España es el país de maravillas.
Al parecer, el pasado 25 de agosto un cayuco llegó a las costas de Canarias con
bastante menos pasaje del que partió en su lugar de origen, que tampoco sabemos
cuál es. Según los que llegaron sanos y salvos, y nunca mejor dicho, otros
compañeros de periplo asesinaron a más de 70 de los ocupantes bajo la
acusación, ahí es nada, de brujería. En realidad, suele suceder casi siempre,
todo es más prosaico, y es que la embarcación llevaba un par de semanas en alta
mar y aquello tenía que perder peso por la vía rápida, y a tiros acabaron con
los presuntos brujos los que decieron ser más fuertes y osados.
No entraremos en consideraciones
sobre la inmigración descontrolada y los futuros cotizantes a la Seguridad
Social que se han quedado en el arroyo, pero sí que surge una cuestión
interesante si atendemos a lo que al respecto explican fuentes policiales: que
las pesquisas van por buen camino y que se puede identificar a los autores de
la masacre, que ya están repartidos por centros de acogida y bienestar. Todo
correcto y siguiendo el protocolo, pero…¿y el cuerpo, o cuerpos, del delito? ¿Y
las armas empleadas? Asunto interesante para la maltrecha justicia española y
en especial para los abogados de oficio del archipiélago, que ya no sólo lidiarán
con la extranjería pura y dura sino que deberán asumir la defensa de los
presuntos autores en un crimen de lesa humanidad. Y con lo poco que se cobra en
estos casos. Veremos.
5 comentarios:
tremendo... ayer dieron la noticia en un noticiero tv y nada dijeron de los asesinatos a tiros... el asunto quedó en acusaciones de brujería y algunos cuerpos tirados al mar, pero lejos de las supuestas 70 víctimas de las que hablan algunos supervivientes... de las pistolas que traían consigo ni una palabra... queda la duda de saber si ahora las pistolas forman parte del "kit" de supervivencia del "balsero" transoceánico...
Transcribo el comentario de Anómimo sobre esta cuestión que quedó en la entrada anterior:
"Veo que han detenido a 16 africanos, inmigrantes ilegales, acusados de asesinar y tirar al mar a otros 72 ilegales durante la travesía en cayuco hasta las canarias. Implacable silencio mediático. Censura total, que hay que colocarlos luego por los barrios de nuestras ciudades.
Cuando leo estas cosas, ya crónicas, me pregunto si ese Ser de Luz y Alma bella de Óscar Camps, que se los trae aquí en los barcos de Soros, habrá enviado alguna vez un telegrama de condolencia a las paisanas víctimas de sus pasajeros...o se habrá limitado a calificar de ‘nazis’ a quienes le afean la conducta ilegal e impune."
Gracias mi estimado.
Por cierto, lo de 'los futuros cotizantes a la Seguridad Social que se han quedado en el arroyo' es de los mejores sarcasmos que he leído sobre el asunto...
Bravo!!!
:)
Es que toda esta historia es un sarcasmo sin parangón. Puestos a pensar mal, surge una cuestión: ¿y si todo fuese un montaje para que los que han llegado y sobrevivido obtuviesen alguna clase de beneficio? Pepeles por la vía rápida, no sé, es todo tan extraño.
A mí me parece, Reinhard, que todo forma parte de la misma agenda, destrucción de las infraestructuras hídricas, la de la energía, la agricultura, ganadería y pesca, de la salud, del sistema Fiduciario, y también claro está, del tejido social. Y qué mejor destrucción que importar millones de fulanos sin oficio ni beneficio, sin escrutinio policial alguno, en pleno anuncio mundial de una IA y robotización que promete destruir el mundo laboral tradicional.
Ahí tienes a Inglaterra...ahora van a por el gulag digital, con reconocimiento facial, monitorización de Internet y rrss, fiscalización sin tutela judicial de cuentas bancarias etc.
Marcan la pauta.
Las democracias se han convertido en sistemas disfuncionales. Los tenedores de las inmensas deudas estatales dictan la partitura. Y las superestructuras estatales, omnipresentes y ultrareguladoras, una vez capturadas son el instrumento para aplicar esa agenda, gracias a su bestial capilaridad y dominio y control social y a su ya corrupción institucionalizada. Una ironía, otra (pues según teoría del Estado clásica, su función era disciplinar esos grandes poderes oligárquicos y no usar esa maquinaria burocrática para servirles en contra del interés nacional)
Es posible, como ayer sugería un comentarista británico que sigo, que, además de la ruina, incluso apuesten por promover el hambre por estas latitudes.
En cualquier caso, no esperes nada de la opinión pública occidental. Como dice, y dice bien, De Prada ‘tienen las meninges hechas fosfatina con el napalm de la propaganda’.
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