, bueno sería que alguna autoridad competente procediese a sacar la mugre que campa a sus anchas por la Complutense, principiando esa limpieza por su rector, un tal Carrillo que, de casta le viene al galgo, aspira a convertir ese antro en una checa del no pasarán. Agresión a una asociación de derechas en la Universidad Complutense, titulaba un diario progresista la última hazaña de una turba de extrema izquierda que, para mayor gloria, coincidía con el 20 de noviembre. Tal coincidencia quizá se deba a que ahora-la superioridad moral de la izquierda-los llaman fascistas por no decir comunistas, así que de esta guisa los vándalos daban un homenaje-el antifranquismo es así-a Paco, hombre duro que si no domaba la universidad con la caballería de los grises, la cerraba hasta que los niños de papá entraban en razón, dejaban los adoquines y retomaban los libros.
Muchos más destrozos y daños personales que en el salvaje ataque a la librería Blanquerna no han sido suficientes para que ese gigante intelectual que es la vicepresidenta del gomierdo haya salido rauda y veloz a condenar el ataque ni para que la policía del melifluo Fernández identifique en tiempo récord a los autores de la machada. Todavía hay clases, por mucho que se empeñen los perroflautas en lo contrario, y una cosa es atacar, ya sea con cuatro voces, a los miembros de la casta y otra hacer lo propio con el hijo de un vecino que aspira a obtener un título académico. Días atrás, el ínclito Llamazares revolucionaba Twitter con una de sus sandeces habituales: ningún terrorismo es de izquierdas. Evidentemente, para algunos con mando en plaza el terrorismo, o el gamberrismo, sólo es de derechas. Y fascista.
jueves, 21 de noviembre de 2013
Quousque tandem
Llevaba el Partido Popular bajo el brazo la promesa de reformar la elección de vocales del órgano de gobierno de los jueces, lo que en apariencia constituía un intento de despolitizar, y de paso enderezar, la maltrecha Justicia. Pero como aquella promesa de bajar impuestos, o la otra de ilegalizar el conglomerado batasuno, todo era una pose tendente a buscar el voto de gente decente más o menos preocupada por regenerar un sistema político quebrado; voluntariosos de buena fe, en cualquier caso, que ignoraban que el sistema, precisamente por quebrado, sólo necesita una funeral lo más discreto posible.
En esta ocasión, y para dar más brillo al pacto, hasta los comunistas han metido la cuchara y colocan un representante entre esa élite que responde a un sintagma siempre vistoso, juristas de reconocido prestigio, que es como el valor en la milicia, una presunción y poco más. No sorprende la presencia de nacionalistas en la feria judicial por ser ya uso inveterado-la costumbre como fuente del Derecho-el dar la cuota correspondiente a todos aquellos que buscan la secesión de su fuero. Por ello causa una cierta sorpresa, teniendo en cuanta las prisas por cerrar el acuerdo, que a última hora los diputados de Amaiur no recibiesen una oferta para proponer su candidato, pues los tienen entre los que dominan la ingeniería jurídica. Mientras los socialistas, pieza clave en el acuerdo, muestran su doblez natural, que una cosa es oponerse a las tasas de Gallardón y otra muy distinta dejar correr su cuota de participación en el usufructo judicial, un derecho más que consolidado.
Cerrado el cambalache en vísperas-oh, casualidad-de un 20-N, y sin que asome por el horizonte europeo un rescate que nos libre de la infamia, el Régimen se consolida un poco más sobre los cimientos de su propia podredumbre y pestilencia y ya nadie en su sano juicio lanza la pregunta definitiva al estilo de Cicerón, quousque tandem abutere patientia nostra?, sobre todo porque hoy sería imposible personalizar y hallar un Catilina al que cargar el muerto. Al fin y al cabo, y como gusta al presidente del gomierdo, la gente se preocupa por las cosas que verdaderamente importan, que además suelen ser las más prosaicas, tales como tener trabajo, pagar pocos impuestos y votar cada cuatro años.
martes, 19 de noviembre de 2013
El precio del ridículo
Dice el ministro del Interior, en un escenario como la casa cuartel de Vic, que ETA ha sido derrotada, y sin que haya lugar para la duda, porque el cumplimiento del fallo de Estrasburgo, con la suelta masiva que ello supone, equipara a terroristas con violadores en serie. No se veía un ejercicio de voluntarismo similar desde que un publicista con ingenio parió el anuncio del niño que entraba en éxtasis con un simple palo: un paloooo!!!!.
Cuando el dedo señala la luna, el necio se queda con la vista puesta en el dedo, y Fernández Díaz-que como buen beato emula al Papa y sana incurables como Bolinaga, aunque sin la necesidad de recurrir a la siempre ingrata tarea de besar pinreles-contempla muy serio la salida de unos y otros de prisión, casi atropellándose, y llega a la conclusión de que ello demuestra de manera irrefutable que asesinos en serie como los etarras no son presos políticos sino comunes; aunque si uno, siempre retorcido y escéptico, observa la salida de prisión de un depredador sexual, embozado y por piernas en pos de un taxi, y después contempla cómo sale Kubati, con su televisión bajo el brazo y buscando a la familia, llega a la conclusión de que está presenciando una película diferente a la que cuenta el amigo Fernández.
Hay que presumir, pues, que cuando el ministro se reúna con las víctimas de violadores múltiples sembrará la tranquilidad en ellas con la afirmación de que estos fulanos han sido derrotados porque una corte internacional los ha homologado con la peor escoria criminal de este país. Hace poco, el ministro glosaba la figura de Tarradellas como un ejemplo de catalán sensato, ignorando que aquel prócer siempre decía que en política se puede hacer de todo menos el ridículo.
domingo, 17 de noviembre de 2013
viernes, 15 de noviembre de 2013
Odia el delito
Oficiado el funeral de la doctrina Parot por el Tribunal Supremo, y ahora que reflota el viejo Prestige, bien podemos decir que los etarras salen de la trena como aquellos hilillos de plastilina que un indolente Rajoy se sacó de la manga para calmar a sus paisanos de las rías: salen poco a poco, tal vez para no ofender mucho, hasta que lo hagan a chorros y al son de un aurresku. El gobierno siempre estará con las víctimas, he ahí, a falta de otros medios con los que litigar, el vacuo recurso a la retórica que tan bien manejan este equipo de burócratas y sus medios afines. Tanto están con las víctimas, que Ortega Lara cogió la puerta y se dio de baja antes de la suelta de Bolinaga, un muerto resucitado al que parece que no tomaron, so pena de prevaricar, ni la tensión arterial.
Tras el fallo de Estrasburgo, el gobierno se puso de perfil y quiso cargar el muerto a los ropones, mensaje que éstos captaron a la primera, si bien la liturgia del proceso de paz exigía unos cuantos plenos para demostrar que el estudio de la ley es siempre algo sesudo y que nada queda a la improvisación. Finiquitado el rito, y completando la suelta de terroristas, lía ahora el petate el célebre Kubati, aquél que antes de dar pasaporte a la disidente Yoyes rubricó su acto con un lacónico soy de ETA y vengo a matarte. Más adelante, y ya no se contará para ello con la excusa del acatamiento de sentencias y tratados internacionales, saldrán muchos más, hasta el Parot que sin querer prestó su nombre a un apaño jurídico que ya es historia. Y ahí estarán los Marlaska, Fernández y compañía llamando a las puertas de la prisión con la buena nueva: soy del Estado y vengo a liberarte.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
El contrato social
El parlamento es el auténtico hecho diferencial catalán, una comedia que recuerda mucho a series televisivas de corte surrealista como La que se avecina o Aquí no hay quien viva, un espacio con luz y taquígrafos donde la subnormalidad compite con el mal gusto en una carrera que casi siempre acaba en empate. Nos cuentan los morigerados, siempre prestos a la lectura superficial de los hechos en su defensa de la más prosaica realidad, que el perroflauta de la fotografía es un impresentable y un salvaje, y nada más lejos de la realidad. El salvaje, mejor o peor, era aquel hombre libre al que un día vendieron la burra del contrato social-un acuerdo que sólo genera innumerables obligaciones y ningún derecho-y que desde entonces no levanta cabeza, pues es de necios dejar la interpretación exclusiva de un acuerdo a una de las partes. Mas no se rasguen las vestiduras ni se lleven a engaño los todavía cuerdos, obvien por una vez la siempre necesaria estética y asuman lo inevitable: el contrato social era esto, un fulano analfabeto amenazando, sandalia en mano, a un banquero de dudosa reputación en un marco de aparente legalidad. Si al menos aquí, como en América, nos hubiésemos reservados el derecho a portar armas...
lunes, 11 de noviembre de 2013
Los manifiestos
La noche del pasado jueves asistí a una cena tertulia con Ramón de España, autor de El manicomio catalán, una obra que describe perfectamente la locura que se ha instalado en Catatònia y que, mérito en tiempos de crisis, se está vendiendo maravillosamente bien. Convocaba el acto la asociación Impulso Ciudadano, uno de esos grupos transversales que tanto abundan por estos pagos y que reúne a gentes tan variopintas en su ideología como bienintencionadas en su principal objetivo, la oposición al nacionalismo catalán. Era lógico que la tertulia discurriese por los cauces de ese gran suflé que es el derecho a decidir, cuestión a la que Ramón de España, un tipo afable y divertido, puso el toque irónico que de él se esperaba, aunque sin obviar en ningún momento la seriedad que exige el momento actual, pues queda claro que no estamos ante una broma de mal gusto de cuatro descerebrados sino frente a un órdago que dista mucho de ser un farol.
Avanzada la noche, era inevitable que hiciese acto de presencia la necesidad de firmar, ¡otra vez!, alguna clase de manifiesto que demuestre a los secesionistas que Teruel también existe, y que hay miles de voces dispuestas a defender lo obvio, la catalanidad española y la españolidad catalana. Dramática realidad esa que impulsa a la firma de manifiestos, especie de terapia de grupo que busca el calor humano ante la ausencia del amparo legal y que en este Matrix del calçot es ya todo un clásico. Dada mi natural aversión a las firmas colectivas, no pude resistir la tentación de dar mi opinión al respecto: que el único manifiesto válido es exigir al gobierno el cumplimiento de la legalidad y que, en cualquier caso, cuantas menos firmas en un proclama de esta naturaleza, mejor. A fin de cuentas, el manifiesto que ha tenido mayor trascendencia en la historia de la humanidad sólo fue firmado por dos personas.
viernes, 8 de noviembre de 2013
La vida es una tómbola
Los trabajadores de la televisión valenciana que acudieron a los tribunales adoptaron, tal vez sin saberlo, la pose del castizo que se carga de razón y sentencia que aquí follamos todos o tiramos la puta al río. Y el presidente del taifa valenciano, ante la imposibilidad de que todos pudiesen meterla en caliente, ha echado la puta al arroyo del olvido, decisión traumática especialmente para aquellos trabajadores que iban a conservar su empleo si el ERE se aprobaba y que ahora andarán ciscándose en el compañerismo y la solidaridad. No son muy habituales estas muestras de autoridad, sentido común y decencia en un gestor de la cosa pública, de ahí que, repuesto uno de la sorpresa inicial, no descarte alguna clase de retirada táctica al estilo del ministro Wert, un hombre que se pasa la vida reculando ante las presiones de sus propios compañeros y que como aquel socarrón que fue Pío Cabanillas tenga ya como máxima el cuerpo a tierra, que vienen los nuestros. De momento, Fabra ha emulado a Estanislao Figueras-estoy hasta los cojones de todos nosotros-para dar el portazo a un problema que era ya más un coñazo que un despilfarro.
Que cierre una televisión pública siempre es una buena noticia, y lo es por lo que tiene de ahorro para el contribuyente y de alivio para el espectador que se sienta frente al televisor en busca de entretenimiento y obtiene basura de toda clase, empezando por la ideológica, principio fundacional de unos entes nacidos para adoctrinar y adocenar, objetivos tan retorcidos como naturales en ese idilio que mantienen los políticos con una sociedad lanar. Canal 9 fue pionero en determinados programas basura-como aquella Tómbola que elevó la obscenidad a toda una categoría moral-que de tan buena salud gozan en otras televisiones, las mismas que ahora recogerán los restos putrefactos de un naufragio anunciado. A la espera de que esta liquidación por cierre discurra de forma civilizada, habrá que concluir que la vida es una tómbola que algunas veces reparte la suerte sin causar demasiada injusticia.
miércoles, 6 de noviembre de 2013
El Régimen
Ya hace tiempo que el amigo Fuga nos dijo que vivíamos sometidos a una suerte de peronismo, y el tiempo le viene dando la razón. Aquí tenemos una fotografía de familia montada por el inefable Marhuenda, uno de los mejores propagandistas de ese Régimen, a cuenta del aniversario fundacional del panfleto que dirige. Faltan algunos que por allí se paseaban, es lógico y normal, pues como en las bodas y eventos parecidos-hasta un cura se sumó a la fiesta- no caben todos en la instantánea, pero es una bonita muestra que agrupa a unos cuantos elementos indispensables en la estructura de la cosa. Aseguraban los cornetas del Apocalipsis que estábamos ante un fin de ciclo, que una catarsis se avecinaba, y nada más lejos de la realidad: nuestro peronismo goza de envidiable salud y con paso firme se encamina hacia sus cuarenta años de paz. Después, la gloria.
domingo, 3 de noviembre de 2013
Un país de pandereta
Nunca es tarde si la dicha es buena, y así, poco a poco y a base de hostias, algunos van descubriendo ahora qué clase de engendro fue aquella modélica-tal vez para países como Tanzania o Uganda-Transición española. Algún diario lanza grandes titulares para decir que uno de los padres de la Constitución, y abogado de una de las hijas del Rey en una causa que morirá de asco, apuesta por la independencia de Cataluña, asegurando que el modelo territorial vigente está agotado. Tal vez el plumilla de turno busque el escándalo con la noticia, quizá esté denunciando una especie de traición a no se sabe qué principios, o simplemente estemos ante algún ajuste de cuentas por alguna vieja querella. Pero la tozuda realidad es siempre más prosaica.
Con Roca ha ocurrido más o menos lo mismo que con Pujol, aquel señor respetable que un día fue nombrado español del año en una rifa de la que nunca se tuvo muchos detalles pero que siempre se supo que fue un tongo. El jurista de notable prestigio era el ejemplo de la moderación, el hombre justo y brillante que con en la redacción de la norma suprema había sabido encontrar el encaje de Cataluña en España, cuando en realidad era el lobo puesto para guardar las ovejas, el pirotécnico que dejó la bomba activada para que explotase en el momento oportuno, treinta años después y puestas en bandeja las condiciones objetivas. No obstante, y dada la estupidez que preside la cosa pública, en este período de relativa paz nuestro hombre se ha llevado toda clase de prebendas, reconocimientos y medallas en un alarde que acredita la podredumbre de un régimen.
La Transición se vendió con aquel cuadro del abrazo entre españoles, con gentes que se buscan, o que se han perdido y se reencuentran, hombres y mujeres que parecen emprender un nuevo camino juntos y en alegre comandita: toda una pose muy trascendental, muy seria. Pero aquella seriedad- hasta un cardenal muy castizo se sumó a la ceremonia-no era tal, sino más bien una fiesta con muchas risas entre los muñidores que sirvió para entretener al pueblo con la quimera de que era dueño de su destino votando cuantas veces fuese llamado a las urnas. Y ahora que todo se viene abajo, vuelve a invocarse, pandereta en mano, aquel espíritu festivo que hasta aquí nos ha traído, lo que sin duda sólo puede tomarse a cachondeo y echando unas risas en este valle de lágrimas.
jueves, 31 de octubre de 2013
La losa del pasado
Fue Vizcaíno Casas el que publicó una delirante novela que vendía una historia interesante, la de que Franco resucitaba a los tres años de su muerte, en pleno desaguisado de Suárez y compañía. Treinta y tantos años después de aquella ficción, los socialistas proponen, exhumando unos cuantos huesos, hacer realidad lo que para unos es una pesadilla y para otros un sueño, quizá porque entre los que sueñan con un Caudillo redivivo, aunque parezca extraño, hay mucho progresista incombustible que tiene claro que contra Franco vivían mejor. Nada extraño, por otra parte, este circo de la reconciliación de los vivos a costa de los muertos que defiende el diputado Elorza, pues es sabido que el oxímoron de la memoria histórica no es otra cosa que coger pico y pala y desenterrar cuerpos a costa del erario público, extraña liturgia en la forma de pago que si se aplicase también al entierro haría quebrar a todas las funerarias.
Planteado así el enésimo disparate nacional, queda por saber la respuesta del partido del gobierno, pues si bien, y a diferencia de la izquierda patria, los populares no han tomado todavía la freudiana e irreversible decisión de matar al padre, no es menos cierto que hace ya tiempo que se abonaron a un transversalismo-o travestismo-extraño que lo mismo les lleva a esquilmar el bolsillo del contribuyente cual vulgares socialdemócratas que a plantarse ante la capilla ardiente del matarife Carrillo para expresar unas condolencias que demuestran, una vez más, que aquí sí cabe un tonto más, y hasta un millón de tontos, cifra simbólica que, por otra parte, tanto recuerda al millón de muertos de la Guerra Civil, una leyenda literaria como esa otra que ahora pretenden enseñar en las escuelas y que nos dice que la Transición fue un fraternal abrazo entre españoles que enterraba odios, rencillas y viejas querellas.
Planteado así el enésimo disparate nacional, queda por saber la respuesta del partido del gobierno, pues si bien, y a diferencia de la izquierda patria, los populares no han tomado todavía la freudiana e irreversible decisión de matar al padre, no es menos cierto que hace ya tiempo que se abonaron a un transversalismo-o travestismo-extraño que lo mismo les lleva a esquilmar el bolsillo del contribuyente cual vulgares socialdemócratas que a plantarse ante la capilla ardiente del matarife Carrillo para expresar unas condolencias que demuestran, una vez más, que aquí sí cabe un tonto más, y hasta un millón de tontos, cifra simbólica que, por otra parte, tanto recuerda al millón de muertos de la Guerra Civil, una leyenda literaria como esa otra que ahora pretenden enseñar en las escuelas y que nos dice que la Transición fue un fraternal abrazo entre españoles que enterraba odios, rencillas y viejas querellas.
martes, 29 de octubre de 2013
El canto del cisne
Se reunieron las víctimas el domingo para lo que pretendía ser una demostración de fuerza en su lógica-justa es otra cosa-repulsa a la sentencia de Estrasburgo que dará la blanca a un montón de terroristas. Hubo insultos contra el gobierno cuando por allí aparecieron dirigentes del PP, tipos poco recomendables a los que se acusa de buscar la fotografía: ¿cómo no iban a estar si la concentración, en lo que a la asociación mayoritaria se refiere, se convocó para mayor gloria del ejecutivo? Aquí el malo era el juez López Guerra, un fulano puesto por Zapatero al que se echa en cara que no es un ropón de carrera y oposición, como si para impartir justicia hiciese algo falta algo más que el sentido común y un buen manual de la rama del Derecho aplicable al caso.
Ya sea por hastío, ya sea por una sensación de derrota que no se logra ocultar bajo un mar de banderas, lo que de verdad hicieron las víctimas fue entonar el canto del cisne en una ceremonia que recordaba mucho a esos viejos rockeros que con la dignidad intacta ofrecen su último concierto. Dignidad intacta la de las víctimas, porque algún dirigente ya se pasea por las tertulias refiriéndose al PP como el partido, desconociendo que es la política, y no la ley, la que lo emponzoña todo. Bien harían algunos en apartarse de esa política de escaso recorrido que tan pocos réditos ofrece: como el presidente, que se apartó del mundanal ruido de Estrasburgo y su persistente lluvia para acudir a una boda de alto copete a departir, aseguran, con la hija y el yerno del rey. Así, entre los vapores de la vida social, se fue gestando el voto de López Guerra contra España.
sábado, 26 de octubre de 2013
De la ética y la estética
Como decía la máxima marxista, de Groucho, partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria. Una de las hijas de Zapatero abandona la estética gótica para lucir esta otra pinta que nos lleva a la Venezuela de Chávez y Maduro, una mierda con la que cada vez estamos más emparentados. Es difícil valorar el cambio y decir si la niña está mejor o peor, porque la risa impide la más mínima concentración para emitir un juicio imparcial, aunque podemos, por una vez, ser optimistas y afirmar que tal vez sea ésta la luz al final del túnel que sólo el sacamantecas Montoro aprecia con claridad. Algo, aseguran, está cambiando, algo se nueve, aunque no sabemos qué es ni hacia dónde nos lleva, pero si sabemos, como en el caso de la niña de Sonsoles, que seguimos buscando sin éxito el modelo más acorde con nuestra personalidad. Exigen plumillas y tertulianos un estatuto que regule la figura de los expresidentes, cuando en verdad, y puestos a legislar, lo que deberíamos regular, porque no hay ética sin estética, es la figura de hijos y esposas de dichos estadistas.
jueves, 24 de octubre de 2013
Llueve
Requerida su opinión sobre el desastre de Estrasburgo-otra histórica derrota española y sin disparar un solo tiro-y qué palabras tenía para las víctimas del terrorismo, el presidente del gobierno se limitó as decir, mientras buscaba el cálido refugio del coche oficial, que llovía, y mucho, sobre mojado, le faltó añadir. En efecto, llueven hostias como panes, lágrimas de impotencia y una incredulidad cuya mejor metáfora es la imagen que ofrecieron los ministros del ramo, luciendo ambos un luto tan impostado como ridículo al conocer la sentencia. Uno entiende la preocupación del presidente por no disponer de paraguas en un momento que sólo invita a guarecerse y esperar que escampe. Porque ese ya escampará es la máxima de un hombre que permanece impasible ante cualquier adversidad y cuya mejor arma es siempre el transcurso del tiempo, ese juez que siempre pone las cosas en su sitio, aunque éste sea el cajón de la infamia, como ocurrió con Bolinaga, icono etarra al que dieron unos meses de vida creyendo que el tiempo-muerto el perro, se acaba la rabia-jugaría a favor del gobierno.
Llovía también, si bien con esa indolencia con la que llueve en Galicia, cuando la etarra Del Río salía de prisión tras la orden librada por una instancia, el pleno de la Audiencia Nacional, que captó el mensaje de un ejecutivo que se lava las manos y que le endosa un problema que va más allá de los estrictamente jurídico. No parecía muy preocupada la terrorista por mojarse, y en cualquier caso disponía de una bandera que haría las veces de paraguas si la inclemencia arreciaba, antes de coger el coche camino de su pueblo para recibir el cálido y habitual homenaje que demostrará, una vez más, que la derrota de la banda es una falacia que sólo jalean los apologetas de dos gobiernos, el anterior y el actual, causante y heredero de un proceso de rendición cuya hoja de ruta, con una suelta masiva de presos, señala una próxima estación, la de la tormenta.
martes, 22 de octubre de 2013
El tren de Babel
Una pasajero de Renfe denuncia maltrato de palabra al no ser atendido en catalán por un camarero y al Ministerio de Fomento le falta tiempo para prometer que, a partir de tamaña ofensa, todos los camareros de los trenes deberán conocer las lenguas autonómicas: tanto automatismo ferroviario para descarrilar en la curva de la estupidez. Hace un tiempo, el padre de un niño escolarizado en la región valenciana exigió que su hijo pudiese ser educado en castellano, a lo que el director del colegio le contestó que si ese era su deseo, siempre lícito, que se lo llevase a estudiar a Cuenca, lugar encantador que, como Teruel, también existe. Ahora el ministro Wert saca una ley de educación que, asegura con pompa, permitirá que cualquier alumno pueda estudiar en la lengua oficial del Estado si así lo desea, y si no hay colaboración autonómica, que no la habrá, recibirá el dinero para un centro privado, desconociendo que esos centros, como ocurre en Cataluña, se cuentan con los dedos de una mano. Pero ya se sabe, la realidad no puede chafar un buen titular. En España la desigualdad principia por el lamento, su procedencia y la respuesta obtenida, y así, mientras los ingenuos de desgañitan afirmando que no son los territorios los que tienen derechos, el gomierdo busca el encaje de los privilegiados en un proyecto tan quebrado como pestilente. Aunque sea en la cafetería de un tren.
sábado, 19 de octubre de 2013
Odia el delito
Valentín Lasarte anda disfrutando de un nuevo permiso penitenciario, en este caso de seis días, allá por las verdes tierras del Valle de Baztán, que no es mal destino para el recogimiento, el examen de conciencia y la cosecha de setas. Tal vez sin proponérselo, el preso se ha convertido en un pionero: se puede tumbar la doctrina Parot sin necesidad de pleitear en un feudo tan lejano como Estrasburgo y sin tener que invocar, algo siempre incómodo para un criminal confeso, los derechos humanos. Si con Bolinaga el gomierdo se tuvo que que retratar, duro trance si la imagen que se brinda es la del ministro del Interior, con Lasarte han sido los ropones-quid pro quo-los que han saltado a la arena con la muleta siempre vistosa de la estricta aplicación de la ley.
Pero no hay que rasgarse las vestiduras: el día que la banda entierre el llamado frente de makos y deje libertad a sus presos para acogerse a soluciones individuales, y no será muy tarde, las cárceles se irán vaciando y llenándose los hotelitos de montaña como preparación para la vida en libertad, quedando la petición de perdón y el arrepentimiento como meras presunciones retóricas que, como aquellas viejas pólizas, completarán cientos de expedientes de reinserción. Llegado el día, a las víctimas les quedará el derecho al pataleo, a la última palabra, tal vez un escrache frente a las moradas de los verdugos en lo que ya no será otra cosa que un acto de compasión hacia sí mismas y que servirá para que los turiferarios del Régimen, a derecha e izquierda, nos cuenten que la banda ha sido derrotada y que, ahora sí, la Transición se ha completado.
jueves, 17 de octubre de 2013
Aquellos polvos
Fue Conde Pumpido el que para apuntalar el proceso de paz iniciado por Zapatero dijo que los jueces, y por extensión los fiscales, debían estar dispuestos a manchar sus togas con el polvo del camino, eufemismo que todo el mundo entendió como la barra libre para el terrorismo y sus arreones y mirar para otro lado en caso de duda. Lógicamente, la recomendación también iba dirigida a los policías que luchaban, al menos en teoría, contra la banda. El que mejor captó el mensaje fue Otegui, que tras una de sus detenciones dijo aquello de ¿y esto lo sabe Cándido? Lo sabía, sin duda, pero no tuvo tiempo para detener el golpe, así que decidió que uno de sus subordinados se manchase un poquito la toga no acusando al batasuno en el correspondiente juicio: aquí paz y después gloria.
En el caso Faisán, para sorpresa de algunos, la Audiencia Nacional acoge la doctrina Pumpido y considera que el chivatazo no es colaboración con ETA y que los chivatos actuaron para no entorpecer un proceso cuya finalidad era, o es, más que loable. No querían colaborar. El actual ministro del Interior puso toda la carne en el asador para que Bolinaga tuviese el tercer grado, requisito indispensable para que un ropón le diese la condicional: no quiero prevaricar, era su estúpida justificación. En ambos casos parece que prima un voluntarismo que excluye la responsabilidad penal y política y que va confirmando, poco a poco, que aquella hoja de ruta de Zapatero ha sido asumida por todos los que en esta historia tienen algo que decir y que decidir. Con un Bolinaga redivivo-échele un galgo, señor ministro-y unos maderos que se van de rositas pese a su traición, sólo falta el remate de Estrasburgo-abajo la doctrina Parot-para poder afirmar que se ha cerrado el círculo. Vae victis!
martes, 15 de octubre de 2013
Ecos del 12
El 12 a las 12 era la consigna para todos aquellos que quisiesen reivindicar la españolidad de Cataluña, que es algo así como quedar para exigir el reconocimiento de que dos y dos con cuatro, con la salvedad, eso sí, de que bajo el imperio de la Constitución vigente dos y dos pueden ser cinco, o tres, según el máximo intérprete de la norma se levante con el pie izquierdo o derecho. Muchos más asistentes que el año pasado y menos, seguramente, que el próximo: un éxito pese a la soledad institucional con la que ya se contaba de antemano. No compareció ningún miembro del gobierno, tampoco cargos relevantes del PP, ni siquiera el estólido Floriano, que por ir, y por hacerse la foto, fue hasta la capilla ardiente de Carrillo para hacerse perdonar las presuntas tropelías de Yagüe por su Extremadura natal.
Alegan los melifluos que esas ausencias se debían al desfile que a esas mismas horas recorría una de las arterias de Madrid, evento descafeinado por la ausencia del jefe supremo de unos ejércitos que garantizan la soberanía...de otros países. Pero no es excusa: un plasma gigante instalado en la Plaza de Cataluña hubiese llevado la imagen y la voz de Mariano a modo de homilía. Porque no nos engañemos: el acto del pasado sábado tenía mucho de fervor religioso, de acto de fe. Se cree a pies juntillas en un texto sagrado, la Constitución, y se invoca la ayuda de algo intangible, el gobierno y todos sus apéndices. Por fortuna, y dice mucho del talante pacífico de los asistentes, no hubo hostias, pues el reparto de esa liturgia habría sacado de su letargo cinéfilo al fiscal general, abriéndose la oportuna investigación en busca de ultraderechistas peligrosos, ignorando que los ultras ya no van a ver ni a la Legión.
sábado, 12 de octubre de 2013
El pensamiento navarro
Decíamos ayer que una moción presentada en el Congreso pretendía castigar, entre otras cosas, la apología o el enaltecimiento del franquismo. Nada nuevo bajo el sol, excepto por un pequeño detalle: uno de los promotores de la moción era Unión del Pueblo Navarro. Uno entiende que tras semejante hazaña anden separatistas, socialistas y comunistas, incluso UPyD, un partido, por cierto, que sólo cosecha éxitos en Madrid, tal vez porque en la capital de España haya un independentismo peligroso, no sé, o latente, quizá. Lo que ya no cuadra tanto es que por ahí ande UPN, un partido que aglutina a esa Navarra foral y española que tanto apoyó a Franco en su aventura y que, en justa reciprocidad, tanto recibió del Caudillo en forma de respeto al privilegio de un concierto económico que hasta hoy perdura; herederos, al fin y al cabo, de aquellos bravos requetés que ahora, y de esta guisa populista, ejecutan la liturgia freudiana de matar al padre. Tiempos tan difíciles como extravagantes éstos que hay que vivir, epopeya salvaje en la que la realidad siempre supera a la ficción, como cuando un compungido Floriano besaba la mano de la viuda de Santiago Carrillo en una imagen que sólo reconciliaba a los necios con ellos mismos. En un alarde de generosidad, y a modo de atenuante, siempre diremos que los diputados de UPN votaron bajo el shock de haber visto esa misma jornada a tres tías con las tetas al aire, pues de lo contrario, y siendo un poco malvados, sacaríamos del arcón de la memoria aquel chiste que aseveraba que el pensamiento navarro era un oxímoron.
jueves, 10 de octubre de 2013
De lo banal
Un diputado convergente presenta una moción para llevar al Código Penal la banalización del holocausto, y también del nazismo, buscando así que partidos como el suyo, y otros similares, no deban soportar la calificación de nazis cada vez que salen en procesión con antorchas y estandartes. De igual guisa, ante semejante moción y a modo de reconvención, los diputados del PP podrían pedir que fuese tipificado como delito el ser tildados de fachas o franquistas cada vez que intentan modificar las leyes educativas, del aborto o cualquiera que pueda ser polémica, o mantener otras en su esencia, como una Ley Hipotecaria que no acepta la dación en pago y que provoca, además, que sean llamados asesinos cada vez que un desahuciado, en clara metáfora de la amortización del préstamo, se tira por el balcón.
Con este dispararte lo que de verdad se banaliza es el Código Penal, texto que hasta ahora quedaba para castigar acciones y omisiones de cierta importancia y que, por arte de magia, puede pasar a la caza y captura del pensamiento y la palabra, todo un maltrato a la retórica. ¿Se banaliza el holocausto si se rebaja sustancialmente las cifras de muertos en aquellos campos? El Derecho suele ser una cuestión de interpretación, por lo que para dirimir una cuestión como la planteada habrá que buscar jueces con profundos conocimientos históricos. Por no hablar de la prohibición, también pretendida, de símbolos franquistas: ¿fue el régimen de Franco fascista, totalitario, conservador o, por contra, no fue más que una democracia orgánica en la que el pueblo pintaba lo mismo que ahora? Un follón, al cabo. Más claro era aquel otro disparate de una ministra de Zapatero que quería castigar penalmente el llamar maricón o gorda a alguien. A fin de cuentas, uno de los deberes del gobernante es la claridad a la hora de legislar.
martes, 8 de octubre de 2013
Sánchez Cagancho
Así, como Cagancho en Almagro, ha quedado la poco agraciada-física e intelectualmente hablando- y cada vez más impopular Sánchez Camacho con su propuesta de una nueva y muy beneficiosa financiación para Cataluña: que vuelvan los fueros, en pocas palabras. Casualmente, era de tierras castellano-manchegas, como Almagro, de donde venía la propuesta-Cospedal-para organizar una suerte de pacto constitucional en ese Ostfront que han montado unos por acción y otros por omisión. Tanto ruido unionista para que al final salga de la chistera el mismo conejo de siempre: perseverar en el error con la ya habitual bajada de pantalones, desconociendo lo más obvio, que la apuesta separatista ya no se cimenta sobre un más amplio manejo de los dineros y que ya no hay margen para retiradas tácticas si se trata de impedir esa secesión. Y con estos bueyes hay que arar!, habrá pensado Ciudadanos para desvincularse de una alianza tan poco seductora. Y es que la última baza de la que dispone este unionismo de pacotilla es que a Doña Alicia, como a Cagancho en aquella tarde histórica, se la lleve la Guardia Civil.
domingo, 6 de octubre de 2013
Otro agujero
En la infancia vivimos, después sobrevivimos.
Leopoldo María Panero
Ahora que Mariano anuncia en NY y Japón que vamos por la senda de la recuperación, descubrimos otro agujero en este valle de lágrimas por el que debemos transitar. Panrico amenaza con innumerables despidos para intentar salvar un producto que va mucho más allá de la alimentación pura y dura, pues forma parte de la educación sentimental de varias generaciones: quién no recuerda aquel anuncio del niño que olvida los donuts, metáfora de la felicidad, en su camino hacia la escuela.
Sin entrar a fondo en las razones económicas, que la empresa conocerá mejor que nadie, y sin descartar que al final la administración catalana, tal y como ha anunciado, entre a salvar la planta de Santa Perpetua, sólo podemos aportar una idea para evitar el drama, abaratando así el coste del producto y manteniendo el precio final: hacer el agujero más grande. Al fin y al acabo, ya demostró el mago Ferran Adrià que del aire también se come y que la nada se paladea.
jueves, 3 de octubre de 2013
Del derecho a tuitear
Quizá imbuidos por aquello que establece la legislación penitenciaria, permisos de salida como preparación para la vida en libertad, los próceres catalanes habían pensado en llevar a Arnaldo Otegui a deponer en el parlamento autonómico sobre la única cuestión que se debate en esa institución, el derecho a decidir. Parece que finalmente, y por aquello de los pasteleos políticos, el preso se limitará a dar su opinión por escrito, por lo que no será necesaria una conducción especial desde la prisión de Logroño y a cargo de la Benemérita. Toda una floritura redundante, pues el preso-a través de su hijo, como es conocido por todos-ya hace días que ha dado su opinión al respecto en Twitter: aúpa la independència, pues.
El soberanismo, que no es otra cosa que la puesta de largo de un nacionalismo más o menos al uso, apuesta por el mito y la leyenda. Primero fue Mas el que, emulando a Luther King, dijo que había tenido un sueño, tal vez que los niños catalanes pudiesen estudiar, obviamente, en catalán, diría un chistoso. Ahora, con comisiones parlamentarias en plan feria del ganado, los padres de la patria sacan de paseo a un preso al que sus huestes comparan con Nelson Mandela. Como es de apreciar, en esta delirante historia casi todo es sublime y notable es su carga de simbolismo: lo único prosaico, y eso es lo peor, es la estulticia de un ministro que con su fondo de liquidez autonómica-bien nutrido a base de promesas incumplidas-financia la función.
martes, 1 de octubre de 2013
De la improcedencia de terceras vías y otros apaños
Todos sabemos que la huelga de profesores en Baleares no tiene carácter político: sólo hay que ver las banderas que exhibieron en una reciente manifestación los huelguistas, ya fuesen profesores, alumnos y parentela hasta el cuarto grado que por allí paseaba. Es lo malo de ser pusilánime, que al final pierdes por goleada y además haces un ridículo espantoso. El gobierno balear no se atrevió a liquidar la inmersión lingüística en catalán y optó por un modelo trilingüe, una tercera vía, que aspiraba a contentar a muchos, sin duda, pero que dejó insatisfecha a la bestia nacionalista: y si duro es luchar contra toda clase de identitarios, mucho peor resulta la batalla cuando éstos pertenecen a la casta de funcionarios. Pero es el sino de este Partido Popular en todas las demarcaciones: amagar pero no dar, prometer y no cumplir, poner siempre la otra mejilla y apretar el culo. De ahí que, asomando más terceras vías en otros frentes, bueno sería tener claro que la mejor vía siempre es la recta, pues desviarse un poco puede provocar que la vía acabe siendo rectal. En cualquier caso, y por pardillo y devoto de la lengua británica, al presidente balear hay que dedicarle un sonoro fuck you.
sábado, 28 de septiembre de 2013
No hay salida
De la tercera vía de Duran Lleida al pacto constitucional de Cospedal, pasando por la doble nacionalidad de Junqueras y las catalanadas de Aguirre: por estos cauces discurre una política doméstica en la que lo catalán es ya sinécdoque de una España que invita a la evasión, al viaje a otros lugares. Cuentan que cuando Josep Pla llegó a Nueva York y vio la gran manzana iluminada, sacó al hombre de pueblo y escéptico que siempre llevaba dentro y preguntó: y esto, ¿quién lo paga? En la misma urbe, y esta vez sin paseo puro en mano por la Quinta Avenida, o tal vez la Sexta, Mariano Rajoy exhibe al castizo sobrado que llega a territorio extraño y con menos gracia que aquel ampurdanés afirma que España ha vuelto y, ¡ojo!, que lo ha hecho para quedarse. No negaremos tal afirmación, entre otras razones porque para ello antes habría que realizar una interpretación de las palabras del gallego y eso queda reservado para el exégeta Marhuenda, pero qué bueno sería que esa misma gloria-España ha vuelto y lo ha hecho para quedarse-la pronunciase el presidente en Barcelona cualquier día de éstos mientras, ya puestos y aprovechando el viaje, preguntase a Mas por su aventura: y esto, ¿quién lo paga?
jueves, 26 de septiembre de 2013
Pactos extraños
Como con aquel Pacto Ribbentrop-Mólotov, un soberanista catalán nos diría que las fuerzas hostiles se han unido, o pretenden unirse, para el reparto de una indefensa Polònia. Y es cierto que algún paralelismo se puede trazar entre la propuesta de Cospedal y aquel acuerdo germano-soviético, porque de alguna forma se trata de un intento-bastante ingenuo, todo sea dicho-de ampliar horizontes, de reconquistar, si se quiere, una tierra largo tiempo abandonada a la suerte del nacionalismo y la que ahora todos-hay que catalanizar España-parecen codiciar. También aflora, como el citado pacto, el intento de fuerzas enfrentadas-PP y PSOE-por llegar a acuerdos concretos, si bien, como era de esperar, los socialistas catalanes, alineados con el derecho a decidir, ya han dicho que con ellos no cuenten para tan complicada y retorcida empresa. Oferta de pacto extraño, contra natura, ideada principalmente para fagocitar a un partido al alza, Ciudadanos, al que hasta hace bien poco el PP ninguneaba sin compasión, como Rajoy ningunea a Rosa Díez-UPyD no es destinatario de la oferta popular-llamándola Díaz cada vez que ésta pide explicaciones desde la tribuna del Congreso. Y es que aquí, como en aquel pacto de Moscú, lo que prima es el engaño.
martes, 24 de septiembre de 2013
Matices
Afirma Felipe González que la independencia de Cataluña es imposible y se enciende en los medios una euforia que sólo se ve apagada por el jarro de agua fría que lanza el Presidente del Congreso, quien niega la mayor y asevera que predecir eso también es imposible, pues nadie conoce el futuro. A cuenta de la hipotética secesión catalana hay en el PP y en el gomierdo de Expaña un pesimismo antropológico que choca frontalmente con el optimismo desatado de uno de sus grandes epígonos, Paquito Marhuenda, hombre incansable que como el niño del anuncio del palo-¡un palooo, un palooo!-saca petróleo de donde no hay y nos explica que la victoria de Merkel es un éxito de Mariano y que ya hemos salido del atolladero.
Aunque para jarro de agua fría, el que ha echado el gordo Junqueras sobre los todavía exhaustos participantes de la cadena humana: doble nacionalidad para todos, incluso para aquellos escépticos que no deseen ninguna de las dos, lo que sin duda provocará euforia entre los miles de extranjeros indocumentados que por aquí se encierran en reclamación de papeles: no querías caldo...Matices, al fin y al cabo, de un conflicto que se enquista en lo retórico para lentamente, poco a poco, dar paso a lo surrealista, de ahí que ante la propuesta pepera de un gran pacto constitucional contra el separatismo un par de cuestiones asalten al estupefacto espectador de esta tragicomedia invertebrada. ¿No estaba ya superada, agotada, esta Constitución y su espíritu de pacto contra natura?, y la más importante: ¿de verdad hay alguien que quiera separarse?
domingo, 22 de septiembre de 2013
De la incontinencia
Se planta la líder-esa, una suerte de Gracita Morales rediviva, en un club de caballería y cuenta a los presentes que hay que catalanizar España, dejando así en pelotas al morigerado Wert, que estupefacto, cornudo y apaleado sigue lamiéndose las heridas por afirmar que había que españolizar a los niños catalanes. La incontinencia verbal de miembros destacados del PP y del gobierno debería obligar, en buena ley, a que el máximo responsable de unos y otros unificase la doctrina a impartir, de tal forma que, perdido ya el rumbo y sin posibilidad de enmienda, el ridículo y la vergüenza, al menos, fuesen unánimes y siempre en la misma dirección.
De todas formas, y volviendo a las palabras de tan locuaz aristócrata, algo y no bueno se mueve en este contencioso desde aquella reunión secreta entre Mas y Rajoy que no está en la carta pomposa y vacía de contenido que el segundo remitió al primero tras la Diada: el tiempo lo dirá. Lo que sí es cierto, vista la propuesta de otorgar un trato privilegiado a una parte de España, es que en ese partido, como bien señaló su presidente hace tiempo, los liberales no tienen cabida. Lo malo es que tampoco tienen espacio los conservadores, dada la querencia de estas gentes por dinamitar lo poco que queda de España , meándose en un pasado común que por desgracia ya sólo conduce a la melancolía.
viernes, 20 de septiembre de 2013
Pedagogos y demagogos
La irrupción-asalto es el término que utiliza la policía para dar lustre al atestado-de un grupo de ultraderechistas en una librería ha reavivado el debate sobre la ilegalización de estos grupos al amparo de una ley de partidos que no se aplica desde que a JoseMari se le jodió la tregua trampa de la ETA y del MLNV. Dejando a un lado el debate sobre la legalidad y oportunidad de la medida que propone este Frente Popular del siglo XXI, nada más satisfactorio para los grupos ultras que su interdicción, pues sabido es que para que el fascismo funcione bien y gane adeptos ha de moverse fuera de la ley, que dentro de ella la gente se morigera y acaba en las filas de la socialdemocracia reinante a izquierda y derecha.
Demagogia barata, a fin de cuentas, la de una compungida Soraya Sáenz de Santamaría condenado el ataque del gas pimienta y callando ante otros desmanes ocurridos el mismo día a unos cientos de kilómetros de distancia, anécdotas que no hirieron la sensibilidad-el spray presuntamente usado por las fieras ultras no da para más lesiones-de ningún diputado electo. Y como de gas va la cosa, el gobierno quiere que los niños estudien el Holocausto con carácter obligatorio antes de pedir una beca para ser ingenieros, todo un envite pedagógico que quizá choque frontalmente con el reparto de competencias y los contendidos históricos que se imparten en Cataluña, un lugar donde la Historia se paró en 1714 y la verdadera educación en valores se imparte desde la televisión autonómica.
miércoles, 18 de septiembre de 2013
El becario
A caballo entre la crónica de sucesos y la salsa rosa, descubrimos que Felipe Juan Froilán vuelve a suspender el segundo curso de la ESO, por lo que, descartada una nueva repetición, el chaval pasará al siguiente curso, aunque lo hará en el grupo de Diversificación, que no sé muy bien qué carajo es pero que tiene una pinta horrorosa, como en la mili el pelotón de los torpes o el Grupo Mixto en el Congreso de los Diputados.
Se achaca por parte de la progresía al morigerado Wert que su reforma educativa sólo beneficia a los ricos, ya que un sistema de becas exigente con el rendimiento y el aprovechamiento impide que los pobres estudien, al menos en teoría, tanto-y a veces tan mal-como los ricos, de ahí que toda una turba quejosa se eche a la calle reclamando becas para todos aunque el potencial agraciado sea un lerdo de narices. A simple vista puede parecer que Froilán-metáfora evidente de que torpeza e hidalguía suelen ir de la mano-queda exento de este debate dada su condición de rico al que no afecta el reparto de ayudas, pero no es así. Dada la estulticia del tierno infante y su origen familiar, y parafraseando a Josep Pla a su llegada a Nueva York, habrá que preguntarse aquello de ¿quién paga todo esto?
martes, 17 de septiembre de 2013
El problema
Pantumaca, calçots, escudella, trinxat, cava, carquinyolis: definitivamente, y ya han corrido ríos de tinta sin dar con el diagnóstico adecuado, el llamado problema catalán no es más que un problema gastronómico, y grave,de ahí que, al margen de conllevar ese quebradero de cabeza como buenamente se pueda, habrá que buscar a alguien que sea capaz de dar con el tan deseado encaje de Cataluña en España, y de una puta vez. O lo que es lo mismo, encontrar esa fusión que termine con esta pesadilla.
domingo, 15 de septiembre de 2013
Lo de siempre
Pese a que el tema me aburre desde hace mucho tiempo, entre otras razones porque considero que no tiene solución, no me resisto a comentar una afirmación contenida en un artículo de Enric Juliana sobre el éxito de la Vía Catalana:
Aún a riesgo de exagerar, podríamos afirmar que el independentismo catalán es la cristalización más excéntrica de un nuevo regeneracionismo español quizá imposible. Son muchas las personas en España que hoy sueñan con un reset.
No creo, pese a los deseos de Juliana, que en Madrid deban tomar mucha nota, salvo que se trate de algún que otro mastuerzo del gomierdo que, como el tonto universal, mira al dedo y no a la Luna, pues nos encontramos ante una película mil veces vista. Tras un aparatoso viaje, en este caso con forma de cadena humana, hemos vuelto al punto de partida y origen de un problema sin aparente solución: no quieren dejar de ser españoles, para nada, sino que aspiran a ser españoles de primera. Más que un reset, que aquí sería en verdad lo novedoso, con lo que muchos sueñan-Juliana el primero, como el más eficaz transmisor de una voluntad que siempre se plasma en el mismo artículo-es con la permanente instalación en un bucle que, como ya señaló Jon Juaristi con los nacionalistas vascos, siempre es melancólico.
jueves, 12 de septiembre de 2013
Aquí huele a muerto
De todas las reacciones que ha suscitado el último aquelarre nacionalista en Catatònia la más graciosa, y también la más realista, ha sido la de Rubalcaba, que no ha tenido reparo en afirmar que no pasa nada por abrir la Constitución. Cierto es, no pasaría nada, puesto que en este caso apertura, con incisiones muy precisas, equivale a practicar una autopsia, que no es otra cosa que esa liturgia médico-jurídica que se realiza a todo muerto en circunstancias más o menos extrañas y siempre a la búsqueda de una explicación razonable para tan amargo final. Un muerto, la Constitución, que lleva tiempo apestando y cuyo certificado de defunción nadie quiere despachar, ni defensores ni detractores, quizá porque unos y otros sacan tajada a su manera y sin demasiados escrúpulos.
Tal vez Fredo no haya querido llegar tan lejos y se haya limitado a trazar un símil entre la Carta Magna y un melón, fruta apetecible que hasta que no se abre, por mucho que se agite pegada a la oreja como si se tratase de una maraca, resulta imposible adivinar si es miel o pepino. Melonada, en cualquier caso, la del legislador del 78 y sus herederos y la esquizofrenia política que traen consigo los pactos contra natura, pues creando un estado potencialmente plurinacional no han sabido atender las demandas puramente nacionalistas de unos taifas que se han hecho mayores de edad y desean abandonar la casa común. Procédase, pues, a la práctica de la autopsia y entierro del muerto y ábrase otro proceso constituyente que por malo que resulte no será peor que el vigente.
miércoles, 11 de septiembre de 2013
De la opresión de los pueblos, aspiraciones de sus libertadores y la cruda realidad
-¿Por qué estás con ETA?
Con absoluta convicción y seguridad dijo:
-Para liberar a mi pueblo de la represión que sufre.
-¿Has visto hoy, ayer, alguno de estos días, algún tipo de represión?
No contestó.
Del interrogatorio al miembro de ETA José Antonio López Ruiz, Kubati, contenido en el libro Mi vida contra ETA, Enrique Rodríguez Galindo, Editorial Planeta, 2006.
domingo, 8 de septiembre de 2013
Top secret
Tras ver cómo Artur Mas echa el freno, al menos en apariencia y con la principal intención se salvar el culo, a su desafío soberanista, descubrimos que el susodicho se reunió en secreto con Rajoy a finales de agosto. Tiene este gomierdo una curiosa querencia por las reuniones secretas que va más allá de la discreción mínima que se debe exigir a cualquier gestor de negocios ajenos. Así, secreta fue aquella reunión del ministro del Interior con el cesante Zapatero que tal vez sirvió para programar a meses vista la suelta de Bolinaga, tropelía que no era más que un eufemismo para cagarse en Ortega Lara y resto de víctimas. Episodio análogo en cuanto al apego por la oscuridad es el borrado de los ordenadores de Bárcenas, maniobra que buscaba afianzar aún más el eterno y popular aforismo-hasta Floriano lo conoce-que afirma que lo que no está en los autos no está en el mundo.
No obstante, volviendo a esa última reunión entre Mas y Mariano, hay que alabar al arriolesco sujeto que decidió llevarla a la clandestinidad: demasiado obsceno hubiese resultado dar luz y taquígrafos al enésimo acto de una tragicomedia que busca la partición de España. Pero lo peor está por venir: descubierto el sarao, los turiferarios del Régimen venderán la aparente frenada de Mas como un éxito de la tranquilidad y saber hacer del discreto gallego. Viva, pues, el dontancredismo.
viernes, 6 de septiembre de 2013
Con la mirada ausente
Casi de refilón, y antes de ponerme con un western que echaban a las tantas, pude ver alguna imagen del debate de investidura de Díaz como presidenta de Andalucía. Allí, no sé si en la tribuna de invitados o en un escaño, indiferente es, estaba con la mirada ausente el eterno perdedor, Javier Arenas, un hombre tan abonado a la política como al fiasco. Sí ganó las últimas elecciones, afirman los apologetas del Partido: cierto es, pero fue una victoria pírrica, como ésas que logra un equipo de fútbol en el partido de vuelta, quedando, no obstante, eliminado por el valor doble de los goles en campo contrario. Apologetas del Partido y turiferarios del régimen-parecen lo mismo bajo el manto de la TDT pero no siempre lo son-coinciden en sentenciar, como hizo en el debate el jefe de la oposición popular, que toda esta liturgia no fue una investidura sino una sucesión, y que en Andalucía todo sigue igual, que nada cambia, cuando en realidad lo que no cambia, lo que permanece inalterable año tras año, es la cara de Arenas y su mirada ausente, certificando que lo peor, como en el fútbol, no es perder sino la cara que se te queda.
miércoles, 4 de septiembre de 2013
31
Dice el gomierdo que el paro bajó en agosto en 31 personas, lo que sin duda puede parecer una broma en un país con la tasa de paro más alta de Europa, pero resulta que es casi una hazaña que no se producía desde hacía más de una década, cuando Ánsar-España iba bien-marcaba paquete a costa de la burbuja inmobiliaria. Si no fuese porque la noticia coincide con otro recorte en materia de pensiones, la ministra del ramo saldría a lucir culo en una portada del siempre solícito Marhuenda. El dato, por su magnitud y contexto, es tan obsceno que debería ser silenciado, ya que no da para un titular ni a derecha ni a izquierda, ni crítico ni elogioso, pero en este país hay un exceso de información que viene ya de aquellos tiempos en los que el equipo médico habitual nos contaba que el Caudillo invicto pasaba a mejor vida en lenta agonía mientras soltaba heces en melena, o cuando un Acebes enlutado tartamudeaba en un desgraciado mes de marzo con las dos líneas de investigación que marcaba la cadena SER. Dicen los entendidos que la información es poder, pero en muchos casos también es una mierda.
martes, 3 de septiembre de 2013
El año que viene volveré
No hablo de mí, de mi grata experiencia por las tierras y aguas del Cabo de Gata, ya que por ser de natural descreído no sé qué narices haré mañana: me refiero al presidente del gomierdo y la amenaza que lanzó a sus paisanos como pistoletazo de salida al curso político. Que volvería por allí tras un año para anunciar una bajada de impuestos, lo que no significa, al menos no se deduce así de una interpretación literal, que la bajada sea ya real por esas fechas; será eso, un anuncio, una promesa, o tal vez una entelequia como lo fue aquella niña de Mariano que iba a aprender idiomas para largarse de España en busca de un rancho que por aquí escasea, la misma niña que tuvo que soportar las chanzas en campaña de su padre putativo cuando Zapatero subió el IVA de las chuches. Adiós, pues, al verano, o casi, y vuelta a la más prosaica realidad, la que de la mano de los políticos nos enseña lo que ya sentenció Quevedo, que la hipocresía exterior, siendo pecado en lo moral, es grande virtud política.
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