La corrupción no sólo
va a desalojar del poder al PP, que es lo normal en países donde el
pueblo vota y castiga, sino que está haciendo que muchos de sus
dirigentes pierdan el juicio, entendiendo por tal el entendimiento o
inteligencia mínima, no el proceso legal al que muchos deberán hacer frente
por delitos varios. Así, esa savia nueva que son los Casado, Maroto,
Maíllo & Levy andan como puta por rastrojo dando explicaciones y
ofreciendo la cara para que se le partan cada vez que estalla un
nuevo episodio de corrupción en el partido, es decir, de lunes a
viernes y alguna fiesta de guardar.
En ese delirio, la última viene de la mano de un concejal popular del Ayuntamiento de Madrid,
quien para despachar el acoso de las huestes podemitas dejó estas
palabras para el mármol: prefiero tener un compañero que haya
robado a otro que ponga bombas. No es fácil elegir entre un
crimen y otro, pero parece claro que es mucho más grave poner una
bomba, al menos para el legislador, que castiga más grave un
bombazo, no digamos si hay víctimas, que un latrocinio. Aunque hay
excepciones, y ahí tenemos a Urdangarín con una petición de pena que
se parece a las que habitualmente se piden por asesinato.
Pero al margen de que
todo es discutible, pues el compañero del alma te puede robar a ti y eso
dolerte más que las bombas que se lleve el vecino, no digamos el
enemigo, estamos ante una muestra más de la paranoia que se ha
apoderado de una tropa paniaguada y aferrada al cargo que, ante el
populismo de unos adversarios que ellos, entre toros, han parido, no sabe esgrimir
mayor y mejor argumento que el y tú más. Del sé fuerte,
Luis, de Rajoy, hemos pasado-de perdidos al río-al terreno de
las odiosas y poco afortunadas comparaciones, echando mano de la siempre delicada,
sensible cuestión del terrorismo. Habrá que tomarlo a cachondeo,
una idiotez más de esta gente, y pensar que para bombas, las de
Rita.
10 comentarios:
No hay vuelta atrás. La corrupción ya no son casos aislados. Está perfectamente estructurada...y el papel de los políticos, de los funcionarios, de jueces y fiscales, y policía.
Todavía queda algún fiscal anticorrupción que se lo cree y algún juez. Y la UCO. Lo demás, postureo.
Se ha superado el punto de no retorno. Cuando el mal es tan profundo no hay nada que hacer. Y probablemente éste estado institucionalizado de corrupción sea el ariete para que los secesionismos consigan finalmente hoy o mañana la secesión, ante la indiferencia de una población para la que España ya es únicamente una estructura de saqueo y de prevaricación generalizada.
ha llegado el momento de comprar la consola y dedicarse al tetris.
Los secesionistas no están precisamente libres de corrupción. Es más, diría que uno de los principales motivos de su voluntad secesionista estriba preponderantemente en su voluntad de fabricarse una justicia a su medida que cumpla la máxima de ceguera que se le atribuye.
Los políticos, los fiscales, los jueces y los astronautas si los hubiere no son más que un producto de la sociedad. Y esta es la que está mayoritariamente corrompida.
Se han perdido todos los valores tenidos por tradicionales como la moral, la honradez, la autoridad, el respeto, etc. etc. y su carencia se tiene por signo de modernidad y progresísmo. Y claro, así nos va y las perspectivas son definitivamente a peor.
Y es mirar la portada de un periódico de economía, y también, todo corrupción y choriceo. Hace poquitos días, en el Expansión : Abengoa, Bankia, Vitaldent...
Cierto Trav. Los secesionistas han sido además grandes promotores de la corrupción, y la vanguardia del sistema. Los más innovadores, de los que han aprendido todos. Pero ese no es el tema. Está descrito mil veces mil. La cuestión es que el dique social contra el secesionismo corrupto, una vela al viento, desfallece viendo la degradación general. Unos pocos puntos porcentuales asqueados de todo y optando por la inhibición, y los secesionistas dan el jaque.
Respecto a la generalización y la supuesta identificación entre unos y otros, no estoy de acuerdo. Si el país no se desploma es porque todavía la sociedad civil se conduce con cierta moralidad y ética. Son las élites -así se autodenominan ellos- las que una vez más están fallando. El saqueo es la única posibilidad que tienen para el ascenso económico. No hay talento para más.
Si la sociedad civil se condujera con cierta moralidad y ética como indicas y actuara en consecuencia, no permitiría que las autodenominadas élites se comportaran como lo hacen y saquearan los presupuestos públicos. La sociedad civil o cuando menos su inmensa mayoría es absolutamente tolerante o si lo prefieres indiferente ante la conducta de sus conducators. Estoy cansado de oir aquello de que ya era hora de que pudieran robar los nuestros.
Quien más quien menos no siente asco ni desprecio ante la conducta de los saqueadores, sino envidia. Eso es lo que les lleva a comprenderles tolerarles y seguir votándoles.
Tal vez.
Yo todavía veo en la sociedad civil alguna esperanza. Y no creo que esté tan degradada como esas élites extractivas e indecentes.
Ha cascao Umberto Eco, del que nada he leído...supongo que porque la peli de su novela me aburrió bastante y ya me dio pereza.
Coño Fuga, debes ser el único cristiano que no se ha leído El nombre de la rosa. Yo me la chupé en inglés porque algún gracioso me la regaló así. The name of the rose.
Cierto que la película, que vi después, me defraudó bastante. Me gustó mucho más el libro.
jejeje…ya sabía yo que tenía algún manifiesto ‘defetillo’ para mis hermanos cristianos.
A cambio me he leído el quijote, incluida la versión de Avellaneda, que no se ha leído ni Blas en España. Tiempos ha…
Un Best seller del XVII
A nosotros en el cole casi nos obligaron a tragárnoslo en latín, cosa que ninguno hicimos más allá de un par de páginas:
"In quodam loco Manicae regionis, cuis nominis solo memenisse, nuper vivebat quidam fidalgus ex eis de quibus fertur eos habere lanceam in repositorio, scutum antiquum, equum macrum canemque venaticum cursorem"
Lógicamente se trataba de un colegio internado religioso donde el latín se iniciaba en primero de bachillerato, mientras que en los colegios seglares se empezaba en tercero.
¡Tiempos preconciliares aquellos!!
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