El presidente del PP de Barcelona, notario de profesión, ha dimitido de su cargo tras una crisis en la formación que venía de largo, aunque algunas fuentes hablan de un cese ordenado por la presidenta del PPCatalà. El motivo es la pertenencia del notario Antoni Bosch a la Asociación Ibérica para la Democracia y el buen Gobierno (AIDEBU). No parece, si atendemos a la denominación, que la pertenencia a la citada asociación represente una inmoralidad tal que provoque el abandono de Bosch. Pero si acudimos al espíritu y fines de la asociación descubrimos que sus miembros pretenden, entre otras cosas, una reforma en profundidad de la Administración, con propuestas tan novedosas, y aquí viene el meollo del asunto, como la modificación del sistema electoral, de tal forma que cada ciudadano pueda ejercer un determinado número de votos en función de su valía profesional y académica, lo que de hecho supondría enterrar el dogma de un hombre, un voto. Adiós al sufragio universal que tanta gloria nos ha dado y que tanto sufrimiento costó alcanzar.
Visto que Bosch y sus gentes extravagantes proponen una vuelta a la aristocracia, que en el mundo clásico era aquella forma de gobierno que ejercían los mejores, a la hora de valorar el cierre de esta crisis pepera hay que inclinarse más por el cese que por la dimisión del susodicho, y no sólo por la impopularidad de sus propuestas regeneracionistas-recordemos que el previsible Rajoy no quiere acometer ni el cierre de las diputaciones-sino porque en un gobierno de los mejores difícilmente podría estar alguien como la señora Camacho, adalid de un partido que, desechados y triturados liberales y conservadores como elementos discordantes en el funcionamiento a la búlgara, abrazó hace tiempo la más caótica socialdemocracia y acuñó un lema que impregna todos sus actos: un hombre, muchos impuestos. Doy fe.
Visto que Bosch y sus gentes extravagantes proponen una vuelta a la aristocracia, que en el mundo clásico era aquella forma de gobierno que ejercían los mejores, a la hora de valorar el cierre de esta crisis pepera hay que inclinarse más por el cese que por la dimisión del susodicho, y no sólo por la impopularidad de sus propuestas regeneracionistas-recordemos que el previsible Rajoy no quiere acometer ni el cierre de las diputaciones-sino porque en un gobierno de los mejores difícilmente podría estar alguien como la señora Camacho, adalid de un partido que, desechados y triturados liberales y conservadores como elementos discordantes en el funcionamiento a la búlgara, abrazó hace tiempo la más caótica socialdemocracia y acuñó un lema que impregna todos sus actos: un hombre, muchos impuestos. Doy fe.
4 comentarios:
Que el pueblo, la masa, es basicamente idiota, es mi opinión personal en base a lo que observo cada día.
Dicho esto, nada me garantiza que un voto en función de titúlos académicos fuera mejor; y es que constato que muchos de los grandes tontos que he conocido, eran universitarios.
Y si uno lee los comentarios en las noticias, y ve como su procedencia es la Universidad de no se donde , o la de más allá, tiene que admitir que dichos universitarios pertenecerán con mucha probabilidad al millón de seguidores del twitter de kiko rivera.
Como Mariano, que no todo es leer el Marca.
completamente de acuerdo... las bobadas que se replican como el eco en la calle las dicen por su boquita gente con estudios en tertulias televisivas y radiofónicas. Elijo un caso al azar... seguro que Quico Homs tiene licenciatura y a lo mejor es honoris causa por la universidad de gratallops... en fin...
Bueno, entones habrá que hacer un test de inteligencia.
Sr. Ogro, ¿no es ese Kiko de UPyD?
"Que muchos de los grandes tontos que he conocido eran universitarios".
Como una parejita que yo me sé de Can Losada y Asociados lea esto...
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