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sábado, 14 de abril de 2018

Querella catalana




Rogelio Torrente, usando a su antojo a la Mesa del parlamento catalán, obliga a los letrados de esa institución a interponer una querella contra el magistrado Llarena por no permitir que se dé suelta al preso Sánchez para su investidura. Obviamente, esos letrados, que no son tontos ni tampoco incompetentes, muestran su desacuerdo y le dicen al jefe, aunque sin éxito, que mejor se olvide, que la cosa no tiene recorrido y que se estaría utilizando una institución pública para defender los intereses privados del tal Sánchez, si bien esto último no es tan importante en Cataluña, donde siempre se confunde-véase la familia Pujol-lo público con lo privado y viceversa. Otro argumento de esos funcionarios es que ellos no son penalistas, lo que avala que estamos, como no podía ser de otra manera si anda Torrente de por medio, ante una querella a la catalana, aquella que sin pies ni cabeza y de manera torticera se presenta para denunciar un delito inexistente y obtener alguna ventaja, generalmente no muy lícita, en el ámbito puramente civil.

Sobra decir, sin olvidar que podríamos estar ante un delito de malversación, que la querella nace muerta y que poca mella hará en el magistrado, pero es una demostración de cómo el separatismo tensa la cuerda y se crece por momentos ante un Estado, el de un 155 de risa, que es desde hace tiempo una caricatura de sí mismo pero que sigue pagando la fiesta de unos zurupetos en permanente rebelión.  En este delirio interminable, algunos, los más osados y con más seguidores en la parroquia, se lanzan por la pendiente y ya hasta se agrandan y estilizan el lazo amarillo en un alarde de chulería sin precedentes en el tabarrón catalán.

5 comentarios:

Fuga dijo...

Enredadores Zurupetos y malsanos Rábulas (Aristófanes). La literatura política griega ya los tenía a todos localizados como muestras de la decadencia.

Curiosamente, o no tanto, Aristófanes también los enmarca en un periodo concreto, el de la LACONOFILIA o la evocacion nostálgica de un pasado cuidadosamente reconstruido falso que nutre el descontento.

Los lazos amarillo-fálicos son genuinos catalanes...

tolerancio dijo...


he de decir lo siguiente, me saca de quicio la torpeza y la blandenguería del gobierno de la nación con determinados aspectos del "procés"... pero, una vez que todo esto es un desfase y un desconcierto, me da la risa con estos movimientos y estas pijaditas tipo "querella chorra contra llarena"... quiero decir, que mientras no haya un gobierno constituido ni aprobarán nuevas leyes ni manejarán presupuestos, y hoy por hoy eso es una bendición... de modo que por mí, que la cosa se alargue "in aeterno"... la pena es que el gobierno no dedique este tiempo precioso de paralís para desmontar el tinglado, de modo que, como el velo de penélope (¿es ése el mito?)... los malos tengan que rehacer otra vez sus estructuras de estado con arreglo al principio de la "construcción nacional" de la era pujol...

Fuga dijo...

Exacto Toleracio. La resistencia de MadriT ha darle la puntilla es el triste epílogo a 40 años de colaboracionismo y vigorización del nacionalismo. Unos y otros son siameses del 78. Separarlos es la muerte.


...y en MadriT lo saben. Y no se suicidaran si pueden evitarlo.

Reinhard dijo...

Sería idílica una situación en la que no hubiera gobierno en Cataluña, para siempre, pero es inevitable que habrá gobierno separatista y volveremos a las mismas. El 155 que nunca fue tal.

Y sí, Fuga, son inseparables, unos y otros. No hay más.

Fuga dijo...

Ejem..."a darle"