Comparece el presidente del
gobierno, que también, y todavía, lo es de Cataluña, y lanza las líneas maestras
de la agenda del ejecutivo en los próximos meses. Entre ellas destaca la difusión
del español, así sin más, indefinición-pese a que habla de idioma de la
comunicación, ciencia y tecnología-que deja a las claras que el hombre, pese a
las nefastas encuestas sobre intención de voto, sigue fiel a esa línea anodina
que marca su trayectoria desde que cambió el registro de la propiedad por la
política. Ante esa vacua grandiosidad al respecto, uno se pregunta en qué
consistirá esa difusión, llegando a la conclusión de que la cosa no irá por
sembrar el descontento entre los nacionalistas, erradicando la inmersión
lingüística allí donde ésta causa estragos, o evitando que muchos funcionarios
deban abandonar esas regiones en las que la mal llamada lengua propia es
requisito y no mérito para ejercer. Avanzamos por la senda de las reformas, como dice el
presidente, pero todo permanece inmutable. Gatopardismo
puro y duro, y sin rubor.
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9 comentarios:
todos expectantes ante los grandes programas de difusión de la lengua común... debe referirse al exterior, sin duda, pues aquende nuestras fronteras la difusión en las escuelas es mejorable, como lo es también en el parte meteo de TVE-1... que una cosa es saber si va a llover o no y otra aguantar la toponimia disparatada que emplean los presentadores del espacio...
Ahh, el tiempo en TVE...y en las otras teles también. Yo cada vez que veo a Pedro Piqueras decir Chirona por Gerona suelto un eructo. En la tele de todos, esa que no controla Mariano, y en justa reciprocidad, deberían decir Rogelio Torrente para referirse al nuevo presidente del parlamento catalán. Pero me da que no.
En tiempos de Felipe González y sancionada por Nuestra Graciosa Majestad se elevó a rango de Ley el cambio de nombre de las dos provincias catalanas que al amigo Reinhard le hacen eructar:
Ley 2/1992, de 28 de febrero, por la que pasan a denominarse oficialmente Girona y Lleida las provincias de Gerona y Lérida.
Con las motivaciones dadas en el preámbulo de esa Ley estaríamos obligados a llamar London a Londres, Kovenhaven a Copenhague y New York a Nueva York por poner algún ejemplo. Pero Isidoro no necesitaba los votos de los ingleses, de los daneses ni de los americanos para gobernar.
Y mientras tanto, los medios en catalán hablan de Saragossa, Terol o Sant Sebastià por Zaragoza, Teruel o San Sebastián.
Este cacique decimononico saldrá más caro que el imbécil de ZP.
Y la historia lo afirmará así, sin duda.
Volviendo a Rogelio Torrente, esa brisa de esperanza según los populares catalinos: resulta que el tipo era un de los que asedió a la Guardia Civil en aquella jornada histórica que a la postre llevó a los Jordis al talego. Qué duda cabe, que diría el viejo entrenador Arsenio Iglesias que es una brisa de esperanza.
Están encantados con el fulano. Preveo pinza mediática entre cortesanos de la derecha peronista y del nacionalismo de Tractoria contra Cs. Y no sin cierta lógica tras años de colaboración y afecto entre ambas oligarquías, la de la Corte y la catalana, repartiéndose las rentas del expolio.
Blanquear a los separatistas será el maravilloso epílogo a estos 40 años de fraternal colaboración.
Por cierto, os recomiendo un nuevo digital: DISIDENTIA.com
Echaremos un vistazo, Fuga. Thanks.
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