Días atrás el camarada Sánchez
acuñó el término nueva normalidad para dibujar el escenario al que llegaremos
si el virus chino sigue reculando. Todo ello de la mano de la desescalada, término
que suena mucho a esas peluquerías tan añoradas como bares y restaurantes. Y qué será la nueva
normalidad, se pregunta el pueblo soberano y arrestado. El Boletín Oficial del
Estado nos da una pista al permitir que los ocupas puedan empadronarse en la
casa del expropiado con independencia de la controversia jurídica al respecto, que los juzgados están cerrados hasta el mes de agosto. Y todo para cobrar la renta mínima patrocinada por el
camarada Iglesias. Incluso cabrá el empadronamiento en una cueva, hasta un espacio sin techo podrá tener la consideración
de domicilio. He ahí la nueva normalidad, sin techo pero no sin padrón, mucho menos sin
paga.
Ya lo dice el proverbio-cómo
no-chino, si le das un pescado a un hombre comerá un día, si le enseñas a
pescar crearás un sufrido contribuyente para toda la vida. Todo está inventado
y todo es muy normal, sólo faltaba lo del padrón.
2 comentarios:
sensacional... los okupas empadronados en las casas "okupadas"... una maravilla... si por justicia poética ocuparán domicilios habituales o segundas residencias de dirigentes y votantes de psoe y podemos... para mear y no echar gota...
Estas medidas son muy graciosas, edificantes para ir con ellas a pedir ayudas a nuestros socios europedos.
Ojo con la renta mínima, que es un filón para la picaresca. Veremos y contaremos.
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