Cayetana Álvarez de Toledo e Inés
Arrimadas, ambas residentes en Madrid, se plantaron el otro día en Barcelona
para presentar su mágica receta para hacer frente al separatismo: refundar el
constitucionalismo. ¡Acabáramos! El día de la marmota, o vuelta a la casilla de
salida.
Vayamos por partes: si el
constitucionalismo, que en breve celebra su fiesta nacional, es el que hasta
aquí nos ha traído, luego es difícil, por mucho que se refunde, que nos saque
de este pozo. Sólo cabe ya que este régimen sea liquidado y se emprenda otro
camino, mas no parece ser ésta la opinión de las señoras ponentes.
Pero seamos osados e imaginemos,
puesto que no consta que la propuesta fuese desarrollada, en qué puede
consistir esa refundación. ¡Recuperemos las competencias en educación y
seguridad! No estaría mal, pero en la Constitución no consta cómo puede
recuperar el Estado aquellas competencias que ha cedido a las comunidades
autónomas, por mucho que se refunda, o tunee, el texto fundacional. ¿Y si
liquidamos el Estado autonómico? Eso es más factible si se quiere, pero es muy
laborioso y precisa de mayorías muy cualificadas. ¡Pues convenzamos a los
buenos socialistas, que los hay! Esa titánica tarea es ya directamente una utopía en la que no confía ni el
que asó la manteca. Por no hablar de los barones del PP que no querrán perder sus
regalías autonómicas, los mismos que, con Rajoy a la cabeza, nos cuentan que
ese modelo territorial nos ha traído una prosperidad nunca vista en España. Qué
decir de la independencia judicial y del sistema electoral. Nada interesante al respecto detallaron las señoras ponentes, o al menos nada que pueda tener encaje en esa
mágica refundación.
Podríamos seguir pero no merece
la pena, y el que quiera profundizar en estas naderías tiene el libro de Rajoy para echar unos bostezos como preludio a una buena siesta. No se puede refundar el constitucionalismo más allá de lo vago y
genérico que se expone en estas charlas fatuas donde al final se sirven unos
canapés que refundan un poquito, eso sí, el estómago de los asistentes.
4 comentarios:
Parece un sarcasmo pero las encuestas señalan que los independentistas caen a su peor expectativa con la gente hasta los cojones de la cantinela y aterrados ante su muy comprometido porvenir por el hundimiento histórico de occidente (no digamos de la regionicilla de Liliput)
Ítem más, los simpatizantes de la patria común hasta los cojones también de todos estos divos/as del constitucionalismo hemiplégico más gastados que el NODO.
He ahí la síntesis o fusión de ambas trincheras: ¡¡¡Todos hasta las pelotas de los chupopteros de sus respectivos cabecillas!!!
Por lo visto, refundar el constitucionalismo es abandonar a su suerte a los no nacionalistas de Cataluña. O no dejar la mamandurria de partido así se te estén meando encima todos los días.
Amén del Día de la Marmota, el cuento del Pastorcillo Embustero repetido una vez más.
Todo es un esperpento: Casado ofreciendo un gobierno de coalición al camarada Sánchez. Menuda inyección de moral para los votantes del PP.
Bueno Reinhard, eso tiene su lógica de poder.
...siempre, en un momento dado, es más rentable que los Genovese le ofrezcan a los Gambino y a los Lucchese repartirse en armonía fraternal los barrios para la distribución de drogas.
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