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lunes, 23 de octubre de 2023

Deportación

 


El canciller alemán apuesta por las deportaciones masivas para combatir la ola de inseguridad que vive su país como consecuencia de la inmigración ilegal, algo que no parece haber levantado mucha polvareda, o al menos no ha generado tanta histeria colectiva como si lo hubiese dicho el partido Alternativa por Alemania. No está mal como declaración de principios, pero su puesta en práctica se antoja complicada: ¿y si nadie quiere acoger a los deportados? Por otra parte, muchos de los delincuentes que irritan al canciller, incluidos algunos terroristas islámicos, son alemanes de pleno derecho, ya que allí nacieron. ¿Serán privados de la nacionalidad alemana? No lo parece. Estamos ante un brindis al sol que se debe interpretar en clave puramente política: cuidado, que viene el lobo, o sea, la ultraderecha. Más fácil sería la solución económica: menos subsidios y ayudas varias y no existiría el efecto llamada. No parece tan difícil.


8 comentarios:

Aitor Mento dijo...

A buenas horas, mangas verdes.

Allá por el 2015, cuando Mari Merkel metía "refugiados" a mansalva, nadie le decía ni Pamplona, y si alguien se atrevía, se le acallaba convenientemente. En Suecia, el otro país afectado en mayor medida por la ola de "pobrecitos" que entraba vía Grecia, hay movidas en las calles día sí, día también, provocadas por los susodichos. Bueno, noche, mejor dicho. Movidas que por supuesto, no verás en los grandes medios de comunicación.

De aquellos ( y anteriores ) polvos, estos lodos.

Reinhard dijo...

El canciller siente en el cogote el aliento de Alternativa por Alemania. Esto no tiene solución, salvo un parche por aquí y otro por allá. Pero está bien que sea un progre el que diga estas cosas.

tolerancio dijo...


tienen toda la razón, caballeros... si alguien habla de inmigración legal, controlada y tal es un ultra furibundo, pero si lo dice un progre, pues hay que estudiar la medida porque "esto está descontrolado y patatán y patatín"... ya he visto a algunos comentaristas de esa ganadería templar gaitas ante el anuncio del canciller alemán... sobre a dónde diantre irían los expulsados, la respuesta es obvia: a la isla de El Hierro, modalidad patera aérea y así la calviño se ganaría (es un decir) el voto alemán para presidir no se sabe qué...

esto es un sindiós... si quieren flipar, les animo a visitar la llamada "Seu Vella" de Lérida y patearse las calles aledañas: es-pec-ta-cu-lar... (Lérida, todo hay que decirlo, es perfectamente prescindible... lo siento por los ilerdenses pero las verdades hay que decirlas por dolorosas que sean)...

Traveller dijo...

No hay ninguna posibilidad de devolución de los millares de inmigrantes que nos están abordando. Ni posibilidad, ni voluntad. Hay demasiada gente interesada en que este nuevo negocio de tráfico de esclavos, perdón, de inmigrantes, siga en marcha.

Los que los reclutan en sus países de origen, los que los embarcan en buques de buena factura y los que ponen los cayucos en medio del mar para que transborden y arriben a las costas de los países costeros en viejos barquichuelos sujetos a inmediatos hundimientos, para que sean rescatados por razones humanitarias por las ONG’s archiconocidas.
Rescatadores que también participan del festín económico.

De cuando en cuando hay que dejar que algún cayuco naufrague y que se ahoguen unos cuantos, a fin de excitar los sentimientos de pena y solidaridad con los “pobrecitos” inmigrantes. (Pongo las comillas en pobrecitos porque la mayoría han pagado entre 5 y 10 mil euros por el viaje, cantidad nada despreciable en los países de donde proceden)


Por otro lado, mientras Europa siga publicando a los cuatro vientos la absoluta necesidad que tiene de mano de obra, básicamente debido a los ridículos índices de natalidad locales, es fácil para esos traficantes convencer a los candidatos a emigrar de que aquí serán recibidos con abrazos, aplausos y colocaciones inmediatas, y en su ausencia, con paquitas y subvenciones que les permitirán vivir acomodadamente. Lo cual es una absoluta realidad. (Véase si no la cantidad que asigna el Estado para la subsistencia de cada MENA, de la cual al menor no le llega ni el diez por ciento, quedándose el resto por el camino, pero esa es otra historia).

Y en cuanto a la posibilidad física de su devolución, también es prácticamente misión imposible, salvo que se negocie con algún tercer país que se preste a admitirlos con independencia de la nacionalidad de cada cual. El Reino Unido lo realizó hace uno o dos años negociando con Ruanda, creo que fue, que aceptó unos cientos de sus inmigrantes ilegales.

Y lo digo con conocimiento de causa porque en mi época de armador lo viví en primerísima persona cuando se nos colaban polizones a bordo en países del Norte de África o de la zona subsahariana.
La gran mayoría de los que arriban a nuestras costas llegan totalmente indocumentados y niegan pertenecer a cualquier país a donde quieras devolverlos.

En mi caso, cuando se detectaban a bordo de uno de nuestros barcos ya en camino de regreso a la península, avisábamos a la policía española que no solo no los recogía, sino que nos los esposaba a la barandilla del barco para que no desembarcaran en puerto español con instrucciones de que los devolviéramos al puerto del país donde se habían colado, teniendo la obligación mientras tanto, de acuerdo con las leyes del mar, de mantenerlos y atender sus necesidades a bordo.

Si habían subido en Marruecos y en el siguiente viaje pretendíamos que desembarcaran allí, decían no ser marroquíes, sino argelinos. Si queríamos desembarcarlos en puerto argelino, resulta que entonces eran marroquíes. Si subían en Libia eran egipcios y si embarcaban en Egipto eran libios. Si en Senegal, de Costa de Marfil y viceversa.

La única solución que ellos se prestaban a aceptar, después de aguantarlos a bordo y mantenerlos durante media docena de viajes y a falta de cualquier otra alternativa, era que saltaran al agua en la bocana de cualquier puerto español y que llegaran a nado a la orilla.

Y eso mismo sucedería en un intento de devolver a origen a los miles de inmigrantes ilegales que nos llegan. Irían cambiando su nacionalidad en función de donde quisieras devolverlos. Y prometo que no es solo difícil sino prácticamente imposible, salvo que seas un experto antropólogo, distinguir físicamente un marroquí de un argelino o un gambiano de un keniata.

Perdón por la longitud del comentario que espero sirva para explicar someramente algunas de las razones nuestra inevitable invasión.

Reinhard dijo...

Nada que perdonar, Traveller, ha estado usted soberbio. Un relato sensacional de alguien que conoce el asunto de primera mano. Si usted dice que no hay solución, no lo discutiremos.

Leo por ahí que hay acuerdo firmado entre el camarada Sánchez y la estólida Merkel, hacia 2018, que permitiría que los alemanes mandasen sus saldos a España. Todo va cuadrando.

tolerancio dijo...


don traveller, su comentario es para enmarcar, no tiene desperdicio...

Traveller dijo...


Muchas gracias D. Tolerancio.

Hay algunas cosas más en este jueguecito, pero al carecer de soporte documental, mejor dejarlas a la sombra de la historia.

Fuga dijo...

Muy bueno TRAV.

Después de crear el problema, las muy desacreditadas autoridades occidentales, han decidido resolverlo sin saber cómo. 40 millones de musulmanes por Europa con algunos Estados como Suecia al borde de declararse fallidos.

España que llegaba tarde al despropósito apretando el acelerador. Desde la Ley de extranjería de Aznar (cuánto desluce ese mandato en todos los órdenes según pasa el tiempo) y pudiendo esquivar los errores de otros, nos hemos puesto sin embargo, a darles caza. 2 millones de musulmanes en España y subiendo.

Como se ha dicho supra, un negociazo. Hasta en la región del RH, una vez destruida su industria, se han puesto a montar ONGs instrumentales con hombre de paja vinculados al PNV y PSE para la importación de menas.7 mil euros x mes y mena. Se gastan 700 en su manutención y al bolsillo los otros 6.300.

Mientras tanto, los que intelectualmente han estado alimentando toda esta fantasía multicultural, fondos propietarios de los medios del mainstream, han decidido que se levanta la prohibición de señalar a los culpables de la delincuencia y abuso del Estado del bienestar, ahora que su país se ve agredido y necesitan la simpatía de occidente. Así vemos hoy que quienes han alimentado la inmigración masiva a Europa, pero no la querían para su país, han abierto la mano.

Todo lo cual nos obliga a reflexionar hasta qué punto los que manejan la agenda mundial son una colección de hipócritas, y cínicos hijos de su perra madre.