Parece que en Argentina tienen las mismas preocupaciones que aquí con el consentimiento en el sexo, el no es no de Irene Galapagar y su ministerio, así que han inventado una caja de preservativos que necesita cuatro manos para abrirse. Cuatro botones, cuatro manos. Ya se sabe, un violador siempre se calza un condón antes de cometer la fechoría. Sobra decir que la utilidad del invento se viene abajo cuando entran en acción las manadas. Ahí sobran manos, las que faltan cuando uno de los dos es manco. La realidad siempre supera a la ficción.
3 comentarios:
¿funciona la "condonera" como una de esas cajas fuertes en las que varios fulanos tienen parte del código, pero nunca el código completo?... esto es la pera limonera... soy de la opinión de que esto se podría sustanciar metiendo a un notario en la cama que de fe del consentimiento mutuo... otra opción sería que cada uno de los participantes acudiera a la cita con su abogado o en caso de no disponer de uno, recurrir a los letrados del turno de oficio para que todo transcurra con las debidas garantías legales... en principio notario y letrados quedarían excluidos del juego, pero, quién sabe, una vez metidos en harina... figúrense la escena... el notario abre la puerta del despacho y le dice a la pareja, "¿Qué? ¿Vienen a firmar una hipoteca"... "de eso nada, venimos a echar un polvo"... "de acuerdo, procedan..."
ARGENTINA...pues claro. Otra coña estatal dedicada al expolio y saqueo distrayendo a los lerdos con pitos y chochos.
Qué fatiga de gilipolleces, joder.
Buena observación, Tolerancio: será algo así como el maletín nuclear USA. Quién abre la caja de los truenos. El Presidente, un general de cinco estrellas... y vaya usted a saber.
Ay, el consentimiento. El último que ha caído, víctima de las presiones, ha sido Plácido Domingo. No somos nadie. ¿Y el productor americano? Otro que cae con un montón de años de prisión. Con estas cosas sólo ha hecho carrera el protegido de Torrente Ábalos, que de portero de puticlub ha pasado a consejero de Renfe,o Adif, o lo que sea.
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