Ante el riesgo de una intervención más que posible, inminente según algunos, el presidente Mas amenaza con una auténtica rebelión, convocando a sus más estrechos colaboradores en la administración, tipos bregados en la lucha del tres por ciento y otras mordidas, con una arenga que pretende ser el pistoletazo de salida para otra aventura más del folclore patrio: sois los generales de un ejército que es la Generalitat y que tiene una gran misión. Sin entrar a valorar tanta grandilocuencia, sólo un pequeño matiz: mejor dejar la cosa en el grado de alférez, como posaba un feliz Pujol en sus años de milicias universitarias, y no ir más allá, pues es sabido que un ejército con demasiados generales es poco operativo.
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6 comentarios:
No problem.
Ya dijo recientemente su conmilitón Felip Puig, el de Interior, que "si fuésemos un país normal, tendríamos ejército propio".
Eso no puede darse, porque no son ni serán un país normal, sino subnormal.
Yo les animo a esta clase aventuras, Don Aitor; piense que siempre han acabado derrotados, humillados y huyendo por las alcantarillas. Al final, todo resulta como una mala película de serie B.
jejeje...pasar por aquí se hace obligatorio
Estos chicos... ¡Siempre imaginándose lo que no son!
Ahora quieren ser Generales y, seguramente, querrán que el pueblo sean sus soldados, ¿no?
La milicia nos viene de honda raigambre. Maciá fue teniente coronel. Pujol, alférez estampillado... y Oriol, su vástago, daría de cabo furriel para "gestionar" la intendencia y "manutención" de la tropa.
Por cierto, qué apostura la del alférez Pujol, qué prestancia varonil...
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