El nacionalismo era esto.
Cuando el nacionalismo catalán, una suerte de onanismo tan compulsivo como obsceno, hace valer presuntos derechos históricos, o cuando invoca guerras que nunca existieron y batallas que jamás de libraron, muestra lo accesorio y omite lo principal: lo que prima es el vil metal envuelto en un trapo. Ahora que el gobierno viene a rematar la hazaña que inició Pepe Bono con la supresión del lema de la Academia, a España servir hasta morir, se observa no sin estupor cómo se mendiga la permanencia del raquítico ejército español en una comarca pobre de solemnidad, quedando bastante claras un par de cosas: que bajo el chantaje separatista sólo habita el ansia por sacar más euros al Estado y que este nacionalismo es pacífico porque es cobarde. Que manden postales y que Mariano, quid pro quo, les devuelva a Tardà. Qué menos.
6 comentarios:
Si el PPC tuviera medio redaño, lo pasaría por las narices de los nacionalistas cada 3 nanosegundos.
¿Mandaran esas peticiones en catalan?
¿O en perfecto español?
¿Multaran a aquellos que lo envíen en español?
Del PPC nada se puede esperar; es más, están ahí para apuntalar todo esto. Todo eso va en español, en esas lides tienen cintura.
Todo se reduce al simple materialismo histórico, Reinhard... y en Cataluña, con la pasión existente por la plata, más.
Todo se reduce a un macabro juego de mentiras, manipulaciones y firmas ante notario.
Buen hallazgo, Herep, ese materialismo histórico. Lo mejor es la firma ante notario, una afrenta que el PP nunca ha afeado al nacionalismo. Todo lo contrario.
En efecto me sorprende que no manden las postales en catalán, pues me ha llegado que Mariano también lo habla en la intimidad.
No creo, Tolerancio; saben que el español es lengua de prestigio, todavía.
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