Un menor de edad asesina en Elche
a sus padres y hermano porque había sido castigado sin Wifi por su bajo
rendimiento escolar. Dado que el reo sólo tiene quince añitos, sólo podrá permanecer
internado en régimen cerrado-y no en una prisión al uso-un máximo de cinco años.
Al margen de la monstruosidad del crimen, una muestra más de una
ultraviolencia bien instalada en una sociedad que desconoce cualquier principio
de autoridad, más debería hablarse del castigo blandengue que patrocina el
legislador para estos pequeños asesinos . Y es que una lectura de la Exposición de Motivos la Ley de la responsabilidad
penal de los menores ya no es indica que todo ese artefacto jurídico está
regido por dos principios fundamentales, el interés del menor, que no de la
víctima, y el espíritu educativo de todas las medidas sancionadoras a imponer.
Sólo hay que darse una vuelta por los juzgados de menores para comprobar el
poco miedo que allí pasan los adolescentes que van a rendir cuentas con la
justicia.
Con este panorama es evidente que
la pena-medida según la ley-para ese parricida será ridícula si se compara con el daño causado, pero ésa y no otra es la voluntad de un legislador morigerado que, igual que sucede con
los delincuentes mayores de edad, soslaya a la víctima y compadece al
delincuente, de ahí que el menor en cuestión, reinsertado o no, abandone en pocos
años un centro de internamiento en el que-cuando las barbas de tu vecino
veas cortar…-podrá disfrutar de toda clase de prebendas, especialmente en lo
referente a un cómodo, rápido y eficaz acceso a Internet.
5 comentarios:
Muy bueno. Tal cual.
en adelante veremos quién es el guapo que deja sin wifi a la criatura...
¿Dónde quedó aquel sabio aforismo del derecho romano, dura lex, sed lex? Nadie lo sabe.
Ahora es cuando salen psicólogos, pedagogos y otras especies y se preguntan qué será de este chico cuando salga a la calle tras cumplir la medida de internamiento, solo y sin familia? Sin familia. En fin...
El problema es que tal como legislan nuestras cámaras no tenemos "lex", ni dura ni blanda. Sus leyes sólo protegen a los delincuentes.
A ese pequeño monstruo lo van a instalar durante tres años en un centro de internamiento con todas las facilidades de entrada y salida y con los medios para que se entretenga, (sobre todo con wifi), y cuando salga le darán una paguita de reinserción, heredará todos los bienes de sus padres (supongo que por eso se ha quitado al hermano de en medio, para no tener que compartir), y a vivir que son dos días.
Y visto el mísero coste de su primera experiencia asesina, saldrá dispuesto a repetir la jugada las veces que hagan falta y los culpables lógicamente serán siempre los padres que no lo educaron bien y la maltratadora sociedad.
Eso es lo que ha sucedido con el otro paisano que liquidó a su familia con la catana. Ya salió, heredó, se casó, tuvo hijos y por ahí anda tan ufano sin ni siquiera antecedentes penales.
Eso Traveller, que este parricida herede, quedó derogado por una reforma del Código Civil de hace unos años. No obstante, no hay duda de que el fulano tendrá toda clase de ayudas cuando "cumpla" con la sociedad.
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