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martes, 20 de enero de 2015

De los viejos ajustes de cuentas



Lo había visto pasar semanas atrás, con una bufanda del Real Club Deportivo Español anudada a su cuello, mezclado entre un montón de seguidores camino del estadio una soleada mañana dominical. Había envejecido, pero no mucho más allá de lo razonable, lo justo que imponen los quince años transcurridos desde la última vez que lo vi. Era él, no había duda, determinados rasgos físicos que permanecían inmutables lo delataban. Tenía fama de ogro, y era merecida, lo que hacía que los que tomábamos asiento en su sala, especialmente si éramos noveles, fuésemos siempre con pies de plomo, aunque luego, a la hora de dictar sus sentencias, era más bien blando, demasiado garantista. Esa fue siempre mi opinión y la que otros más veteranos compartían sin matices.

La noche del pasado sábado, otra vez jugaba el Español en casa, volví a encontrarme con él en la barra de un bar. Allí, acodado y con la mirada ligeramente perdida, esperaba que le preparasen un bocadillo de ibérico para cenar durante el partido. Le saludé y le pregunté si se llamaba X de nombre y Z de apellido. Con su ironía de siempre me dijo que dependía, por qué, para qué, quién lo preguntase...Como era de esperar, él no me reconocía, a fin de cuentas éramos decenas y decenas los que cada mes, cada año pasábamos por su tribunal, y yo, por edad, lo hice pocas veces antes de que lo jubilaran muy anticipadamente.

Porque él, magistrado por vocación, fue inhabilitado unos cuantos años tras un proceso extraño y nada claro, una opereta que tenía mucho de ajuste de cuentas entre ropones, o eso se decía entonces. Se lo comenté y me dijo que eso fue, sin duda, pero que la cosa iba mucho más allá de viejas rencillas entre colegas, que era una venganza que, como debe ser, llegaba muchos años después. Yo fui uno de los pocos magistrados de aquella Audiencia Territorial de Barcelona que votó a favor de procesar a Pujol por el caso Banca Catalana. Y tras un cálido apretón de manos me dejó con mi cerveza y se fue a ver a su equipo. Esa misma noche, y tirando de la hemeroteca digital, comprobé que era cierto: él votó por buscar justicia.  

9 comentarios:

tolerancio dijo...


entonces, es cosa segura, no sería uno de los ropones que se acercaron días atrás por el kitty's bar a tomar una copa...

Reinhard dijo...

Uy, ahí pesaban más los militares. Sobre estos, debo decir que todos aquellos que no hayan pasado por el Sahara no merecen confianza.

Fuga dijo...

descorazonador comprobar cómo les luce a los que echan pie adelante en el patio de Monipodio.

la legión de los condenados. Tal vez debería publicarse un ensayo o crónica con todos los caídos frente al Estado Mafia. Eso daría profundidad a la panorámica. Sin duda también sería aleccionador la relación de mamporreros que tuvieron recompensa y años de prosperidad.

Claro que siempre habrá quien señale a los que no doblaron la cerviz y estuvieron a la altura del reto como unos frustrados que no pudieron negociar bien la coima.

En el país del enano/a rencoroso tal vez ni el elogio sin pensionar tenga cabida...

Y aun así, mañana una legión de extraños saldrá a pelear y morir contra fiscales corruptos, funcionarios prevaricadores, jueces sucios y políticos delincuentes.

Y es que hay quien viene mal enseñado de casa...

Fuga dijo...

de seguir así el problema no será Podemos sino el partido Matemos...por constituirse. Un histórico celtibérico.

Reinhard dijo...

No diría, me puedo equivocar, que este juez fuese muy brillante, y tenía sus luces y sombras, pero era de los que iba de frente, sin tonterías. Su aspecto físico ya demostraba que no era precisamente un meapilas.

Fuga dijo...

Ir de frente...y terminar en una tumba profesional es todo lo mismo.

tolerancio dijo...



jueces, fiscales... los fiscales jefes de aquí, ocupados en proteger a pujol o en acudir al salón Kitty, no recuerdan precisamente al fiscal argentino que ha aparecido "suicidado" en la bañera... qué historia, de traca... de pensar que baltasar garzón y monedero han estado asesorando a cristina fdez de k. se malicia uno quiénes le han dado la idea de jubilar por anticipado a ese fiscal entrometido... en fin, para mear y no echar gota...

Aitor Mento dijo...

Esto me hace más "perico" aún. Visca l'Espanyol.

Ignasi Roda dijo...

Figura entrañable la de don S. un mal juez (por abitrario, por déspota y por antigualla) pero seguramente una buena persona. Eso sí, un juez íntegro que no se casaba con nadie y que a todos los que intervenían en el proceso trataba con idénticos malos modos. Como suele ocurrir con estos "ogros" luego era un cacho de pan tierno y sin trampa, como el buen pan gallego amasado en mil y una batallas.

No comparto la tesis sobre el motivo de su persecución que indudablemente la hubo. No me cuadra que el fiscal M. auténtico motor de su decapitación y a la vez cómplice de V. en el asunto de Banca Catalana, le quisiera hacer pagar su voto contra Pujol. Creo más bien que su defenestración vino dada por su talante despótico y arrogante frente a los fiscales, que en este país gozan de unas prebendas impertinentes. A muchos de ellos los humillaba en público. Ese fue el caldo en el que se coció su desgraciado final infeliz. Se la tenían jurada. Lo sé de muy buena fuente.

Además tuvo la mala suerte de que el Presidente de la Sala que le juzgó era un tal GVl y el ponente en el Supremo para su recurso J.J, ambos de Jueces por la Democracia y muy cercanos a M.