El Gobierno ha decidido
desenterrar a Franco del Valle de los Caídos, y al margen de hacerlo por la vía
del artículo 27, que es la más castiza, acomete la empresa con muchas prisas, en el
emblemático mes de julio y hacia el 18, y también con improvisación. ¿Qué hacer
con los restos del Caudillo? Porque ha aparecido la familia del General y contra
todo pronóstico ha dicho que no quiere saber nada de esos restos, y que
al panteón familiar no van.
El debate que se plantea es
interesante, tanto del desde el punto de vista jurídico como humano: ¿se puede
obligar a los familiares más directos a quedarse con unos restos humanos no deseados?
Si una herencia se puede repudiar, lo mismo ocurriría con unos huesos, aunque
un picapleitos diría que esa herencia ya se aceptó en su día, por lo que ahora
estarían obligados, quieran o no, mediante la vía de la adición de inventario. Pero si se acepta la negativa de los deudos, que es lo mínimo para no aumentar su dolor, el Gobierno debería mandar
lo que de Franco quede a una fosa común, aunque ello podría convertir el nuevo
reposo en un centro de peregrinación para los devotos del gallego, que cada vez
son más según las encuestas que nunca se publican, o sea, esas conversaciones
de bar que siempre acaban con un más que melancólico ojalá que vuelva Franco.
No parece recomendable ni
deseable volver a enterrar esos restos en secreto en cualquier monte perdido o campo dejado de la mano de Dios, que luego llega el
perro de un cazador buscando trufas o espárragos y los desentierra, tal que ocurrió con
aquellos desaparecidos Lasa y Zabala, y tenemos un dispendio por el coste del análisis
forense. Tampoco los querría, para tenerlos en su despacho como Franco
atesoraba el brazo incorrupto de Santa Teresa, el nuevo presidente del Partido
Popular, ya que esas gentes nunca han reivindicado los logros del Régimen anterior y
siempre huyen de todo lo que huela a derecha. Subastarlos también es mala
opción, pues a la puja acudirían miles de españoles, más incluso que los que
desfilaron llorosos ante su cadáver para darle el último y afectuoso adiós, lo
que avalaría aquello que casi todos saben y que tanto divulga la Sexta, que el
franquismo sigue vivo. Conclusión esta que no es baladí y que nos conduce a un silogismo
impepinable: si el franquismo sigue vivo es porque goza de buena salud su creador,
luego Franco está más que vivo, hasta colea, y nadie hay bajo la losa de más de mil kilos. Mejor ahorrarse el esfuerzo baldío y el ridículo mundial.
Visto lo visto, y que todas las
opciones son malas y de consecuencias imprevisibles, lo mejor es dejar a Franco
en paz, que es lo mínimo que se debe hacer con los muertos.
12 comentarios:
Se nota la ausencia de empresarios entre los políticos.
Cualquier pueblo de esta sucia España que se ofreciera para acoger esos restos, se convertiría automáticamente en un centro de peregrinación turística con lo que ello podría significar de promoción económica.
Si yo fuera el alcalde de alguno de esos pueblos, (alguno queda), que sigue ostentando en su denominación aquello "del caudillo" que antaño lucían con orgullo, me ofrecería de inmediato a brindarles acogida con un panteón de mármol de carrara. Y no me importaría financiar la operación si llegamos a un acuerdo sobre mi participación en los previsibles beneficios económico-turísticos.
Al margen. Lo de la familia: de puñetera vergüenza.
La negativa de la familia es alucinante. En términos freudianos, vienen a matar al padre-abuelo en este caso-con mucho retraso. Personalmente, si fuese yo uno de los nietos, meneaba el asunto para recibir los restos. Y que decida un juez.
No se entiende lo de la familia excepto que sea una forma de dificultar todo el show.
Bien visto, Fuga. ¿Qué os parece cómo restaba Franco?
Jeje...es una buena foto
creo que fuga acierta con la maniobra familiar... ¿es posible desenterrarlo sin el beneplácito de aquélla?... por otro lado presumo que algunos pretenden anular juicios del franquismo pero también nombramientos del régimen para que la onda expansiva alcance a la monarquía y de ese modo deslegitimarla... don reinhard ha contemplado todas las opciones, salvo una, la venta de los huesos en el top manta... el look tenístico es espectacular, algo vintage...
Leyendo al amigo Trav me viene a la cabeza aquella anécdota de Carter explicándoles a los empresarios que había servicios públicos que el sector privado no gestionaría nunca. Cuáles Sr presidente? Preguntó uno. Pues los faros, por ejemplo, contestó.
Deme ud la concesión de publicidad de faros y derechos de merchandising y mi empresa lo gestiona, afirmó.
Por cierto Trav, te he pasado un telegram de lo mío.
Parece que JOSELITO ha ganado las primarias...veremos en el Congreso
Joselito, jeje. Vaya tropa son todos y todas.
Tres pésimos candidatos dando la brasa con la regeneración...puro sarcasmo
España es un país que está mentalmente enfermo. Con la cantidad de problemas que tenemos, el debate de actualidad es el de los huesos de Franco
Somos un país cada día más parecido a países bananeros o africanos, y no va a ser por culpa de Franco, sino por culpa de los llamados "demócratas"
Publicar un comentario