Decía un marxista, Groucho, que nunca pertenecería un club que admitiese a gente como él. Otro marxista, Goytisolo, recoge un premio más que bien dotado que años atrás aseguró no querer jamás. Pero como Groucho, la izquierda exquisita tiene principios a gustos del consumidor: si no gustan, hay más. Pobre Cervantes. Pero sobre todo pobre política cultural de este gobierno, un páramo al gusto del morigerado Wert y su escudero Lassalle y con el monarca como maestro de ceremonias. Hasta el año que viene, que puede ser peor.
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2 comentarios:
125.000 euros a los 84 años deben relativizar conceptos, prejuicios y principios.
Y en Marruecos, un fortunón.
los exquisitos son iguales a izquierda y derecha...
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