Es evidente que el tórrido verano
deja secuelas allá por donde pasa, sin que el personal sea consciente de que
las altas temperaturas nublan el conocimiento. Un calor desatado nos deja el llama
pacto catalán, que además de un más que posible gobierno para esa comunidad
autónoma es también un pacto fiscal, una suerte de concierto económico a la
vasco-navarra. Muchos, ya sean socialistas ingenuos o peperos andaluces y
madrileños, ponen el grito en el cielo por lo que tiene de discriminatorio para
el conjunto del país, pero los más audaces, por decirlo de una manera suave, han
sido los inspectores de Hacienda al afirmar que ese supuesto concierto económico y fiscal para Cataluña no está recogido en la Constitución, como sí lo están el vasco y el navarro.
Acabáramos. Ya sabemos quién se encarga de que todo quepa, si es menester, en la magna carta.
Cándidos.
4 comentarios:
¿Y desde cuándo es un problema que una decisión de Sánchez quepa o no quepa en la Constitución? ¿De quien dependen el Presidente y los llamados miembros progresistas del Tribunal Constitucional? Pues eso...
Aquí, el Poder Judicial y el Legislativo han sido desactivados. Véase si no como el Fiscal General del Estado desobedece una sentencia firme del Tribunal Supremo y vuelve a Nombrar a Delgado como Fiscal de Sala. Ya no necesitan ni recurrir al Constitucional. Como decía el ministro Puente, si la decisión se sabe de antemano, para qué dar trabajo a los jueces, con lo ocupados que están. Con pasarse las sentencias por el arco del triunfo basta.
Del Legislativo y su panda de turiferarios, mejor no hablar.
Venezuela al lado nuestro es una democracia plena.
conde-pumpido ha hecho méritos suficientes para figurar en la baraja... me explico: aquella baraja con los jerarcas del régimen "sadamita" de irak... el as de picas, con permiso de pedro sánchez, zapatero, bolaños, el fiscal general y alguno más...
Yo siempre desconfío de quienes tienen cara de oler mierda, como este jicho.
Que un tío así pueda vivir tranquilamente en España nos deja a los españoles en muy mal lugar
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