Conmovedor el último anuncio de la Agencia Tributaria sobre el fraude fiscal: una señora pide a un mecánico factura sin IVA y éste, hombre social y fiscalmente comprometido al estilo Pablemos, dice muy serio: sí, y sin hospitales y sin pensiones y sin carreteras. Llaman poderosamente la atención unos cuantos detalles en este gag: que el hombre vaya impoluto, sin una mancha de aceite o grasa, que la incitadora al fraude sea una mujer-adiós a la discriminación positiva-y, sobre todo, la invocación a las pensiones, porque uno siempre había pensado que éstas salían de esa caja a la que van las aportaciones obligatorias de empresarios y trabajadores. Aunque también puede nuestro mecánico referirse a las pensiones no contributivas, o a esas otras de los ex ministros, pero mejor dejarlo correr, pues dadas las muchas acepciones de pensión, y no digamos ya pensionado, podríamos llegar hasta la retribución de Felipe y esposa, los coches oficiales de nuestros próceres o los precios del bar del Congreso. ¿Y las carreteras? Las buenas suelen ser de pago y las otras son penosas, pero muchos contribuyentes dábamos por hecho que el mantenimiento un poco decente de esas vías de transporte se sufragaba con las multas por exceso de velocidad, alcoholemias y otras infracciones que día tras día nos va tipificando el legislador. En fin, que todo este bullshit era el contrato social, un acuerdo que nadie ha firmado, que siempre vincula a los mismos y que además, y por si fuera poco, se publicita.
viernes, 4 de julio de 2014
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
No he visto la cosa esa, pero la descripción hecha es buena -muuy buena , que diría Faraón-.
Tal vez hubiera mejorado con un fondo musical, versión de aquel "fumando espero" de Sara Montiel; naturalmente modificado para que el mensaje fuera positivo, naturalista y metrosexual:
"pagaar, es un placeer, geniaaal, sensuaaaaaall; pagando espero al Montoro que yo quiero...."
Si la factura no es deducible para el interesado, hay que tener mucha moral para pagar un 21 de IVA. Aunque hay que buscar mucho para encontrar un mecánico así.
con la publicidad de la AEAT se podría hacer coña hasta el día del juicio final. La ética del ciudadano-contribuyente que ha rescatado al país del putiferio de la gestión de sus castas extractivas liberando del engorro a sus responsables de quedar al dictado de los hombres de negro e Bruselas mucho menos manejables que el ciudadano de a pie.
Se me ocurren mil textos alternativos para doblar las voces y poner el acento sobre otros...
Publicar un comentario