La farsa

Nada igual se veía en el Reino Unido desde el papel jugado por Chamberlain en Múnich: a la torpeza de Cameron por convocar un referéndum y hacerlo sólo en Escocia se une ahora la secuela del susto tanto tiempo contenido, de ahí que es posible que los próceres de su majestad se pongan a estudiar el modelo autonómico español para dotar de más competencias a escoceses, galeses y norirlandeses. Era justo lo que por aquí necesitaban los defensores del fétido Régimen del 78 para sacar pecho y afirmar que nuestro chiringuito no es tan malo y que bien armonizado da excelentes resultados. No obstante, y a pesar de tan buenas intenciones del vencedor y mejores palabras del perdedor tras el partido, Salmond dice ahora que la hierba estaba alta y amenaza con declarar unilateralmente la independencia en 2016: pan, o paz, para hoy y hambre para mañana. Lo dicho, la repetición de la historia como farsa.