Los filósofos del Derecho

El ropón Valcárcel, que ve legítimas aquellas collejas de los indignados a los diputados catalanes, lo tiene claro: los juristas de mi generación hemos sido formados en el Derecho nacional. Y en una serie de metáforas que ya no son metáforas, son puras ficciones: el juez aplicador de la ley, el juez sometido a la ley. Una cosa es la vinculación, otra la sumisión. Esta amdanada es pura filosofía del Derecho-aquella asignatura que tenía bien ganada fama de ser la más estúpida de la carrera-para izquierdistas de salón y progresistas de colmillo retorcido, y recuerda, mutatis mutandi, al viejo y ahora redivivo Marx en sus tesis sobre Feuerbach: hasta el momento los filósofos se han limitado a interpretar el mundo, ahora se trata de transformarlo. Otro ropón, vecino del mismo edificio, decía recientemente que las condenas a los etarras eran demasiado largas, de lo que se deduce que no vería mal una conjura de los necios para que, al estilo Bolinaga, se fuese dando suelta al terrorista cuando ya llevase diez o doce años entre rejas. Parece que será hoy lunes cuando otro togado rebelde, el justiciero universal Pedraz, tome declaración al genio de Gowex: prepárense los estafados, ¡fascistas!, que suya es la culpa por querer ganar dinero. Teorías, en fin, alternativas del Derecho: pura filfa, pues aquí la única alternativa decente es el cierre de la Audiencia Nacional.