El nacionalismo catalán es una nave de locos en la que todos caben. O quizá era esto la alianza de civilizaciones, o la transversalidad...
2 comentarios:
tolerancio
dijo...
aprecio cierta simbiosis o comunidad de intereses entre el nacionalismo catalán y el islam, a nivel gestual o proxémico. El nacionalismo pretende una masa aborregada, entregada, acrítica, es decir, en una traducción sexual, "como mirando a Pamploma". Y la foto de los mahometanos rezando a La meca es la mar de ilustrativa. Islam significa sumisión.
Propongo además el diseño de una bandera que habría de conjugar armónicamente ambos elementos. Se trataría de sustituir el triángulo separatista, con estrella, en la bandera cuatribarrada, al gusto nacionalista, por la media luna mahometana y una nueva fórmula aborigen de la "shahada" o profesión de fe:
Solo Alá es el dios todopoderoso y Montilla (o Carod, lo mismo da) su profeta.
Ya pronto, Tolerancio, mirando a Cardona. Lo de la bandera tiene su punto, sobre todo por ver la cara que pondría el meapilas monseñor Sistach, ese sujeto que se escandaliza con los fichajes millonarios del Real Madrid. Por último, creo que cuando llegue la ansiada independencia habrá hostias por integrar el primer Sonderkommando.
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aprecio cierta simbiosis o comunidad de intereses entre el nacionalismo catalán y el islam, a nivel gestual o proxémico. El nacionalismo pretende una masa aborregada, entregada, acrítica, es decir, en una traducción sexual, "como mirando a Pamploma". Y la foto de los mahometanos rezando a La meca es la mar de ilustrativa. Islam significa sumisión.
Propongo además el diseño de una bandera que habría de conjugar armónicamente ambos elementos. Se trataría de sustituir el triángulo separatista, con estrella, en la bandera cuatribarrada, al gusto nacionalista, por la media luna mahometana y una nueva fórmula aborigen de la "shahada" o profesión de fe:
Solo Alá es el dios todopoderoso y Montilla (o Carod, lo mismo da) su profeta.
Ya pronto, Tolerancio, mirando a Cardona.
Lo de la bandera tiene su punto, sobre todo por ver la cara que pondría el meapilas monseñor Sistach, ese sujeto que se escandaliza con los fichajes millonarios del Real Madrid.
Por último, creo que cuando llegue la ansiada independencia habrá hostias por integrar el primer Sonderkommando.
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