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martes, 29 de marzo de 2016

Sobre pruebas y certezas



Nuevo error de la policía belga, nos dice el periódico de Marhuenda. Liberan al principal sospechoso de la matanza de Bruselas por falta de pruebas. ¿Estamos, pues, ante un error policial? ¿Judicial, si el hombre ha sido puesto a disposición de un ropón belga, funcionario que a buen seguro, y en un país tan extravagante, lucirá peluca larga, blanca y rizada? ¿Era el detenido el hombre buscado? Pensaba uno, al menos hasta ahora y por estos pagos, que un error policial, o judicial, era liberar a un culpable al estilo de Antonio Troitiño, convicto, confeso y orgulloso, y que en cualquier caso regía la presunción de inocencia incluso para el más repugnante de los criminales, pero parece ser que los tiempos están cambiando a marchas forzadas y que ahora error es sinónimo de falta de pruebas.

Y sorprende, la verdad; como sorprende que alguien tan garantista como Marhuenda, quien se ha desgañitado por las tertulias clamando contra el atropello que sufría la infanta por ser juzgada, según él, sin pruebas, se abone ahora a una caza de brujas que le garantice un bonito titular. Desconoce el periodista Marhuenda, y ya no aprenderá, la diferencia entre indicios y pruebas, pero nos brinda una certeza: él y su periódico son un petardo.

1 comentario:

Fuga dijo...

Estos dos se explican uno al otro…si cada presidente ha tenido a su periodista fetiche reflejo de su época, Rajoy y Marhuenda son la pareja del momento….retrato íntimo del mongolismo de nuestras élites. El Yin y el Yan. La traca.