Pese a que el tema me aburre desde hace mucho tiempo, entre otras razones porque considero que no tiene solución, no me resisto a comentar una afirmación contenida en un artículo de Enric Juliana sobre el éxito de la Vía Catalana:
Aún a riesgo de exagerar, podríamos afirmar que el independentismo catalán es la cristalización más excéntrica de un nuevo regeneracionismo español quizá imposible. Son muchas las personas en España que hoy sueñan con un reset.
No creo, pese a los deseos de Juliana, que en Madrid deban tomar mucha nota, salvo que se trate de algún que otro mastuerzo del gomierdo que, como el tonto universal, mira al dedo y no a la Luna, pues nos encontramos ante una película mil veces vista. Tras un aparatoso viaje, en este caso con forma de cadena humana, hemos vuelto al punto de partida y origen de un problema sin aparente solución: no quieren dejar de ser españoles, para nada, sino que aspiran a ser españoles de primera. Más que un reset, que aquí sería en verdad lo novedoso, con lo que muchos sueñan-Juliana el primero, como el más eficaz transmisor de una voluntad que siempre se plasma en el mismo artículo-es con la permanente instalación en un bucle que, como ya señaló Jon Juaristi con los nacionalistas vascos, siempre es melancólico.
10 comentarios:
El bucle catalán se completa el bucle de MadriT que responde también a sus propias minusvalías intelectuales y neurosis….de la atonía y desidia feliz a la estupefacción y atropellamiento cretinoide y de ahí a la atonía y desidia feliz y de ahí a la estupefacción y atropellamiento cretinoide y así y así y así…
Si no fueran todos españoles diría que son todos españoles.
yo no acabo de pillar según qué giros literarios... "¿la cristalización de un nuevo regeneracionismo?" ¿los de la cadena humana?... a mí me parecen un hato ovino manejado por unos pillos de siete suelas... pero, en fin...
El reset es el bálsamo de fierabas del progrerío patrio (?).
Es ese botón que reinicia al ordenador constamente para seguir yendo igual de mal.
Es ese sueño mojado donde la historia desaparece pudiendo uno escribir las majaderías que uno desee.
Es ese estatus social donde todo queda al albur de "intelectuales" elegidos como el propio Juliana, eliminando esas molestas aristas como la Iglesia, que insiste en tener opiniones propias.
Es ese punto de inicio que todo socialismo real ha buscando, normalmente genocidando a una parte de la población.
Ahora son mucho mas civilizados, solo te arruinan, te insultan y convierten la educación de los infantes en artísticas trepanaciones aplaudidas por psicologos y "profesionales" de la educación.
Y donde he puesto fierabas, era fierabrás. No nos confundamos, no venga la SGAE a cobrarme peaje por alguna marca ignota.
El independentismo catalán como catalizador de un nuevo regeneracionismo español. Con dos cojones; menos mal que el amigo Juliana reconoce que tal vez sea imposible.
El nacionalismo se fundamenta en el racismo y una pretrensión de superioridad: desean ser Los "más importantes".. y "decidir" sobre los restantes.... españoles, porque los "desprecian". Esa es la verdad: o la aceptamos o nos negamos en redondo a aguantar a estos fantoches nacionalsocialistas ( sólo hay que hablar un par de minutos con alguno )
En el caso que nos ocupa, el tontolaba gubernamental que ha mirado el dedo en vez de la luna ha sido claramente García Margallo. Haciendo valer quizá sus competencias en Exteriores.
Amigo Borde, me alegro de verle de nuevo por aquí.
Sobre lo que usted dice, conozco un tipo que acierta plenamente al definir a los nacionalistas como supremacistas.
Don Aitor, en mi vida había oído hablar de Margallo hasta que empecé a verlo de tertuliano en el Gato. Ahí tuve claro que el tipo haría carrera.
Un saludo, amigo Reinhard. He vivido en Cataluña y en Mallorca. Siempre que he tenido la dicha de hablar con algún iluminado independentista, he percibido de forma casi inmediata dos cosas:
1ª.- Una tensión sorda....y a veces no tanto,..una especie de violencia retenida...´contra los españoles, la Historia, el mundo, ...contra sí mismos!!!!
2º.- La autosuficiencia, la certeza de que no necesitan argumentar nada y de que para ellos es evidente que el resto de españoles somos más feos, más bajitos, y no nos duchamos.
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