El gobierno sigue a vueltas con
los restos de Franco, su exhumación e inhumación, su gran prioridad, su razón de ser y existir por encima
del golpismo catalán y las cintas de Villarejo, que aparecen como setas en este
inclemente otoño. Así que en el Vaticano se ha presentado la inefable e
infalible Carmen Calvo en busca de la ayuda del Sumo Pontífice, un hombre que
siempre complace a cualquier peronista que a él se acerque. No obstante, no
parece que en Roma estén muy dispuestos a impedir que la familia del yacente lo entierre allí donde considere más
conveniente, por lo que el espinoso problema, si finalmente se exhuman esos
restos y se sacan del Valle de los Caídos, entra en una vía muerta.
Pero como el ejecutivo no se aquieta y sigue con el
sostenella y no enmendalla, ya amenaza con impedir que los restos lleguen a la
cripta de la Almudena, de ahí que amenace con una aplicación más que retorcida, lo que ya es meritorio, de la Ley de Memoria Histórica para lograr tal fin. Existiría otra solución que
tiene amparo en la propia Constitución y que sería la figura, siempre gozosa
para un socialista, de la expropiación forzosa. Pero aquí topamos con un
obstáculo difícil de sortear, que sería la exigencia de declarar previamente a
Franco como un ente de utilidad pública o interés social, lo que implica, una
vez fijado el justiprecio, un enaltecimiento de su figura por aquellos, terrible
paradoja, que más lo detestan. Un enaltecimiento
que es precisamente lo que trata de impedir la dichosa Ley de la Memoria. Como
se aprecia, volvemos a la casilla de salida: Franco al resto.
6 comentarios:
Ustedes que saben... ¿dónde acabarán los restos de franco?... se acerca la noche de difuntos... alguien debería dar una idea que suscitara el clamor unánime del personal...hagan sus apuestas... ¿en la sagrada familia de bcn, pues hay firmas por internet que lo piden?... ¿en el cementerio de montjuich, cerca de companys, pues se caen los nichos a trozos?... ¿en el cementerio para mascotas de torrellas de llobregat?...
Sólo sé que no sé nada, pero empiezo a creer que los restos de Franco seguirán donde están, pues la solución, se se mire como se mire, es complicada. Ojo que no se cree una comisión al efecto. Para eso propongo como presidente de la misma al estólido Manuel Valls, ese torero.
Parece que esta hostia se va a negociar con el asunto de las inmatriculaciones de la Iglesia católica, buena parte de ellas ajenas a la institución en un ejercicio de expropiación 'de facto' de propiedades ajenas.
Tal que así, a cambio de no tocar los huevos con Franco, todos los bienes sin registrar que se han autoconcedido quedarán legítimamente a su nombre.
O sea, que para dar carpetazo a la improvisación sobre el cadáver unos miles de españoles con legitimas reclamaciones verán cómo la iglesia recibe el plácet a su avidez inmobiliaria.
Vamos...la España eterna de los pasteleos que aquí se identifica con el Estado de Derecho
Oh, cielos, Fuga, no me hables de estado de derecho que veo a la niña del rey leyendo el artículo 1 de la la carta magna y muero.
jejeje...perdona, tienes razón. A veces me paso de místico.
Franco, más vivo que nunca, pasa del Día de Difuntos
JAJAJA...superior Reinhard¡¡¡
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