Acuerdo entre los unos y los
otros. Negociar un plebiscito sobre la independencia, un mediador internacional
al efecto y amnistía del año 2012 al 2023 para toda clase de delitos. ¿Y esto cabe en la Constitución?, se
pregunta el tipo que paga impuestos y vota religiosamente cada vez que es
convocado al efecto. Pues cabrá, que en la magna carta cabe todo, hasta una
separación de poderes que es mentira, que ahí están los jueces en manos de los
partidos políticos. Pero se puede recurrir al Tribunal Constitucional, insiste
el mismo ingenuo. Se puede, sí se puede, pero no sirve de mucho, pues en esa
instancia el ingenuo encontrará al gran Cándido, puesto ahí para tramitar todas las mutaciones constitucionales que
sean necesarias. ¿Y qué le queda al ingenuo antes de arrojar la toalla?
Concentrarse en todas las plazas de España y protestar de forma pacífica enarbolando
banderas nacionales. ¿Y qué nación?, pregunta el escéptico. Pues cuál va a ser,
la que hasta aquí nos ha traído, la misma que con tanto esfuerzo y sacrificio
se dieron los españoles hace más de cuatro décadas. Y es que esto lo sabe hasta el más
necio de los mediadores internacionales.
7 comentarios:
"... los unos y los otros...", o, como diriía Unamuno, "los hunos y los otros".
suena incluso el antipapa bergoglio para mediador internacional... qué espectáculo...
Un placer verle de nuevo por aquí, Don Rafael.
Pues sí, qué diría de todo esto una mente privilegiada como Unamuno.
El Papa, Tolerancio, es la guinda que nos faltaba. ¿Qué puede salir mal?.
Ahora entiendo el viaje de Pere Aragonés hace unos días al Vaticano. Debió acercarse para hacerle el encargo y a negociar la tarifa, que dependerá de si toma decisiones terrenales o se pronuncia ex-cathedra, con garantía de infalibilidad.
Además esas decisiones serán inapelables e irrecurribles por el aserto de que: "Roma locuta, causa finita".
"Los pueblos que ya no tienen solución, que viven ya a la desesperada, suelen tener estos epílogos letales: se rehabilita en todos sus derechos a los condenados, se libera a los presidiarios, se hace regresar a los exiliados, se invalidan las sentencias judiciales. Cuando esto sucede, no hay nadie que no comprenda que eso es el colapso total del Estado; donde esto acontece, nadie hay que confíe en esperanza alguna de salvación".
Cicerón, Contra Verres II, 5, 12
Impagable y muy atinada esa cita, amigo Traveller. Se nota que usted es del bachillerato antiguo, el del malvado franquismo.
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