Mentiría si dijese que me apenan
los incidentes y saqueos, amén de otras golferías, que sufre la ciudad de Barcelona
desde que metieron entre rejas al rapero de las narices. Las ciudades, como las
naciones, tienen el destino que merecen, y la Ciudad Condal, a través de sus
gerifaltes, lleva años buscando ser devorada y saqueada por estas hordas de niñatos, si bien es cierto que el común de sus ciudadanos
no tiene la culpa de estos desmanes que soporta con resignación mientras añora
una Barcelona que ya no existe.
Pero todo esto no es más que un
aperitivo para la que se avecina: parece que todos los separatistas, incluido
el perroflautismo de la CUP, están muy interesados en cambiar el modelo
policial vigente hasta el momento y diseñar otra policía autonómica más acorde
con los intereses de una casta dirigente en permanente rebeldía. No se quiere una
policía que use balas de goma o gas pimienta para sofocar disturbios, sino un
cuerpo cumbayá que se asemeje a los bomberos catalanes, quienes al estilo de Fahrenheit
451 se apuntan a cualquier aquelarre antisistema que se convoque. Y es que la Barcelona
de Colau, al igual que toda Cataluña, es una sociedad distópica. Seguirán
ardiendo las calles y nadie apagará el fuego. Pongan música de rap, o agarren una lira, y disfruten
de lo votado.
8 comentarios:
soy de su mismísimo parecer, don reinhard... si los md'e cargan contra los manifestantes le pueden dar un porrazo a uno de los negociadores de la cup, de ahí que reciban órdenes de no reprimirlas. para más inri hoy aparece en algunos medios la noticia siguiente: los anarquistas italianos, sí, he dicho bien, italianos, están implicados en los desórdenes... no me jodas... les habrán invitado (me figuro que traen sus pcr y sus certificados de vacunación), o se habrán autoinvitado, pero figúrate, la culpa del follón es suya... anda ya... que continúe la fiesta...
Esto parece ya un asunto de manías y/o nueva cultura pop. Vamos, algo así como la afición al surf entre los chavales de Hawai o similar hábito juvenil.
A falta de olas candela callejera y carreras por la ciudad y de propina los bolsos de Vuiton o el pañuelo Hermes de regalo para el día de la madre tras el penúltimo asalto por el triunfo de la Revolución de los vagos ahora que la famélica legión se ha quedado para el baúl de los recuerdos.
Del futuro papel cumbayá de los Mossos espero imágenes insólitas...por ejemplo, preveo un ‘choca esos cinco’ al estilo yanky entre autoridad y revoltoso en primera plana de los diarios. Visto lo que arrean a los propietarios desahuciados por okupas, que más de uno se ha llevado un porrazo por atentar contra la serenidad del asaltante ilegal, supongo que el tendero que muestre resistencia al fuego será reprimido con severidad.
Y ahora que Barcelona arde, ¿qué fue de aquel Manolo Vallas que aseguraba que Colau era el mal menor para esta ciudad? Se fue, como todos los Siutadans.
Valls está ya muy mayor para entender el mundo en el que vive. Lo suyo es terminar en Montecarlo con alguna heredera millonaria de los Cornflakes o salsa Perrins juzgándose las fichas a la ruleta con cara de aburrido, noche tras noche.
Menudo estropicio hizo el personaje...con él se inició el despiste general de los votantes de Cs con los naranjas. Llegó tras el parto de los 36 diputados sin enterarse de nada, empezó a enredar confundiéndolo todo imitando el discurso de Maragall y se folló el esfuerzo de 15 años en tres mítines. Veneno de taquilla. No me extraña que tan deprimente cenizo fuese expulsado de la política francesa con el voto unánime de todas las fuerzas políticas galas.
Nunca supe a ciencia cierta de quién fue la idea de cooptar a ese gafe. Me pregunto si aparece en las recientes memorias de Rivera...pero en fin, no voy a comprobarlo comprándolo.
Nuestro gabacho ex premier ya consiguió su premio (esa heredera millonaria) en 2019 y debe detener solicitada plaza en alguno de esos casinos que sugiere Fuga.
Ese es el verdadero drama, que mientras Barcelona arde, Cataluña desciende a los avernos económicos y el país se desintegra, los pirómanos y demás causantes de todos los estragos los observan y observarán cómodamente desde sus estrados y poltronas con el riñón bien cubierto y a salvo de responsabilidades y juzgados.
Y el despectivamente llamado pueblo les vota y seguirá votando.
¿Para qué votar pues? ¿Dónde reside la ventaja de confirmar cada cuatro años las mismas falsedades y los mismos errores si al final los beneficiados son siempre los mismos?
Y la gente habla de democracia con la boca llena. ¡Qué soberana estupidez!
Siempre me dijeron que Ciudadanos eran masones, ante lo que me encogía de hombros porque me resultaba indiferente,, pero tras ver cómo aterrizaba, y aterrorizaba, por estos lares el paracaidista Valls no tuve duda. Un afrancesado era la pata de banco que nos faltaba.
"Periodistas, profesores y políticos sin talento componen, por tal razón, el Estado Mayor de la envidia, que, como dice Quevedo, va tan flaca y amarilla porque muerde y no come. Lo que hoy llamamos "opinión pública" y "democracia" no es en grande parte sino la purulenta secreción de esas almas rencorosas"
De la DEMOCRACIA MORBOSA, de Ortega, TRAV.
Tengo que conocer antes de cascar un masón inteligente, Reinhard...me he puesto ese reto vital.
;))
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