Se inició ayer el llamado juicio
de la democracia española y todo discurrió según lo previsto. Las defensas de
los procesados montaron su particular parque temático de la indefensión y vulneración
de derechos constitucionales, de esa Constitución que sus clientes quisieron liquidar
con el dinero del resto de españoles. Una estrategia, todo hay que decirlo, que
está pensada para impresionar a los sacamantecas de Estrasburgo, unos tipos
indecentes que le tienen tomada la medida a la justicia española y que acabarán
pronunciándose sobre este asunto, salvo que los procesados sean indultados por
el gobierno de turno, medida de gracia que va a depender mucho del calendario
electoral.
Como nota graciosa del acto
inaugural, resaltar la presencia del intrépido Torra y el desprecio con el que
le obsequió Junqueras, quien no se giró para saludar al valido de Puigdemont,
el gran ausente en una liturgia que va a durar más que un día sin pan y que,
sobradamente acreditada la rebelión, tiene un interés jurídico más bien escaso,
tan poco interés que las defensas han propuesto a Rajoy como testigo, un tipo
que hasta el último instante no se enteró de nada de lo que ocurría en una
parte del territorio. Como para ilustrar al tribunal. ¿Jura o promete decir
verdad? Mire usted…
4 comentarios:
Tal vez de seguir la redención de penas por trabajos forzados y tras los 15 años preceptivos entre rejas, podríamos especular con su rehabilitación para la sociedad.
Muy bueno el Ruiz Quintano de hoy, sobre la policía, también hodierna, de Marlaska.
Policía
Buenas tardes desde Bangkok.
Increíble el no leer ni oír nada sobre las luchas intestinas de nuestra agitada España.
Qué descanso !
Cuidense !
jejeje...pásalo bien TRAV.
Un abrazo
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