Justo cuando arranca en Cataluña la cumbre anticorrupción y uno de los Pujol va camino del juzgado con asistencia letrada, descubrimos esta amable fotografía del exalcalde de Lloret de Mar con el jefe del ruso Petrov en una aeronave de lujo. Eran días de vino y rosas que no hacían presagiar el exabrupto que lanzó el tal Petrov tras su detención: ¡estoy harto, hasta los cojones de la corrupción española! Como Estanislao Figueras, que abandonó la I República con un glorioso ¡estoy hasta los cojones de todos nosotros!
Uno entiende el enfado del amigo Petrov tras ver cómo se frustra un sueño español que inició como churrero y transportista, además de portero de discoteca, profesión esta última de enorme riesgo en una ciudad como Lloret de Mar, pasto habitual del turismo de la Europa más gamberra. Grave, ingenuo error del ruso por creer que estas aventuras se inician con un permiso de trabajo y residencia y desconocer que sólo se culminan con éxito si se goza del fuero especial de diputado. Así, mientras Petrov duerme en prisión, Crespo anda a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, el de Don Gimeno Jubero, nombre a los ropones que echarán un vistazo a este asuntillo. Todo un vía crucis para un Petrov que acabará blasfemando estar también hasta los cojones de la justicia española.
7 comentarios:
Yo creo que falta un poco de sentido del marketing, entre otras cosas.
Dado que hay tantísimo chorizo en las altas esferas, el tema da para la construcción de un complejo penitenciario de la misma envergadura al menos que la Eurovegas de Alcorcón. Y crearía, como se espera de ésta, muchos puestos de trabajo, directos e inducidos, que se dice.
El efecto Las Vegas de dar vida a una zona pobre y desértica se conseguiría construyendo esta Ciudad Penal o Penitenciaria en alguna llanura yerma de la provincia de Lérida, por ejemplo.
Como tiene que estar la cosa para que incluso la mafia rusa se vea maniatada ante los desmanes de la corrupción en el Oasis catalán.
No es tan fiero el oso ruso como el burro catalán, Reinhard...
Un saludo.
Cumbre anticorrupción de similar tufo que la promovida por Mas ha sido el lío entre Camacho, la srta que creía ascender socialmente de mano del presunto hijo del Aga Khan local que resultó en realidad el chulazo del collar de oro de 3 kilos aficionado a atizar yoyas, y las escuchas del PSC.
Además de lo que ya se ha dicho en los medios sobre la gestión ventajista de la información de la corrupción de unos sobre otros para ejercer cierto dominio coactivo, con desplante a la justicia, algo antiguo pues El Mundo cuando zarandeó a los Pujol en diciembre ya informó que la Udef entregó su primer informe sobre el clan al entonces ministro del Interior, Rajoy, que nada hizo que se sepa, lo que me tiene más asombrado es el operativo de Sánchez Camacho. Llevarse al confidente a un restaurante de postín para debatir largo y tendido con idas y venidas de los camareros y sin ninguna cautela resulta grotesco, dictando la lógica atender el asunto en el mayor secreto y discreción, tanto si se va a denunciar a la justicia como a darle al tema oportuno uso partidista.
Ahora tengo la duda de si uno se verá expuesto públicamente en Zalacain o Vía Véneto si denuncia, aun con el antifaz puesto, para que en el momento de pagar la cuenta ya esté identificado por todos los que tienen la mesa pinchada y dos o tres camareros extra con amigos en la prensa.
Por otro lado si no hay que comer podría ser una excelente fórmula a popularizar para meterse un festín a cuenta de algunas siglas improvisando una trama sin ser necesariamente ni sastre ni atender el asunto al canal de Panamá…cualquier historieta de chulos y macarras al uso bastaría ¿no?
Me voy a comprar El Jueves y voy a llamar a Urgel…que Alicia me saca a comer si le cuento una de Makinavaja.
Somos tan corruptos que tenemos mafias que sacan la pasta a otras mafias: todo ello supervisado por politicos corruptos y jueces que cuidan de los politicos corruptos.
Entiendo la frustación del ruso, en otros paises la cosa de la mafia es mas simple y seria.
Lo mejor de esta historia es el lamento del ruso tras ser detenido: uno imagina al tipo en sus inicios, duros, sin duda, creyendo que por estos pagos impera una cierta ley inter partes, un código de honor, y se lleva la sorpresa de que él acaba empitonado y el mafioso de verdad, el político, sigue en su puesto y con todas las prebendas.
Pobre idiota el ruso, y su calvario judicial no ha hecho más que empezar.
Churrero... magnífico. Prototipo del self made man... españa es el país de las oportunidades, como el sueño americano... empiezas vendiendo churros y te cabas codeando con lo merjor de cada casa.
Este ruso confundió las churras con las merinas.
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