Al ministro Marlaska no le gustan
las concentraciones frente a la sede del PSOE en la calle Ferraz y manda a los
antidisturbios de la UIP a reprimir con pelotas de goma y gases lacrimógenos a
los que allí se reúnen. ¡Esto es sedición! Braman algunos tertulianos de
guardia. No, que la sedición ya no existe. ¡Pues rebelión!, indican las charos de turno en radios y televisiones.
Esto recuerda mucho al jarabe democrático del que se vanagloriaba el camarada
Iglesias con aquellos escraches frente a viviendas de dirigentes del PP.
El ministro del Interior
pretender hacer valer el imperio de la ley con los esbirros habituales, pero la
ley ya no existe, y así, esos esbirros serán juzgados por intentar hacer valer
la ley en aquellos días del golpe catalán mientras los CDR serán amnistiados.
Por eso se concentra la gente en la calle Ferraz, pero eso el ministro no lo
sabe, y sus esbirros menos todavía. Pero ya no hay tiempo para la pedagogía.
7 comentarios:
jajaja...muy bueno Reinhard.
Y ahora resulta que el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón acaba de imputar a Puigdemont y trasladar la causa a Europa.
Me parece que la AMNISTÍA se va al guano...
¿Nos lleva el psicópata de Sánchez y su partido de gangsters a otro 36?
A donde nos lleva es a otra Venezuela.
Ese auto tiene su miga y el terrorismo no entraba en la exposición de motivos de la amnistía. Me recuerda a Marlaska cuando chafaba los planes de pazzzz de ZP. Qué tiempos.
Esto acabará peor que mal...
cualquier acto encaminado a entorpecer el golpe de ese traidorzuelo lo daré por bueno... qué días nos van a dar... y encima a pumpidín le da, justo ahora, por violar con sus amigos a una meretriz... "hermana puta brasileña, yo NO te creo" dicen ahora las lesbofeministas de podemos... qué circo...
Ya veremos qué as saca de la manga el camada Sánchez con esto de la calle Ferraz. Lo mejor es ver al coro de tertulianos de la presunta derecha poner el grito en el cielo con este asunto. No tienen remedio.
No lo tienen, no. A estas alturas de la película Frijolito sigue apelando a los supuestos socialistas "moderados".
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