La máxima socialdemócrata, odia
el delito y compadece al delincuente, recuerda en muchos casos a la fábula del
escorpión y la rana: lo siento, no he podido evitarlo, es mi
naturaleza. Aunque admite matices, pues no siempre ambos protagonistas
perecen en la aventura de cruzar el río. El polifacético
Gonzalo Boye-abogado, empresario, editor y secuestrador en otra vida-firma una
querella contra el presidente del gobierno en funciones por la espinosa
cuestión de los refugiados. Lesa humanidad, dicen los querellantes en absurda
redundancia: como si la humanidad no estuviese lisiada desde la noche de los
tiempos. Lesa España, que pagó a Boye la carrera de Derecho en la cárcel y le
otorgó esos generosos beneficios penitenciarios que en muchas ocasiones se
vuelven contra aquel ingenuo que los concede. Porque el ínclito Boye, escorpión
en esta fábula grotesca, fue condenado a catorce años de prisión por participar
en el secuestro de Emiliano Revilla, pero sólo cumplió seis, licenciándose con
honores cuando era ministro del Interior el hoy presidente en funciones y
querellado, nuestra particular rana. La querella no tiene mucho recorrido pero su moraleja es para enmarcar.
sábado, 9 de abril de 2016
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1 comentario:
¿fue lenin quien lo dijo (me refiero al auténtico, el de la momia embalsamada, no el de la coleta)... aquello de "nos pagarán la soga con la que les ahorcaremos"?...
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