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jueves, 31 de octubre de 2013

La losa del pasado



Fue Vizcaíno Casas el que publicó una delirante novela que vendía una historia interesante, la de que Franco resucitaba a los tres años de su muerte, en pleno desaguisado de Suárez y compañía. Treinta y tantos años después de aquella ficción, los socialistas proponen, exhumando unos cuantos huesos, hacer realidad lo que para unos es una pesadilla y para otros un sueño, quizá porque entre los que sueñan con un Caudillo redivivo, aunque parezca extraño, hay mucho progresista incombustible que tiene claro que contra Franco vivían mejor. Nada extraño, por otra parte, este circo de la reconciliación de los vivos a costa de los muertos que defiende el diputado Elorza, pues es sabido que el oxímoron de la memoria histórica no es otra cosa que coger pico y pala y desenterrar cuerpos a costa del erario público, extraña liturgia en la forma de pago que si se aplicase también al entierro haría quebrar a todas las funerarias.

Planteado así el enésimo disparate nacional, queda por saber la respuesta del partido del gobierno, pues si bien, y a diferencia de la izquierda patria, los populares no han tomado todavía la freudiana e irreversible decisión de matar al padre, no es menos cierto que hace ya tiempo que se abonaron a un transversalismo-o travestismo-extraño que lo mismo les lleva a esquilmar el bolsillo del contribuyente cual vulgares socialdemócratas que a plantarse ante la capilla ardiente del matarife Carrillo para expresar unas condolencias que demuestran, una vez más, que aquí sí cabe un tonto más, y hasta un millón de tontos, cifra simbólica que, por otra parte, tanto recuerda al millón de muertos de la Guerra Civil, una leyenda literaria como esa otra que ahora pretenden enseñar en las escuelas y que nos dice que la Transición fue un fraternal abrazo entre españoles que enterraba odios, rencillas y viejas querellas.

martes, 29 de octubre de 2013

El canto del cisne


Se reunieron las víctimas el domingo para lo que pretendía ser una demostración de fuerza en su lógica-justa es otra cosa-repulsa a la sentencia de Estrasburgo que dará la blanca a un montón de terroristas. Hubo insultos contra el gobierno cuando por allí aparecieron dirigentes del PP, tipos poco recomendables a los que se acusa de buscar la fotografía: ¿cómo no iban a estar si la concentración, en lo que a la asociación mayoritaria se refiere, se convocó para mayor gloria del ejecutivo? Aquí el malo era el juez López Guerra, un fulano puesto por Zapatero al que se echa en cara que no es un ropón de carrera y oposición, como si para impartir justicia hiciese algo falta algo más que el sentido común y un buen manual de la rama del Derecho aplicable al caso.

Ya sea por hastío, ya sea por una sensación de derrota que no se logra ocultar bajo un mar de banderas, lo que de verdad hicieron las víctimas fue entonar el canto del cisne en una ceremonia que recordaba  mucho a esos viejos rockeros que con la dignidad intacta ofrecen su último concierto. Dignidad intacta la de las víctimas, porque algún dirigente ya se pasea por las tertulias refiriéndose al PP como el partido, desconociendo que es la política, y no la ley, la que lo emponzoña todo. Bien harían algunos en apartarse de esa política de escaso recorrido que tan pocos réditos ofrece: como el presidente, que se apartó del mundanal ruido de Estrasburgo y su persistente lluvia para acudir a una boda de alto copete a departir, aseguran, con la hija y el yerno del rey. Así, entre los vapores de la vida social, se fue gestando el voto de López Guerra contra España.

sábado, 26 de octubre de 2013

De la ética y la estética



Como decía la máxima marxista, de Groucho, partiendo de la nada hemos alcanzado las más altas cotas de la miseria. Una de las hijas de Zapatero abandona la estética gótica para lucir esta otra pinta que nos lleva a la Venezuela de Chávez y Maduro, una mierda con la que cada vez estamos más emparentados. Es difícil valorar el cambio y decir si la niña está mejor o peor, porque la risa impide la más mínima concentración para emitir un juicio imparcial, aunque podemos, por una vez, ser optimistas y afirmar que tal vez sea ésta la luz al final del túnel que sólo el sacamantecas Montoro aprecia con claridad. Algo, aseguran, está cambiando, algo se nueve, aunque no sabemos qué es ni hacia dónde nos lleva, pero si sabemos, como en el caso de la niña de Sonsoles, que seguimos buscando sin éxito el modelo más acorde con nuestra personalidad. Exigen plumillas y tertulianos un estatuto que regule la figura de los expresidentes, cuando en verdad, y puestos a legislar, lo que deberíamos regular, porque no hay ética sin estética, es la figura de hijos y esposas de dichos estadistas.

jueves, 24 de octubre de 2013

Llueve


Requerida su opinión sobre el desastre de Estrasburgo-otra histórica derrota española y sin disparar un solo tiro-y qué palabras tenía para las víctimas del terrorismo, el presidente del gobierno se limitó as decir, mientras buscaba el cálido refugio del coche oficial, que llovía, y mucho, sobre mojado, le faltó añadir. En efecto, llueven hostias como panes, lágrimas de impotencia y una incredulidad cuya mejor metáfora es la imagen que ofrecieron los ministros del ramo, luciendo ambos un luto tan impostado como ridículo al conocer la sentencia. Uno entiende la preocupación del presidente por no disponer de paraguas en un momento que sólo invita a guarecerse y esperar que escampe. Porque ese ya escampará es la máxima de un hombre que permanece impasible ante cualquier adversidad y cuya mejor arma es siempre el transcurso del tiempo, ese juez que siempre pone las cosas en su sitio, aunque éste sea el cajón de la infamia, como ocurrió con Bolinaga, icono etarra al que dieron unos meses de vida creyendo que el tiempo-muerto el perro, se acaba la rabia-jugaría a favor del gobierno.

Llovía también, si bien con esa indolencia con la que llueve en Galicia, cuando la etarra Del Río salía de prisión tras la orden librada por una instancia, el pleno de la Audiencia Nacional, que captó el mensaje de un ejecutivo que se lava las manos y que le endosa un problema que va más allá de los estrictamente jurídico. No parecía muy preocupada la terrorista por mojarse, y en cualquier caso disponía de una bandera que haría las veces de paraguas si la inclemencia arreciaba, antes de coger el coche camino de su pueblo para recibir el cálido y habitual homenaje que demostrará, una vez más, que la derrota de la banda es una falacia que sólo jalean los apologetas de dos gobiernos, el anterior y el actual, causante y heredero de un proceso de rendición cuya hoja de ruta, con una suelta masiva de presos, señala una próxima estación, la de la tormenta.

martes, 22 de octubre de 2013

El tren de Babel


Una pasajero de Renfe denuncia maltrato de palabra al no ser atendido en catalán por un camarero y al Ministerio de Fomento le falta tiempo para prometer que, a partir de tamaña ofensa, todos los camareros de los trenes deberán conocer las lenguas autonómicas: tanto automatismo ferroviario para descarrilar en la curva de la estupidez. Hace un tiempo, el padre de un niño escolarizado en la región valenciana exigió que su hijo pudiese ser educado en castellano, a lo que el director del colegio le contestó que si ese era su deseo, siempre lícito, que se lo llevase a estudiar a Cuenca, lugar encantador que, como Teruel, también existe. Ahora el ministro Wert saca una ley de educación que, asegura con pompa, permitirá que cualquier alumno pueda estudiar en la lengua oficial del Estado si así lo desea, y si no hay colaboración autonómica, que no la habrá, recibirá el dinero para un centro privado, desconociendo que esos centros, como ocurre en Cataluña, se cuentan con los dedos de una mano. Pero ya se sabe, la realidad no puede chafar un buen titular. En España la desigualdad principia por el lamento, su procedencia y la respuesta obtenida, y así, mientras los ingenuos de desgañitan afirmando que no son los territorios los que tienen derechos, el gomierdo busca el encaje de los privilegiados en un proyecto tan quebrado como pestilente. Aunque sea en la cafetería de un tren.

sábado, 19 de octubre de 2013

Odia el delito


Valentín Lasarte anda disfrutando de un nuevo permiso penitenciario, en este caso de seis días, allá por las verdes tierras del Valle de Baztán, que no es mal destino para el recogimiento, el examen de conciencia y la cosecha de setas. Tal vez sin proponérselo, el preso se ha convertido en un pionero: se puede tumbar la doctrina Parot sin necesidad de pleitear en un feudo tan lejano como Estrasburgo y sin tener que invocar, algo siempre incómodo para un criminal confeso, los derechos humanos. Si con Bolinaga el gomierdo se tuvo que que retratar, duro trance si la imagen que se brinda es la del ministro del Interior, con Lasarte han sido los ropones-quid pro quo-los que han saltado a la arena con la muleta siempre vistosa de la estricta aplicación de la ley.

Pero no hay que rasgarse las vestiduras: el día que la banda entierre el llamado frente de makos y deje libertad a sus presos para acogerse a soluciones individuales, y no será muy tarde, las cárceles se irán vaciando y llenándose los hotelitos de montaña como preparación para la vida en libertad, quedando la petición de perdón  y el arrepentimiento como meras presunciones retóricas que, como aquellas viejas pólizas, completarán cientos de expedientes de reinserción. Llegado el día, a las víctimas les quedará el derecho al pataleo, a la última palabra,  tal vez un escrache frente a las moradas de los verdugos en lo que ya no será otra cosa que un acto de compasión hacia sí mismas y que servirá para que los turiferarios del Régimen,  a derecha e izquierda, nos cuenten que la banda ha sido derrotada y que, ahora sí, la Transición se ha completado.  

jueves, 17 de octubre de 2013

Aquellos polvos



Fue Conde Pumpido el que para apuntalar el proceso de paz iniciado por Zapatero dijo que los jueces, y por extensión los fiscales, debían estar dispuestos a manchar sus togas con el polvo del camino, eufemismo que todo el mundo entendió como la barra libre para el terrorismo y sus arreones y mirar para otro lado en caso de duda. Lógicamente, la recomendación también iba dirigida a los policías que luchaban, al menos en teoría, contra la banda. El que mejor captó el mensaje fue Otegui, que tras una de sus detenciones dijo aquello de ¿y esto lo sabe Cándido? Lo sabía, sin duda, pero no tuvo tiempo para detener el golpe, así que decidió que uno de sus subordinados se manchase un poquito la toga no acusando al batasuno en el correspondiente juicio: aquí paz y después gloria.

En el caso Faisán, para sorpresa de algunos, la Audiencia Nacional acoge la doctrina Pumpido y considera que el chivatazo no es colaboración con ETA y que los chivatos actuaron para no entorpecer un proceso cuya finalidad era, o es, más que loable. No querían colaborar. El actual ministro del Interior puso toda la carne en el asador para que Bolinaga tuviese el tercer grado, requisito indispensable para que un ropón le diese la condicional: no quiero prevaricar, era su estúpida justificación. En ambos casos parece que prima un voluntarismo que excluye la responsabilidad penal y política y que va confirmando, poco a poco, que aquella hoja de ruta de Zapatero ha sido asumida por todos los que en esta historia tienen algo que decir y que decidir. Con un Bolinaga redivivo-échele un galgo, señor ministro-y unos maderos que se van de rositas pese a su traición, sólo falta el remate de Estrasburgo-abajo la doctrina Parot-para poder afirmar que se ha cerrado el círculo. Vae victis!

martes, 15 de octubre de 2013

Ecos del 12


El 12 a las 12 era la consigna para todos aquellos que quisiesen reivindicar la españolidad de Cataluña, que es algo así como quedar para exigir el reconocimiento de que dos y dos con cuatro, con la salvedad, eso sí, de que bajo el imperio de la Constitución vigente dos y dos pueden ser cinco, o tres, según el máximo intérprete de la norma se levante con el pie izquierdo o derecho. Muchos más asistentes que el año pasado y menos, seguramente, que el próximo: un éxito pese a la soledad institucional con la que ya se contaba de antemano. No compareció ningún miembro del gobierno, tampoco cargos relevantes del PP, ni siquiera el estólido Floriano, que por ir, y por hacerse la foto, fue hasta la capilla ardiente de Carrillo para hacerse perdonar las presuntas tropelías de Yagüe por su Extremadura natal.

Alegan los melifluos que esas ausencias se debían al desfile que a esas mismas horas recorría una de las arterias de Madrid, evento descafeinado por la ausencia del jefe supremo de unos ejércitos que garantizan la soberanía...de otros países. Pero no es excusa: un plasma gigante instalado en la Plaza de Cataluña hubiese llevado la imagen y la voz de Mariano a modo de homilía. Porque no nos engañemos: el acto del pasado sábado tenía mucho de fervor religioso, de acto de fe. Se cree a pies juntillas en un texto sagrado, la Constitución, y se invoca la ayuda de algo intangible, el gobierno y todos sus apéndices. Por fortuna, y dice mucho del talante pacífico de los asistentes, no hubo hostias, pues el reparto de esa liturgia habría sacado de su letargo cinéfilo al fiscal general, abriéndose la oportuna investigación en busca de ultraderechistas peligrosos, ignorando que los ultras ya no van a ver ni a la Legión.
     

sábado, 12 de octubre de 2013

El pensamiento navarro


Decíamos ayer que una moción presentada en el Congreso pretendía castigar, entre otras cosas, la apología o el enaltecimiento del franquismo. Nada nuevo bajo el sol, excepto por un pequeño detalle: uno de los promotores de la moción era Unión del Pueblo Navarro. Uno entiende que tras semejante hazaña anden separatistas, socialistas y comunistas, incluso UPyD, un partido, por cierto, que sólo cosecha éxitos en Madrid, tal vez porque en la capital de España haya un independentismo peligroso, no sé, o latente, quizá. Lo que ya no cuadra tanto es que por ahí ande UPN, un partido que aglutina a esa Navarra foral y española que tanto apoyó a Franco en su aventura y que, en justa reciprocidad, tanto recibió del Caudillo en forma de respeto al privilegio de un concierto económico que hasta hoy perdura; herederos, al fin y al cabo, de aquellos bravos requetés que ahora,  y de esta guisa populista, ejecutan la liturgia freudiana de matar al padre. Tiempos tan difíciles como extravagantes éstos que hay que vivir, epopeya salvaje en la que la realidad siempre supera a la ficción, como cuando  un compungido Floriano besaba la mano de la viuda de Santiago Carrillo en una imagen que sólo reconciliaba a los necios con ellos mismos. En un alarde de generosidad, y a modo de atenuante, siempre diremos que los diputados de UPN votaron bajo el shock de haber visto esa misma jornada a tres tías con las tetas al aire, pues de lo contrario, y siendo un poco malvados, sacaríamos del arcón de la memoria aquel chiste que aseveraba que el pensamiento navarro era un oxímoron. 

jueves, 10 de octubre de 2013

De lo banal


Un diputado convergente presenta una moción para llevar al Código Penal la banalización del holocausto, y también del nazismo, buscando así que partidos como el suyo, y otros similares, no deban soportar la calificación de nazis cada vez que salen en procesión con antorchas y estandartes. De igual guisa, ante semejante moción y a modo de reconvención, los diputados del PP podrían pedir que fuese tipificado como delito el ser tildados de fachas o franquistas cada vez que intentan modificar las leyes educativas, del aborto o cualquiera que pueda ser polémica, o mantener otras en su esencia, como una Ley Hipotecaria que no acepta la dación en pago y que provoca, además, que sean llamados asesinos cada vez que un desahuciado, en clara metáfora de la amortización del préstamo, se tira por el balcón.

Con este dispararte lo que de verdad se banaliza es el Código Penal, texto que hasta ahora quedaba para castigar acciones y omisiones de cierta importancia y que, por arte de magia, puede pasar a la caza y captura del pensamiento y la palabra, todo un maltrato a la retórica. ¿Se banaliza el holocausto si se rebaja sustancialmente las cifras de muertos en aquellos campos? El Derecho suele ser una cuestión de interpretación, por lo que para dirimir una cuestión como la planteada habrá que buscar jueces con profundos conocimientos históricos. Por no hablar de la prohibición, también pretendida, de símbolos franquistas: ¿fue el régimen de Franco fascista, totalitario, conservador o, por contra, no fue más que una democracia orgánica en la que el pueblo pintaba lo mismo que ahora? Un follón, al cabo. Más claro era aquel otro disparate de una ministra de Zapatero que quería castigar penalmente el llamar maricón o gorda a alguien. A fin de cuentas, uno de los deberes del gobernante es la claridad a la hora de legislar.

martes, 8 de octubre de 2013

Sánchez Cagancho


Así, como Cagancho en Almagro, ha quedado la poco agraciada-física e intelectualmente hablando-  y cada vez más impopular Sánchez Camacho con su propuesta de una nueva y muy beneficiosa financiación para Cataluña: que vuelvan los fueros, en pocas palabras. Casualmente, era de tierras castellano-manchegas, como Almagro, de donde venía la propuesta-Cospedal-para organizar una suerte de pacto constitucional en ese Ostfront que han montado unos por acción y otros por omisión. Tanto ruido unionista para que al final salga de la chistera el mismo conejo de siempre: perseverar en el error con la ya habitual bajada de pantalones, desconociendo lo más obvio, que la apuesta separatista ya no se cimenta sobre un más amplio manejo de los dineros y que ya no hay margen para retiradas tácticas si se trata de impedir esa secesión. Y con estos bueyes hay que arar!, habrá pensado Ciudadanos para desvincularse de una alianza tan poco seductora. Y es que la última baza de la que dispone este unionismo de pacotilla es que a Doña Alicia, como a Cagancho en aquella tarde histórica, se la lleve la Guardia Civil.

domingo, 6 de octubre de 2013

Otro agujero


En la infancia vivimos, después sobrevivimos.

Leopoldo María Panero



Ahora que Mariano anuncia en NY y Japón que vamos por la senda de la recuperación, descubrimos otro agujero en este valle de lágrimas por el que debemos transitar. Panrico amenaza con innumerables despidos para intentar salvar un producto que va mucho más allá de la alimentación pura y dura, pues forma parte de la educación sentimental de varias generaciones: quién no recuerda aquel anuncio del niño que olvida los donuts, metáfora de la felicidad, en su camino hacia la escuela.


Sin entrar a fondo en las razones económicas, que la empresa conocerá mejor que nadie, y sin descartar que al final la administración catalana, tal y como ha anunciado, entre a salvar la planta de Santa Perpetua, sólo podemos aportar una idea para evitar el drama, abaratando así el coste del producto y manteniendo el precio final: hacer el agujero más grande. Al fin y al acabo, ya demostró el mago Ferran Adrià que del aire también se come y que la nada se paladea.

jueves, 3 de octubre de 2013

Del derecho a tuitear


Quizá imbuidos por aquello que establece la legislación penitenciaria, permisos de salida como preparación para la vida en libertad, los próceres catalanes habían pensado en llevar a Arnaldo Otegui a deponer en el parlamento autonómico sobre la única cuestión que se debate en esa institución, el derecho a decidir. Parece que finalmente, y por aquello de los pasteleos políticos, el preso se limitará a dar su opinión por escrito, por lo que no será necesaria una conducción especial desde la prisión de Logroño y a cargo de la Benemérita. Toda una floritura redundante, pues el preso-a través de su hijo, como es conocido por todos-ya hace días que ha dado su opinión al respecto en Twitter: aúpa la independència, pues.

El soberanismo, que no es otra cosa que la puesta de largo de un nacionalismo más o menos al uso, apuesta por el mito y la leyenda. Primero fue Mas el que, emulando a Luther King, dijo que había tenido un sueño, tal vez que los niños catalanes pudiesen estudiar, obviamente, en catalán, diría un chistoso. Ahora, con comisiones parlamentarias en plan feria del ganado, los padres de la patria sacan de paseo a un preso al que sus huestes comparan con Nelson Mandela. Como es de apreciar, en esta delirante historia casi todo es sublime y notable es su carga de simbolismo: lo único prosaico, y eso es lo peor, es la estulticia de un ministro que con su fondo de liquidez autonómica-bien nutrido a base de promesas incumplidas-financia la función.

martes, 1 de octubre de 2013

De la improcedencia de terceras vías y otros apaños



Todos sabemos que la huelga de profesores en Baleares no tiene carácter político: sólo hay que ver las banderas que exhibieron en una reciente manifestación los huelguistas, ya fuesen profesores, alumnos y parentela hasta el cuarto grado que por allí paseaba. Es lo malo de ser pusilánime, que al final pierdes  por goleada y además haces un ridículo espantoso. El gobierno balear no se atrevió a liquidar la inmersión lingüística en catalán y optó por un modelo trilingüe, una tercera vía, que aspiraba a contentar a muchos, sin duda, pero  que dejó insatisfecha a la bestia nacionalista: y si duro es luchar contra toda clase de identitarios, mucho peor resulta la batalla cuando éstos pertenecen a la casta de funcionarios. Pero es el sino de este Partido Popular en todas las demarcaciones: amagar pero no dar, prometer y no cumplir, poner siempre la otra mejilla y apretar el culo. De ahí que, asomando más terceras vías en otros frentes, bueno sería tener claro que la mejor vía siempre es la recta, pues desviarse un poco puede provocar que la vía acabe siendo rectal. En cualquier caso, y por pardillo y devoto de la lengua británica, al presidente balear hay que dedicarle un sonoro fuck you.