La noche del domingo pude asistir a un espectáculo interesante: la irresistible Ana Pastor, Mester de Progresía, entrevistaba a Marine Le Pen, un valor en alza en la política francesa. Obviamente, la cosa giró en torno al fenómeno de la inmigración en Europa y lo perversa que es la extrema derecha que, en un alarde de racismo y xenofobia, quiere mandar a sus países de origen a un montón de extranjeros ociosos y poco adaptados. El momento cumbre de la entrevista llegó cuando la francesa, harta de la estupidez y del sectarismo de la periodista y de un buenismo que no es patrimonio exclusivo de España, asumió el papel de acusadora-estas entrevistas son siempre un escrito de acusación-y le preguntó a la señora Pastor si ella acogía inmigrantes en su casa. Ahí fue donde la chica mona perdió los papeles, como esos negros que asaltan nuestra valla y se deshacen de cualquier documento identificativo, torció el gesto y dijo que sí, que los acogía: con dos cojones. Uno imagina que Anita Pastor y su cónyuge, Antonio García Ferreras, viven en una casa maravillosa con toda clase de comodidades, pero no los ve acogiendo a un tío de Senegal con unas cuantas enfermedades infecciosas y curando sus muchas llagas en los pinreles al modo del Papa Paco, con unos besitos nada procaces.
He ahí la superioridad moral de la izquierda: mentir con total desparpajo y salir airosa del trance entre el aplauso de un respetable entregado a la causa de la necedad, porque nadie pedirá pruebas a la Pastor de esa acogida de inmigrantes en su casa. Bien y sagaz estuvo Le Pen dando la vuelta a la tortilla de la encerrona, pero podría haber ido un poco más lejos y decir: mire usted, nosotros estamos en contra del racismo, por eso queremos que los extranjeros de ciertas culturas que para nada se integran vuelvan a su medio de origen. Hubiese sido un buen final para el programa, con Anita noqueada y García Ferreras tirando la toalla para evitar males mayores a su pupila, aunque la victoria a los puntos fue sin duda para la francesa.
12 comentarios:
En las redes sociales se está haciendo bastante mofa a Anita la pastorcilla progre. La máxima probabilidad de que tenga inmigrantes en casa se reduce a que tenga un jardinero y chacha (ilegales) dedicados 20 horas diarias a 3 pavos el día
Ellos son así, estupendos por genoma
habria que tomarle la palabra a ana pastor y averiguar qué entiende ella por acoger a inmigrantes en su casa y ver en qué condiciones laborales, si es que tiene alguna doméstica, una tata negra, en plan Scarlett O'Hara en Lo que el viento se llevó...
Pues yo he visto una foto que circula por ahí del supuesto negro del "servicio" y, más que doméstico, la cosa tiene tintes erótico-festivos, vamos...
Venga, Herep, pásenos ese enlace.
Quizá sea cierto que Anita acoge inmigrantes sin papeles en su casa, de ahí que el gomierdo los meta en autobuses y los suelte por Madrid.
jejeje sois unos cachondos.
Lo cierto es que la francesa se ventila toda la pose progre con dos o tres reflexiones sin mayor esfuerzo.
Hay un nanosegundo, gracioso, de retraso en la respuesta en que casi asoma el no
¿usted acoge inmigrantes en su casa?...nnnnnnn..PUES SÍ QUÉ COÑO. LA TENGO LLENA.
Ana Pastor, que cara tan bonita... y tan dura.
Cierto, Fuga: hay ese instante de duda que parece dar paso al no, pero ello hubiese supuesto renunciar a toda una pose ideológica. No era rival para la francesa.
Canino, bonita, dura y, entrada en faena, de víbora.
Yo creía que la que tenía negros en lo suyo era Ana Rosa Quintana.
¿AR no plagiaba, Don Aitor? Porque lo de tener negros, si no plagian, es legal...
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