Dos veteranos agentes, uno de la
Guardia Civil y otro del Cuerpo Nacional de Policía, han publicado un libro con
un título expresivo, Don´t fuck the police.
De manera contundente y sin paños calientes ponen al descubierto las muchas
carencias del sistema policial español, una maquinaria anclada en el pasado que
no puede responder a los problemas que plantean las nuevas formas de
delincuencia y crimen organizado. Un modelo que no protege al ciudadano sino al poder, con altos
mandos que sólo buscan complacer al ministro de turno-medallas y condecoraciones
como premio-y que expedientan a los agentes que ponen el dedo en la llaga
cuando denuncian, por ejemplo, la indiscutible relación entre inmigración
ilegal y delincuencia. Mención especial se lleva, cómo no, la infame ciudad de Barcelona, paraíso de todos aquellos que de una forma u otra violentan la ley.
Como muestra, un botón: un día
cualquiera, un lunes, los agentes son obligados a recibir un curso de igualdad
en el que se habla del empoderamiento-palabra de moda-femenino; luego, un
martes, esos mismos agentes reciben clases de trato con colectivos extranjeros
en las que se les indica que cuando necesiten algo de una mujer musulmana, se
dirijan a su marido o a su acompañante masculino. O sea, progresismo hasta
cierto punto, que son sus costumbres y hay que respetarlas.
Lo dicho, un estudio exhaustivo
que no tiene desperdicio. Como dicen los autores…¿Ahora te echas las manos a la cabeza y te preguntas dónde está la
policía? La policía está donde tú la has puesto cada vez que ibas a votar en
unas elecciones.
3 comentarios:
le pregunta el agente al marido de la musulmana: "¿le ha atizado usted a su señora... lo digo porque va sangrando y con un hachazo en medio del velo?"... "figuraciones suyas, agente"... ¿va en serio esa mierda?...
He visto varias conferencias de los autores, dos policias que retienen sentido común en este manicomio global.
Yo también las he visto, Fuga: ponen el dedo en la llaga y generan nerviosismo en el poder.
Tolerancio, todo es rigurosamente cierto. Y delirante.
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