Hace poco, el Presidente del
Gobierno tenía uno de esos arranques de sinceridad que lo convierten en un
estadista sin parangón en la Europa desarrollada, y así, lanzado por la pendiente de la más obscena verborrea, recomendaba a los ciudadanos
que ahorrasen para complementar pensiones y mejorar la educación de sus hijos.
La gracieta, sin proponérselo el hombre, era un torpedo en la línea de flotación de ese nefasto invento llamado
Estado del bienestar: ¿para qué, entonces, se pagan impuestos si el Estado no garantiza el maravilloso producto que te vende a precio de oro? Nadie, en aquel foro tan reputado, osó
hacer esa pregunta al Presidente cuando éste soltó tal ventosidad dialéctica.
La lectura de todo esto es que se
vive en un Estado que no garantiza aquellos servicios mínimos que te obliga a pagar de manera coercitiva so pena, casi, de interdicción. Ello hace que
la gente deba buscarse la vida como buenamente pueda, pagando otros servicios
que subsanen la estafa previa, ya sea en planes de pensiones, ya sea en
colegios privados o concertados para los hijos. Un ejemplo de ello es la empresa Desokupa, recientemente creada, y plagada de éxitos, para desalojar
ocupas de inmuebles y retornar éstos a sus legítimos propietarios o poseedores.
Si el Estado no garantiza la propiedad y su posterior recuperación cuando ha
sido incautada, los afectados han de recurrir a un recuperador privado:
lógicamente, el coste no es cero, pero los buenos resultados compensan con
creces la inversión. Lástima que no exista apoyo legal-España sería un país
decente si lo hubiese-para pasar la factura al Estado vago e incompetente.
El caso contrario, en materia de
ocupaciones, lo tenemos en el SAREB, Sociedad de Gestión de Activos procedentes
de la Reestructuración Bancaria, uno de esos zarpazos al erario público con los
que, según los turiferarios del Régimen, el Presidente salvó la economía
española, y con ella la nación, de una intervención europea. Dicha mercantil, y
al albur de una pequeña reforma legal en materia de usurpación de inmuebles, ha
decido inundar los juzgados con denuncias que pretenden recuperar aquellos
pisos-ahora ocupados por el primero que pasa, y en muchos casos casi indigentes-que quedaron en situación de abandono
tras la explosión de la burbuja. Entre unas cosas y otras, y en muchas
ocasiones por la mala estrategia procesal del propio SAREB, los resultados no son
los esperados, lo que desemboca en muchas absoluciones de los ilegítimos ocupantes.
Diremos pérdida de tiempo, pero no de dinero para los denunciantes, pues pese a
tener millones y millones de euros en activos inmobiliarios no se gastan un
solo céntimo en abogados con los que personarse en los juicios, cargando el muerto
de la defensa de sus intereses en el Ministerio Fiscal, por lo que bien podemos
concluir que el coste de la broma es para la Justicia, o sea, el contribuyente.
He aquí, a modo de corolario, dos
ejemplos con resultados dispares que demuestran a las claras lo que siempre hay que hacer ante la
incompetencia del Leviatán, y siguiendo, claro está, los generosos consejos del
Presidente: buscarse la vida. Como sea.
8 comentarios:
Y seguro que la SAREB ni paga las cuotas de las comunidades de vecinos, como hacian los bancos antes de transferir a esa sociedad los pisos que se quedaron.
Pero oh, albricias, esa eminencia procedente del hundido Lehman Bros., Luis The Windows, pronto sera vicepresidente del Banco Central Europeo.
Cierto, Don Aitor: no paga las cuotas de comunidad de ninguna de las maneras. Si acaso, cuando consiga vender el piso, llegando a alguna clase de apaño con el comprador. Y eso porque está obligado por el notario-estar al corriente de pago de cuotas de comunidad-para cerrar la compraventa. Pero mientras tanto, ancha es Castilla.
joder....superior REINHARD
plas plas plas.....
Gracias, Fuga, pero es que éste era un palo que quería tocar desde hacía tiempo, y al ver ayer la noticia de la empresa Desokupa en LD, me dije, allá voy.
Sólo una anécdota que demuestra la incompetencia del SAREB: esta gente ha perdido juicios de este tipo por no acreditar en el juzgado la titularidad del inmueble, o sea, por no llevar una simple escritura de propiedad. Eso sí, el precio lo pagamos todos a escote. Faltaría.
inmejorable la reflexión acerca del cachondeo de la "okupación" y de la desidia del gobierno en la materia, cuando no colaboración directa de las autoridades en el caso de algunos poderes locales... y del filón que, por incompetencia, se abre a la citada empresa que ya ha sido objeto de furibundos ataques, cómo no...
flipo con lo que explicas del SAREB....
No exagero, Fuga: ni siquiera cumplen con el requerimiento fehaciente al ocupante para que se vaya, sino que buscan una inmobiliaria de la zona-vete a saber cuánto le pagan-para que se presente en la vivienda y entregue un papelito al que abra la puerta para que se vaya. Ya está. Como queda claro, un dechado de competencia y saber hacer.
me pasa lo que a fuga con lo que cuenta usted del sareb... es para mear y no echar gota
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