Principia el año con la resolución
del caso Diana Quer y bien podemos decir que la reacción mayoritaria, más allá
de la repulsa que como buenamente puede expresa el pueblo llano, ha sido la esperada: otro crimen machista, sin más. De poco sirve apelar a la siempre desacreditada
frenología y decir que la cara del presunto criminal es ya toda una declaración
de principios y que un sujeto así mata a cualquiera que se le ponga por delante,
sea hombre, mujer o travestido. Es la herencia del franquismo que, como casi
siempre en materia de sucesiones, se transmite de padres a hijos. Y punto.
Entre estas reacciones, sin
respetar las fechas navideñas, es la de un presidente autonómico la que más
llama la atención, pues el tipo dice que
a las mujeres las matamos los hombres por haber nacido mujeres. Esta suerte
de autoinculpación de cara a la galería y que no resiste el más mínimo análisis
sólo puede interpretarse como una boutade
al rebufo del nuevo pacto contra la violencia de género
que se avecina, otra de las hazañas de las élites extractivas de este país
y que algo de dinero dejará en las arcas autonómicas de los Vara y compañía. ¿Y
la prisión permanente revisable? Franquismo puro y duro.
2 comentarios:
El amigo Vara habla en primera persona del plural:
"a las mujeres las matamos los hombres"
Para empezar y confirmando su aseveración debería empezar por decirnos a cuantas se ha cargado él. Yo prometo que hasta hoy no he liquidado a ninguna.
Muy bueno REINHARD¡¡¡
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