Tal que la cabra, que por naturaleza tira al monte, o como aquella Fabra y su que se jodan dirigido a los parados, la casta popular-sí, Bárcenas y Ánsar nunca se fueron del todo-muestra de esta guisa su respeto por las inquietudes de la turba, dejando atrás y más que superadas las lágrimas de cocodrilo que hace poco echaba una sentimental Soraya. Esa atrofia muscular y mental llamada arriolismo, además de bajarse los pantalones con los nacionalistas y subvencionar el cine de perroflautas adinerados, era esto: una peineta dirigida a un país quebrado.
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4 comentarios:
Si bien Barcenas se podria meter el dedo por donde amargan los pepinos, yo entiendo que una peineta a ciertos tipos es el mejor bálsamo de fierabrás. Porque ya dice el dicho que no se puede discutir con un imbécil; pues para eso está le peineta.
Ahora, con Barcenas me viene aquella estrofa de Defcon2, creo recordar:
"Fist fucking es la palabra,
si no entra hasta el codo no siento nada."
Pues a mí me emociona ver a Ánsar hacer una peineta rodeado de escoltas: qué bárbaro.
el hombre venía de hacer "helicóptero-esquí" en Aspen... el jet-lag le jugó una mala pasada...
Cierto, Tolerancio; venía tan cansado que fue a meterse directamente en el sobre.
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