La invasión más reciente de Ceuta, y las que por desgracia vendrán de la mano de las tropas enviadas por Marruecos, nos trae a la memoria El Desembarco, el clásico profético de
Jean Raspail escrito para el caso de Francia hace casi cincuenta años. Sin entrar en
consideraciones sobre la oportunidad de mantener las antaño llamadas plazas
africanas y ahora ciudades autónomas, vaya tela todo lo actual en comparación con aquel fulgor
de África del que escribía Umbral, valgan dos imágenes repetidas hasta la
náusea por los medios de comunicación: la del negro, éste no era marroquí,
sobando las lorzas de una voluntaria de no sabe qué y la del guardia civil salvando
a una niña de morir ahogada tras ser abandonada por vaya usted a saber quién.
Lo dicho, todo está en El Desembarco,
o El Campamento de los Santos en el francés
original. Parafraseando el Apocalipsis, aquí hay sabiduría: el que tenga entendimiento…
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