Hay noticias que una vez superada la natural indignación conducen inevitablemente a la melancolía, un sentimiento demasiado ligado a la nostalgia. Un padre es condenado por llamar
julandrón, tonto y alcornoque a su hijo por equivocarse en los deberes de
matemáticas. Soslayaremos lo más infame de la noticia, que es la denuncia de la
ex mujer, y madre del niño, tras la previa traición de la hija, que graba en
vídeo la reconvención del padre al hermano: con los tiempos que corren, los del
Me Too y otras extravagancias, se
corre el riesgo de ser imputado, o al menos investigado, por un delito de odio
o zarandaja legal que se le parezca y para la que ya habrá abundante doctrina y
jurisprudencia.
Melancolía por aquellos años de
paz y sentido común en los que los padres tenían el derecho a corregir a sus
hijos, nostalgia por aquellos añorados maestros que te llamaban
alcornoque-persona ignorante según la tercera acepción del DRAE-cuando metías la
pata en aquel problemilla que era fácil de resolver, sin que la carcajada
general de la clase te causasen humillación u ofensa ni tampoco te amargase el bocadillo de nocilla, tal como asegura el ropón
de turno en la sentencia de marras. Es probable que el padre castigado, ante
tamaña estupidez y para evitar caer en la reincidencia, opte por mirar al tendido y dejar que el
niño siga transitando por la senda de la incompetencia y las malas notas, pero
entonces correrá el riesgo de ser denunciado por la madre del alcornoque por
dejación de los deberes familiares. Ante ello, lo mejor es que el niño haga
siempre las tareas escolares-esa imposición reaccionaria-en la casa de la
madre. O en un juzgado.
7 comentarios:
No agobiarse....Trudeau en Canadá defiende la que la sharía es compatible con la democracia así que de manos del pollaboba del políticamente correcto, ironías de la vida, vuelve el súper hombre de Nitsche a repartir hostias a diestro y siniestro.
Menudo papelón el de Butanito...de vergüenza ajena. Si mi abuelo, gran amigo suyo, levantase la cabeza, le arreaba un collejón....
¿Ha vuelto el Butano? Cuenta, Fuga.
cenutrio, alcornoque, zampabollos... es una pena que se pierdan adjetivos tan nuestros... todo esto me desanima mucho... cuando los separados entreguen el niño al ex-cónyuge por el tema de custodia tendrán que cachear a los peques para ver si llevan un micrófono o una cámara oculta en el peluche y morderse la lengua si se le escapa un tontolculo casual... entre esto y la programación de ayer en la tele veo cada vez más claro que como civilización estamos perdidos... mi señora conectó un rato con el carnaval drag-queen, luego se pasó a un concurso de costura con pluma para dar y vender... ya sólo faltaba una peli de gladiadores en otra cadena... avanzamos sin freno hacia la completa e intensiva "mariconización" de la sociedad... no puedo dejar de pensar en bin laden o en al-zarqawi o quienquiera que sea el nuevo líder integrista pinchando en su cueva en kandahar (o kandaharlll en chiquitistaní) lo que vemos los occidentales por la tele para saber cómo son nuestras sociedades... cuando pinchan el botón "españa" intuyo cómo se les hace la boca agua, se les ponen los dientes largos y se frotan las manos pensando en los bombazos que nos van a meter debajo del culo... es cuestión de tiempo... a medio plazo nos darán una tanda de tortas de la mañana a la noche...
Sí Reinhard...con Évole, para largar una anécdota de corrupción que terminó señalando a Villar Mir (el Roures de la derecha, BOE mediante) y ayer citado en el juzgado por García Castellón 24 horas más tarde, para soltar aquello de donde dije digo digo Diego....que 'joia' es la vejez.
Vale, vi un rato del programa del Ébola por el morbo de ver si el Butano le atizaba a la Sexta, al Ébola y a la madre que los parió, pero fue una decepción: salvo una cariñosa colleja en ese sentido, García no aportó nada, y menos críticas. Si ahora, en lo que tú cuentas, se raja, tampoco me sorprende. Es, o será, eso, la vejez.
La clava usted, Tolerancio: vamos hacia una derrota monumental en todos los aspectos. Hoy he visto el telediario de TVE, esa mierda progre que pagamos todos, y se pasan el rato hablando del Me Too, de las diferencias salariales entre hombres y mujeres y del coño de la Bernarda. Todo melifluo, pastelero y amariconado. Menos mal que en la 13 ponen a Harry el sucio, Charles Bronson y algún otro repartidor de hostias que te reconcilia con tu propia existencia. Qué futuro nos aguarda...
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