Parecía que el gobierno había colocado
a un coronel para poner firmes-coordinar, nombre técnico-a los mozos de
Trapero, y decimos parecía, fracasos al margen, porque el coronel acude a las reuniones de rigor sin
lucir uniforme, estrellas y condecoraciones, lo que sí que hace el Mayor de
Santa Coloma. Es esta desnudez, la de ir de paisano siendo militar, el perfil
bajo que hasta aquí nos ha traído y del que difícilmente nos van a poder sacar.
De los Cobos es hermano de aquel Presidente del Tribunal Constitucional que
decía que el intento de secesión catalana era un problema político y no
jurídico, y en eso parece estar también el coronel, que acude a sentarse con
los rebeldes vestido con el siempre sobrio traje de los políticos. No sabemos
si nuestro hombre ha leído a Spengler, pero si lo ha hecho da una nueva
interpretación a la máxima del pensador alemán y considera que si al final un
pelotón de soldados tiene que salvar la civilización que lo haga, qué remedio,
sin ensuciarse mucho el traje.
5 comentarios:
¿pues qué no decir de la guardia de korps que lleva el coronel y que aparece en la foto?... millo mirando para el otro lado y el 2º de zoido todo gallardía y serenidad en las ruedas de prensa...
Millo, oh, cielos: pienso en que el Estado que debe defenderme está representado por Millo y sé que estoy vendido.
Desde que a la Guardia Civil le quitaron el tricornio, la capa pluvial y el naranjero, se le acabó el poder. Ya no impresionan ni a los niños y cuatro desharrapados les mantienen bloqueados toda una santa noche, les roban y les destrozan los vehículos y tienen que pedir socorro para que los liberen los traperos. ¡Vivir para ver !
Aquí el último civil, (a los mangas verdes siempre se les llamó "los civiles"), que tenía las gónadas en su sitio fue nuestro ínclito Tejero y acabó como acabó. Desde entonces, las academias de Baeza y Ubeda están lanzando a la calle promociones de chavales, con vestimenta a la page y cuerpos de modelos de alta costura, a quienes doy por seguro que han aleccionado sobre los nuevos tiempos super demócratas que nos han tocado vivir.
Esa democracia mal entendida que les exige ser dulces, suaves y cariñosos con la población, mientras ellos, en reciprocidad, pueden ser objeto de todo tipo de improperios, insultos y ofensas llegando incluso a ser bloqueados y secuestrados mientras se dedican a hacer cumplir la ley por mandato judicial.
Y ahora nombran a todo un Coronel como coordinador de los tres cuerpos policiales, y en lugar de presentarse luciendo con orgullo su uniforme y sus medallas, se camufla bajo traje de civil como avergonzándose de su cargo y de su encargo, mientras D. Trapero luce su uniforme y unas condecoraciones que debe de haber ganado jugando al mus en su Singuerlin natal.
Qué gran y certero resumen, Traveller.
Son los tiempos que corren: en Twitter, hace unos meses, el Cuerpo Nacional de Policía lanzaba un mensaje lleno de honda satisfacción porque ya tenía una unidad para la prevención de delitos contra el colectivo LGTBI, o cono se diga. Es lo que hay.
Se dice que a esta hora grupos de chavales están entrando a escuelas saltando las vallas y los Traperos que verdes las han segado, como dice Pérez Reverte.
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