Serán estas manos de Sánchez las que saquen los restos de Franco del Valle de los Caídos, y además coincidiendo, aseguran algunos, con la efeméride del Alzamiento. Manos a la obra, le aconsejan sus asesores, que el futuro pasa por remover el pasado. Y qué fue la moción de censura sino una remoción del pasado.
jueves, 28 de junio de 2018
lunes, 25 de junio de 2018
Vuelta la burra al trigo
Con el caso de la Manada bien podemos decir,
y lo seguiremos diciendo incluso cuando el tema haya sido zanjado definitivamente
en sede judicial, aquello tan popular de vuelta la burra al trigo. Esta vez no
viene el escándalo porque se haya resuelto el primer recurso contra la
sentencia sino porque los mismos jueces que juzgaron han decidido, si bien con
voto discrepante, que los cafres condenados salgan en libertad provisional
hasta que una sentencia firme ponga fin a este obsceno episodio. Ahora son dos, pues, los jueces que según el ex ministro Catalá tienen algún problema.
Lógicamente, lo contrario es
propio de países serios y respetuosos con aquellos que imparten justicia, la
turba se ha echado a la calle clamando venganza, y lo ha hecho con el beneplácito
y animación de toda la chusma política y casi toda la periodística. Hasta tal
punto ha llegado la histeria colectiva que los jueces del caso y el abogado
defensor tienen que llevar escolta ante las amenazas recibidas, algo que no se
veía desde que la ETA campaba a sus anchas. Una banda asesina, por cierto, cuyos
crímenes repugnantes en los años de plomo no eran capaces de echar a la gente a la calle con tanta y
desbordante pasión.
Se clama desde todos los púlpitos,
incluida una ministra que fue juez de ingrato recuerdo, para que las resoluciones judiciales se
adapten al sentir popular, que no es otro que el linchamiento de la ley y de
aquellos desgraciados y mal pagados que deben aplicarla, por no hablar de las reformas mentales -¿electroshocks, tal vez?-en la Justicia que exige otra ministra, en este caso la del ramo. Y todavía quedan
ingenuos que se declaran partidarios del jurado popular, esa manada de
justicieros. Continuará.
sábado, 23 de junio de 2018
Reformas
La ministra Batet, que siempre
mira embobada a su jefe, ha dicho que hay que reformar la Constitución porque
la mayoría de los españoles está por esa labor: ¿y cuál sería el sentido de esa
reforma tan ansiada por los españoles? Pues más o menos algo en torno al modelo
territorial, que Batet es catalana y socialista, luego nacionalista.
Curiosamente, corren encuestas desde hace tiempo que indican que muchísimos españoles,
y también españolas, están hartos de la martingala del Estado autonómico y todo
su despilfarro, pero nadie apueste un euro porque sea ésa la percepción que
tiene la ministra sobre el sentir de los ciudadanos.
Para una reforma del modelo
territorial bastan mayorías cualificadas de las cámaras, sin que sea necesario someter
la propuesta a la opinión de los ciudadanos, y eso es lo que busca la ministra
para enredar un poco más la cosa, que esa ciudadanía no se pronuncie al
respecto, no sea que el resultado de la consulta frustre los deseos de sus
señorías. Y es que según Batet el modelo territorial del 78 está en crisis, y
cierto es que lo está, pero no para las reformas que buscan algunos sino para
todo lo contrario. Aunque el Régimen del consenso en su conjunto goza de buena salud:
pese a lo que diga el Título preliminar, la soberanía nacional, como bien sabe
la ministra, reside en los diputados, de ahí que, más o menos como en aquella
democracia orgánica, no sea necesario votar en plebiscitos. Para qué.
jueves, 21 de junio de 2018
Máximas
Contraviniendo el lema del Registro de la Propiedad, Rajoy llegó casi una hora tarde a su nueva oficina en el primer día de trabajo. Genio y figura.
sábado, 16 de junio de 2018
Alternativas a la ley
La versión Sánchez del Estado de
Partidos se ha puesto manos a la obra con el tabarrón catalán y así, como
primera medida tras levantar el control de las cuentas intervenidas, ya suena
un traslado de los presos rebeldes a prisiones de Cataluña, decisión que,
aseguran algunos, será del ministro del Interior, un tipo que quiere buscar una
alternativa a las concertinas de Ceuta y Melilla pero que no sea ésta un muro
de hormigón de cien metros de altura. Los fiscales del Tribunal Supremo ya
advierten que ellos no cambiarán su criterio sobre la calificación de los
hechos como un delito de rebelión si no se les impone por escrito cualquier
alternativa que se pretenda para templar gaitas con los de siempre. Iceta, descarado
y desvergonzado, ya corre más que nadie y exige libertad provisional para esos
presos que tienen familia y hacienda que atender y cuya prisión envenena el
ambiente, tanto que Cervantes no puede recibir un homenaje en Barcelona sin que
haya altercados.
Sólo falta, en fin, el iluminado
que haga un requiebro con El Proceso
de Kafka y proponga un indulto ya, inmediato, sin una condena previa; condena que al menos sería un formalismo
melancólico que demostraría que hubo un instante, breve, en que imperó
la ley. Qué nostalgia.
jueves, 14 de junio de 2018
El encaje
El Parlamento de Cataluña, recogiendo el sentimiento y la voluntad de
la ciudadanía de Cataluña, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a
Cataluña como nación. La Constitución Española, en su artículo segundo,
reconoce la realidad nacional de Cataluña como nacionalidad.
Así reza el Preámbulo del
Estatuto de Cataluña, si bien como estableció en su día el Tribunal
Constitucional la expresión Cataluña como
nación no tiene eficacia jurídica interpretativa. Para el ministro Borrell,
una especie de intelectual para muchos tertulianos, la solución al tan ansiado
encaje de Cataluña pasa por reconocer a esta comunidad autónoma como nación en
el primer artículo de ese texto, superando el término nacionalidad que rige
desde el año 1978. En el fondo, es seguir las tesis de Zapatero, auténtico gurú
del gobierno, que dice que hay que volver al momento anterior a la sentencia
del Tribunal Constitucional que podó aquel Estatuto que consagraba una
independencia de hecho.
Borrell ya apuntaba maneras
cuando mandó callar a los manifestantes que en Barcelona coreaban aquello de Puigdemont a prisión: salía a relucir la
idiosincrasia del típico socialista catalán que está a favor de todo lo
sustancial del nacionalismo, si bien un pudor casi adolescente le impide expresar
esa sintonía con una mínima contundencia. Y pensar que su nombramiento como
ministro desató la euforia entre los morigerados…Una década después volvemos a
la casilla de salida, regresamos al preámbulo de la estupidez y el desastre. Es
posible que dentro de otros diez años sigamos en las mismas. Y Puigdemont sin
pisar la cárcel.
martes, 12 de junio de 2018
El fiduciario
La primera en la frente: el
gobierno de Sánchez ofrece el puerto de Valencia-¿por qué no el de
Barcelona?-para acoger al barco Aquarius y sus más de 600 inmigrantes y ¿refugiados?
Si Sánchez hubiese salido de las urnas diríamos que ésta es la servidumbre del
sufragio universal, por lo que deberemos decir que esto es un exceso del sufragio
censitario, sin que quepa aquello de disfruten ustedes lo votado. Mientras, alborozado,
el ministro del Interior italiano canta victoria en las redes sociales por el nuevo rumbo del barco.
No es
traidor Sánchez, que ya adelantó que era heredero de Zapatero, un caudillo de
la alianza de civilizaciones y maestro del efecto llamada para toda clase de extranjería.
Pero en realidad el tal Sánchez no es heredero, ni siquiera legatario, de nadie, por mucho que lo desee y así lo proclame, sino un
mero fiduciario encargado de dejarnos, como otros lo hicieron antes que él,
este impagable legado.
viernes, 8 de junio de 2018
Todos los estados
Dijo ayer Margarita Robles en su
toma de posesión como ministra que sin Constitución no hay Estado de Derecho, y
tanta elocuencia-prometiendo sobre el texto sagrado-para mandar un aviso a los separatistas y sus ansias por echarse al monte, que permanecen inalterables tras la llegada de Torra.
El exceso verbal es más que evidente, pues parece que sin Constitución el único
estado posible sea el natural, o salvaje, muy lejos de cualquier forma organizada
y civilizada de relacionarse unos con otros, y ahí tenemos, relativamente cerca, a los británicos, unas gentes que sin
un cuerpo codificado pero con el principio sagrado del respeto a la ley y alguna que otra jurisprudencia se van apañando como pueden.
Pero Robles-que ha ejercido, ahí es nada, los
tres poderes por separado-es fanática agradecida de la Constitución y del consenso que la
alumbró, por eso ahora es ministra de una partitocracia que permite cambios de
gobierno sin que el pueblo vote al respecto, como si hicieron los británicos
con su portazo a Bruselas. La carta magna tiene el artículo 116, que regula
otros estados, como son los de alarma, excepción y sitio, pero el consenso del 78 quiso para Cataluña el
155, que nadie sabía muy bien qué era y que para nada ha servido: quizá por eso
lo aprobaron. Y es que el Estado de Derecho sólo procede de la ley y su
cumplimiento, lo demás es verborrea del otro Estado, el de partidos, en sus
siempre pomposas y gozosas tomas de posesión.
jueves, 7 de junio de 2018
El dedo
Pocas imágenes, aunque diferidas
en el tiempo y fuera de contexto, son más llamativas que ese dedo de Aznar, el mismo que en su día, y de la mano del célebre cuaderno azul, marcaba el camino a
Rajoy tras haberlo designado sucesor, una operación digital que a todas luces
ha resultado baldía, al menos si atendemos a la forma en la que el designado ha dilapidado,
cual hijo pródigo, la herencia recibida. Si Aznar se movía a caballo, no sin
algunas dificultades, entre el conservadurismo ideológico y el liberalismo
económico, el sucesor decidió que unos y otros, conservadores y liberales, no
tenían cabida en un partido que sólo aspiraba a mantenerse en el poder a costa
de los errores de los demás y sin otro armazón político que la buena suerte de
su líder.
Contrasta el adiós de uno, con
muestras de afecto por parte de sus más rancios enemigos, con el del otro,
vilipendiado injustamente tras la hecatombe del 11-M: del enemigo el consejo, seguramente eso habrá pensado
el dueño de ese dedo que desde hace tiempo es acusador, de ahí que ahora se
postule, con pocas opciones de éxito, para ayudar en la refundación de un centro
derecha que naufraga entre la indiferencia de unos y la incompetencia de otros,
pero siempre entre las lágrimas de todos aquellos que se parapetaron tras la
incompetencia del muñidor del desastre, un tipo que con paso firme se dirige hacia el Consejo de Estado, última parada de una vida dedicada a la burocracia.
Para eso no necesita un dedo que le indique el camino: está en su esencia.
martes, 5 de junio de 2018
Dame Vox
Por Tolerancio
Dame vox… del
latín vox, vocis… Eso ha pedido
Santiago Abascal en el acto celebrado este domingo en Barcelona, el más
numeroso, hasta la fecha, de su formación política. Vox, vocis, para
representar a ese 35%, punto arriba, punto abajo, de los encuestados del CIS
que se definen abiertamente contrarios al Estado de las Autonomías y/o
partidarios de un progresivo rescate competencial en favor del gobierno de la
nación, pero que no tienen a diputado alguno que les represente en la Carrera de
San Jerónimo.
Cuando era
joven, long time ago, me gustaba
pasear por el bosque, y si era preciso vivaqueaba o dormía en tienda de
campaña. Ahora necesito, qué menos que un cama y un hostalito, por sencillo que
sea. Calefacción, agua corriente y luz eléctrica… no pide uno grandes lujos.
Pues lo mismo, llegas a una edad en que ya no tiene caso engañarse a uno mismo
y a los demás, siquiera por un bienintencionado movimiento táctico. Y, una cosa
lleva a la otra, suspiras por ubicarte
donde más cómodo estés.
Quienes estamos politizados, aun detestando la política, aspiramos con la edad a dar con ese partido que defienda media docena de principios, de ideas elementales… y ninguna más, porque de lo contrario ya empieza el runrún de las discrepancias. Las cosas claras y que te dejen en paz con tu vida. Que no te mareen. Y esa es la virtud que adorna el mensaje de Ortega Smith y de Abascal. Fuera tapujos, medias tintas, matices de sesudo contertulio. Ellos lo dicen: se nos ve venir de un rato lejos. Nadie se sentirá engañado. Podrás no estar de acuerdo al cien por cien con nosotros, pero sabes lo que defendemos. Algo tan sencillo y transparente como infrecuente.
¿Derecho a
decidir? Sí… pero entre autonomías, con su gasto mastodóntico, o pensiones. O
una cosa o la otra porque los recursos son limitados. Los golpistas a prisión.
Plan Hidrológico Nacional, sí, porque es necesario y se dice alto y claro, una
sola vox y la misma en todas partes, sea en Murcia o Zaragoza. Nosotros siempre diremos “nosotros” que no ese “nosotros y nosotras” de tan cansina
moda… bendita sea la gramática. Que las “oenegés”, los sindicatos, las
patronales y otras entidades subvencionadas cubran sus gastos exclusivamente
con las cuotas de sus abonados. Qué
maravilla. Ah, y nada de “este país” o del “Estado español”. Siempre
España y españoles.
Cifra de
asistencia. Basta con hacer una elemental multiplicación. Una enorme sala
partida en dos: 45 filas de asientos en cada una… y en cada fila 15 sillas.
Aforo completo: 1.350. Más unas 150 personas de pie y, eso nos dicen, varias
docenas que no pueden acceder al recinto por razones de capacidad y seguridad.
Banderas nacionales, ambiente festivo, vivas y evohés diversos. Un público
ganado y entregado que aplaude lo mismo el tono vibrante de Ortega-Smith que el
más sosegado y cercano de Abascal.
Nostalgia por
las cosas sencillas y por el reencuentro. Algunos nos conocimos hace más de 30
años. El mundo rodó y rodó, cada uno siguió su camino y hete aquí que nos
encajamos las manos, de nuevo, en esa sala. A mi lado, Eulogio R. Tintoré,
Nito, disfruta como un niño. Clama Puigdemont
a prisión y Quim Torra a la mazmorra, y su divisa improvisada es jaleada de
buen humor por parte de los asistentes. Oh, sí, el tiempo pasa… roda món i torna a Camprodon…
No me cabe
duda: ese acto, el más numeroso de Vox desde su fundación, pronto será superado
por otros. No soy adivino, pero cualquiera lo ve. Paradojas de la vida, como en
su día sucedió con C’s, Barcelona también es la cuna y la pila bautismal de Vox.
Pronto asistiremos a su puesta de largo… y a no mucho tardar a su entrada en el
parlamento nacional. Se admiten apuestas… y advierto, sólo apuesto sobre
seguro.
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