Una imagen vale más que mil
palabras: tras el fin de semana de jolgorio que ha convertido Barcelona en una
ciudad sin ley, llegan el Doctor Fraude y su ministro del abanico con las
pócimas y cataplasmas para que todo vuelva a la normalidad. Tanto será el caos
en la Ciudad Condal que hasta los menas se quejan de tamaña inseguridad. Pero
muchos policías heridos, uno de ellos en estado crítico, no bastan para aplicar
el emblemático 155 ni estrenar la ley de seguridad nacional. Así que los
agentes y gentes del orden deben conformarse con una revista relámpago de este
par de hombrecillos de Estado, un simple vistazo al frente de una guerra que no
tiene estado de excepción que como tal la reconozca. La visita del médico.
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2 comentarios:
Y el personal del hospital de Sant Pau escracheando a Pedrete. Fuera de la justicia poética del hecho, estamos comprobando hasta qué punto el régimen catalán tiene intervenido al funcionariado. Si además de sanitarios, contamos educadores, mossos ( al menos algunos ) y bomberos...
¿no disfrazaron de cirujano al guardaspaldas de la uzi? ¿a qué tanto armamento y tanta gaita si todo fue una "ensoñación"?...
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