Por Tolerancio
Si me jugara los
cuartos en una casa de apuestas con motivo del cónclave cardenalicio, me
inclinaría por un Papa catalán. Ni negro, ni asiático, ni la papisa Juana, ni
un Sumo Pontífice perseguido por las sospechas de la sodomía o de la pederastia.
Puede que este comentario, si el sr. Reinhard tiene a bien colgarlo en su blog, llegue tarde… pues la volátil
columna de la fumata blanca se enfile ya, acaso, hacia el cielo de la ciudad
eterna.
Hay dos razones
fundamentales. La primera porque la causa separatista en Cataluña contaría con
un aliado de primer orden, nada menos que el vicario de Cristo en la Tierra , con su camauro y su
muceta ceremoniales. Cierto que el Papa de Roma no dispone de divisiones
acorazadas para auxiliar a Artur Mas, como en su día y por otra causa bromeara
Stalin, pero no hay que subestimar a los sucesores de Pedro. Sin ir más lejos
Wojtyla se las ingenió para tirar abajo el muro de Berlín, y el telón de acero,
como si fuera la muralla de Jericó, pero sin soplar trompeta alguna, tan solo
rezando el rosario. El Papa no tiene a sus órdenes otra fuerza de choque que la Guardia Suiza , que a mi
candidato le haría servicio para custodiar no sólo los tesoros vaticanos…
también las abultadas cuentas bancarias de los prohombres de la patria al fin
redimida.
La independencia
de Cataluña se elevaría al rango de dogma de fe, sería una verdad teológica sin
efugio tras el infalible dictamen pontificio y quien la discutiera sufriría el
estigma de la herejía, rivalizando con Arriano, Montano el frigio o Elipando de
Toledo… sería un contradiós sin enmienda ni penitencia y correría el riesgo de
recibir una excomunión fulminante y de arder para los restos en el infierno. Con
la mano en actitud bendicente, como el pantocrátor de una pintura románica, el
Papa catalán podría al fin decir: Mi
reino, mi Estado… sí es de este mundo.
La segunda es
evidente. Según las profecías de Malaquías éste será el último Papa y deberá
cumplir una muy delicada misión: la de edecán o ayuda de cámara del Maligno. Le
tocará la ingrata papeleta de ejercer la mayordomía satánica que nos conducirá
al fin de los tiempos. Y lo cierto es que mi paisano, el cardenal arzobispo
Martínez (Sistach), elector y elegible, parte con cierta ventaja. Él ya ha
transitado un trecho del camino y puede completar el itinerario más fácilmente.
En efecto, metafóricamente hablando, el cardenal Martínez ya sabe lo que es olisquear con fruición y besuquear ancilarmente el mefítico y pestilente trasero de la bestia. Conoce el paño, pues no en vano recibió hace unos años en la basílica de
Y… ¿Quién que haya
huroneado con salaz apetito en el perineo de un Mas o de un Montilla habrá de
arredrarse a la hora de estampar un ósculo subalterno en el bullarengue del
Gran Cabrón?... ¿Alguien da más?... Martínez es el candidato.
(*) Cito de memoria al inquisidor Aymerich, pero habría que confirmar el dato, no sea que meta la pata y me condene.
7 comentarios:
Gracias mil, Tolerancio: su entrada pronóstico/deseo ha llegado a tiempo.
El otro día leí que nuestro amigo Sistach estaba preocupado porque este cónclave coincidía con el partido del Barça de sus amores y el Milan. Desde aquí, para monseñor y la hinchada culerda, una sugerencia: si las cosas van mal dadas para la remontada, que metan en la segunda parte a la repugnante monja Forcades, que el negro Balotelli se caga vivo.
Ustedes sabrán más que yo de esta liturgia, pero tengo entendido que cualquiera puede ser Papa. En ese caso, creo que nuestro Sistach votará a Jan Laporta.
¿ Balotelli no juega ahora en Inglaterra ?
Ahora me pilla usted en fuera de juego; juraría haberlo visto en el partido de ida celebrando la victoria entre el público.
Ya veo al Papa sistach declarando fuera de la cristiand a Madrit y España..
Dispensas papales al 3%, of course.
Este Sistach, Sr. Ogro, era el que puso el grito en el cielo cuando el Madrid pagó una burrada por Ronaldo. Eso sí, calla como puta con el despilfarro de la Generalitat. Por no decir que tiempo atrás intentó tapar las fechorías de un cura que¡¡¡andaba con abortos!!! Y es que hay cosas que sólo ocurren en Catatònia.
Lo siento, Tolerancio, pero nos quedamos sin Papa catalán. Eso sí, Sistach se lo habrá pasado bomba en el cónclave; lo imagino el sólo dando saltitos por el Vaticano y cantando in-inde-independència.
cierto, mtnez (Sistach) puso el grito en el cielo por el fichaje de Cristiano Ronaldo, con ese bonito nombre, pero nada dijo de la pasta que el barça pagó ese año por Ibrahimovic, Villa y más recientemente 40 kilos de nada por Alexis, ese gran ariete que codician los esquipos de medio mundo...
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