Rajoy es el hombre que corre, una especie de Forrest Gump a la gallega, con menos gracia y más melancolía, pero
con la misma lógica aplastante: un plato es un plato y un vaso es un vaso, o al
revés, un vaso es un vaso y un plato es un plato, que ya lo decía Forrest,
tonto es el que hace-y dice- tonterías. Como el hombre corre con poca gracia y
de manera harto sospechosa e hilarante, los publicistas del partido, siempre
con el objetivo de hundirlo a cambio de una buena minuta, han decidido que
debe correr más, y mucho, y además que hable mientras corre, cosa esta, hablar y correr
a la vez, que desde muy pequeños desaconsejan a los niños los profesores de
educación física por causar flato.
Pero como lo que el hombre dice
tampoco tiene mucho sentido y menos interés y no va a determinar el voto de
nadie, que esto es una repetición de la historia como tragedia electoral, el flato
se torna en flatulencias dialécticas ante cualquier micrófono que se le ponga
por delante. Y así, entre almuerzos y alguna inauguración, nos dice Mariano que
España va por el buen camino-va bien
sería mentar a la bicha-y que prueba de ello es que somos el país con más
fibra. ¿Y qué fibra, se pregunta el vulgo? ¿la que se come o la óptica? Presumimos que la segunda,
que tiene más que ver con el desarrollo, aunque también somos el país con más
kilómetros de alta velocidad y solo recibimos collejas de los comisarios europeos.
Desengáñese el presidente: nada seremos mientras que no inventemos, esos será I+D
de verdad, el cerdo kosher, por ejemplo.
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2 comentarios:
corre corre...pero estabulado.
Al Estafermo las encuestas ya no le dan ni los 123 de diciembre.
Mariano no corre. Anda råpido.
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